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lunes, 20 de enero de 2020

Víctor Pérez Elexpe

Los crímenes cometidos por el españolismo en Euskal Herria siguen impunes. Así funciona la "impartición de justicia" por parte del imperio. 

Aquí lo que nos relata nuestro amigo Danilo Albin desde las páginas de Público:


Los hermanos del joven comunista asesinado por un guardia civil en Portugalete denuncian el calvario judicial que han sufrido para tratar de conseguir “verdad y reparación”. El agente que lo mató por la espalda continuó su carrera en Salamanca, protegido por la ley de amnistía.

Danilo Albin

Las puertas se cierran. Una tras otra. Cada portazo duele como un golpe entre los Pérez Elexpe, la familia vizcaína que un 20 de enero de 1975 se despertó con la peor de las noticias: Víctor, de 23 años, había sido asesinado por un guardia civil en las calles de Portugalete mientras repartía folletos en solidaridad con una huelga. “Somos como pájaros a los que les falta un ala”, dice entre lágrimas Mariefi, una de sus hermanas.

Bizkaia, Bizkaia / 20 de enero / Un grito, un grito surca los vientos / son las seis de la mañana / han matado a un compañero”. Así comienza una canción popular inmortalizada tras aquel crimen nunca aclarado ni investigado. “Me llega el recuerdo de aquel día. Lo que sucedió, el sufrimiento, la posterior lucha de mi padre para tratar de conseguir justicia y que se supiese la verdad. Esa lucha la hemos llevado también nosotros, pero no vemos el momento en que se hará justicia”, afirma a Público Fermín Pérez Elexpe, otro de los hermanos de la víctima.

A lo largo de estos 45 años, los familiares de Víctor se han cansado de escuchar siempre una misma frase: “no es el momento”. “Parece que nunca lo es”, se lamenta Fermín con un caldo caliente entre sus manos. En ese preciso instante mira hacia Madrid. “Ahora que hay un gobierno que puede ser más progresista, me gustaría que ya no se vuelva a repetir esa respuesta”, reclama.

Dicen que murió sangrando / por la espalda y por el pecho / que a sangre fría y con balas / le atravesaron el cuerpo”, continúa la canción. El autor de los disparos fue Narciso San Juan, un guardia civil que vivía cerca de los Pérez Elexpe en el barrio de Repélega (Portugalete). “Le conocía, y mi hermano tenía la impresión de que le seguía”, recuerda Fermín.

Tras el asesinato de Víctor, el guardia civil fue trasladado a Salamanca. A día de hoy, Mariefi y Fermín no saben qué ha sido de su vida, aunque tienen constancia de que un cura salmantino llegó a hablar con él. “No tenía remordimientos ni quería pedir perdón”, apunta Fermín.

“Aquí no hay justicia, sino olvido”, subraya su hermana en vísperas del 45 aniversario de este crimen impune. Lo dice con conocimiento de causa: hasta ahora, todos y cada uno de los intentos realizados para tratar de conseguir que se investigue este caso han caído en saco roto. La respuesta es siempre la misma: prescripción y ley de amnistía.

Reconocimiento oficial

En 2010, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero reconoció oficialmente a Víctor Pérez Elexpe como víctima del franquismo. En una resolución suscrita por el entonces ministro de Justicia Francisco Caamaño, se reconoce que el joven “padeció persecución y violencia por razones políticas e ideológicas, falleciendo el 20 de enero de 1975 en la localidad de Portugalete como consecuencia del disparo de bala efectuado por un Guardia Civil cuando repartía propaganda comunista”.

Ahí empezó un nuevo capítulo del peregrinaje de los Pérez Elexpe en busca de justicia. “Una vez emitida esa resolución fuimos al juzgado de Barakaldo, donde nos respondieron que ese ‘posible asesinato’ había prescripto y que había una ley de amnistía”, cuenta Fermín. De ahí fueron al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y, seguido, al Tribunal Constitucional. Agotada la vía española se dirigieron al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que también rechazó la petición.

Los familiares del joven portugalujo recurrieron, al igual que otras víctimas, a la justicia argentina, en el marco de la querella allí formulada contra los crímenes del franquismo. La jueza María Servini de Cubría se interesó por el caso e incluso mostró su interés en desplazarse a España para interrogar al guardia civil, pero volvió a toparse con el muro español. “Se envió un exhorto en 2016 al juzgado número dos de Salamanca, que lo rechazó”, relata Fermín.

"Pedimos verdad"

Lejos de resignarse, los hermanos de la víctima se muestran dispuestos a continuar recorriendo el camino que les lleva “a la verdad y a la reparación”. “Vamos a seguir haciendo lo que sea necesario para tratar de conseguir justicia”, apunta Mariefi. “No estoy pidiendo que ni ese guardia civil ni nadie me venga a pedir perdón –continúa su hermano–. Lo que pido es que se sepa la verdad”.

Esos reclamos volverán a estar presentes este lunes a las 13.00 en el céntrico lugar de Portugalete donde fue asesinado Víctor hace ahora 45 años. Al igual que en cada aniversario, familiares y amigos colocarán flores junto a la placa que recuerda este crimen, registrado en el invierno de 1975. “Cuando pasa algo así no matan solamente a tu hermano: nos matan a todos”, añade Mariefi en otra fría mañana de enero.






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