El Bar de Garbi

Al mojado Urkullu le molesta de sobremanera que el pueblo vasco tenga memoria, él quisiera que cuando se habla de "crímenes del Franquismo" la gente se conformara con recordar aquellos cometidos entre 1936 y 1975, olvidándose de todo lo sucedido tras la muerte del Caudillito.

Pero no es así, no va a ser así.

Para muestra, esta entrevista publicada en Deia:

“Nos gustaría poner cara al que ordenó este atentado y que diga por qué”

Juantxu e Iñigo (Juantxu Larrinaga e Iñigo Camino) son primos de Garbiñe Zarate, propietaria del bar Aldana. Este fin de semana se pintará un mural en Alonsotegi en memoria de las víctimas de aquel atentado

Javier Núñez

En enero se cumplirán 36 años del atentado contra el bar Aldana de Alonsotegi donde murieron cuatro personas. Sus vecinos honrarán este fin de semana su memoria con la realización de un mural.

Aquel atentado sigue clavado en el corazón de Alonsotegi.

-I. C.: Con todos los que hablas recuerdan perfectamente aquella noche. Recuerdan incluso la película de la televisión: Con faldas y a lo loco.

-J. L.: En estos años las propias víctimas montaron un caparazón de protección. Era una medida de autoprotección para no sufrir. Aunque lo cierto es que nadie lo ha olvidado.

Está claro que sabían muy bien dónde colocar la bomba.

-J. L.: El instigador del atentado sabía dónde hacer más daño. Allí no se juntaba solo gente nacionalista, sino todos. Cuando pasabas por Alonsotegi se paraba en el Aldana, que, aunque ese era el nombre, todo el mundo lo conocía como el bar de Garbi.

-I. C.: No fue un atentado indiscriminado, ya que sabían perfectamente a dónde iban. Le podía tocar a cualquiera del pueblo y sabían perfectamente en qué sitio colocar la bomba.

¿En estos años les ha dolido el manto de silencio sobre el atentado?

-J. L.: Lo que más nos ha dolido, y nos sigue doliendo, es que en otros atentados ha habido investigaciones. Aquí se produjo el atentado y nadie ha investigado. Bueno, si hay que ser sinceros eso es incierto. Hubo investigaciones, pero sobre las propias víctimas, no sobre los autores.

¿Qué respuesta dio el Gobierno español al atentado?

-I. C.: En aquel momento hubo un compromiso público del director general de la Policía, José Sainz, que tenía el encargo del ministro del Interior, Ibáñez Freire, de llevar las investigaciones hasta el final. Se prometió al presidente del Consejo General Vasco, Carlos Garaikoetxea, que se iba a llegar hasta las últimas consecuencias y al final no hubo ninguna investigación. Además, pusieron al frente de la investigación al comisario José Amedo. Creo que con eso está dicho todo. Fue quien interrogó a los dueños del bar, porque fue un interrogatorio, como si fueran los culpables.

¿Las víctimas han sido reconocidas?

-J. L.: Sí, como víctimas sí.

-I. C.: A nivel de indemnizaciones sí, otra cosa es la sensación de orfandad sentido comparadas con otras.

¿Algún día se aclarará quién fue el instigador del atentado?

-I. C.: Judicialmente el tema está prescrito. Cabe la posibilidad de que alguien que tuvo relación con estos hechos recapacite y cuente algo. No sé si los familiares se sentirían aliviados. Ahora que se habla de reconciliación, en el caso de las familias de las víctimas de Alonsotegi no hay con quién reconciliarse.

-J. L.: Yo lo que quiero es ponerle cara a quien mandó. Que tengan la valentía de decir quiénes fueron y por qué lo hicieron. No me interesa saber quién fue el autor material. Esa persona en sí carece de interés. Pero sí me gustaría saber quién ordenó que se realizara aquel atentado y por qué.

Este fin de semana van a pintar cinco murales.

-I. C.: Hay una parte que es artística y que es obra del artista Carlos Baudillo Morales. El mural con el que se va a trabajar el sábado y domingo está inspirado en el día del funeral en Alonsotegi. Se basa en una fotografía que se llama Explosión de Silencio. Se ve a mucha a gente alrededor de la casa ya derrumbada y se trata de pintarse a sí mismo. Cada uno va a poder representarse. Así, un primer mural será el bar, tal como estaba entonces. Un segundo mural será de detalles, como el campanario de la iglesia con la hora del atentado, las 0.55 horas. El tercero es la Explosión del Silencio, y hay un cuarto que representa el interior del bar con los escombros.

¿Será un día duro?

-I. C.: Es triste, pero los colores van a ser alegres. Se pretende aparcar por unos momentos el dolor.

-J. L.: Yo no lo veo como algo triste. No tenemos que desgarrarnos otra vez con el dolor. El dolor hay que sacarlo y esta es una de las formas.

¿Os ha costado pasar página?

-J. L.: No se puede pasar página. Esto ayuda a verlo de otra forma, pero no a pasar página.

-I. C.: En los últimos años han ido muriendo los supervivientes del atentado. Murió Garbi, murió Andoni Mendoza, que perdió una pierna, y había que hacer algo.

-J. L.: Aparte de los muertos los que peor quedaron fueron Garbi y Andoni Mendoza. Este perdió una pierna y a Garbi le dieron más de 400 puntos.

-I. C.: Y, además, después del atentado durante mucho tiempo Garbi sufrió amenazas de muerte.

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