En Deía han llevado a cabo un acto de premonición dejando claro que lo suyo es solo suponer, elucubraciones y nada más.
Pero nosotros vamos un poco más allá y ante el escenario pintado de morado que nos presentan sugerimos que se pida disculpas a Roberto Uriarte por sea lo que sea que haya que pedirle disculpas para que pueda ser el lehendakari en 2016.
¿Y qué pasa con Arnaldo Otegi?
Va, un traidor más de la izquierda abertzale. Si hacemos caso de lo que la blogósfera dice acerca de EH Bildu desde la tarde-noche del 20D mejor haría quedándose en su celda. Tonto, para ser alguien hoy lo que hay que saber es mover las redes sociales y no recurrir a esas balandronadas de dejarse torturar y encarcelar solo para ganarse la lástima del electorado.
Les presentamos pues el Oráculo de Lakua:
El ‘morado’ capitanea la pinza de izquierdas en Euskadi
Podemos alcanzaría mayoría absoluta junto a EH Bildu, PSE y Ezker Anitza extrapolando los resultados a las autonómicas
Igor SantamaríaRealizar una traslación de los resultados de las generales a las autonómicas que el próximo otoño de 2016 se celebrarán en la CAV tiene tintes de temeridad porque hay que salvar distancias. Muchas. Primero, porque en esa cita los diferentes partidos concurrirán con un nombre de peso que les identificará, sea Iñigo Urkullu en el caso del PNV o quién sabe si Arnaldo Otegi liderando EH Bildu en su propósito de remontar los pésimos números obtenidos el pasado domingo, por citar dos ejemplos; mientras que en unos comicios que atañen a Madrid los cabezas de lista de las formaciones vascas acaban eclipsados, y ninguneados, por el centralismo comunicativo. Segundo, porque el elector vasco sabe diferenciar qué vota en cada ocasión, y es que el 20-D lo más probable es que mucho respaldo del que tenía la coalición soberanista haya acabado en Podemos por aquello del voto útil y la posibilidad de influir en el Ejecutivo español para celebrar una consulta de autodeterminación real. En todo caso, el ciclón morado puede rentabilizar su éxito en sufragios en Euskadi durante todo el próximo año con el mensaje de que en la CAV, “también se puede”, su eslogan de cabecera, tomando esta convocatoria como referencia.
Según los datos extrapolados por Gizaker encuestas para DEIA, si proyectásemos el respaldo que ha tenido ahora en las urnas a las elecciones al Parlamento Vasco, Podemos Ahal Dugu obtendría un nada desdeñable 26% de adhesión que le reportaría 21 escaños, con lo que en esa hipotética plasmación aventajaría también en asientos al PNV, que con el 24,7% de papeletas se quedaría en 18 representantes, nueve menos de los que ostenta. La formación morada, que carece de líder en la CAV tras la dimisión de Roberto Uriarte, algo que no le ha pasado factura, podría además establecer una pinza de izquierdas amplia junto a EH Bildu, que tendría 12 actas en el Parlamento Vasco (15,1% de votos) -también nueve menos de las actuales-, un PSE (13,3%) que retrocedería hasta los 10 escaños al perder seis, y Ezker Anitza, que con el 2,9% de votos regresaría a la Cámara con uno. Es decir, 44 escaños en un supuesto bloque de izquierdas que tendría mayoría absoluta, establecida en 38. Y es que la suma de jeltzales y socialistas no pasaría de los 28 asientos, y la de PNV y EH Bildu se atoraría en los 30. El PP, con el 11,6% de apoyo, repetiría las 10 actas en el hemiciclo vasco, donde entraría con cierta presencia Ciudadanos, con 3 asientos gracias al 4,1% de sufragios, en detrimento del UPyD de Gorka Maneiro, que desaparecería.
Ahora bien, que la traslación apunta más a ficción por los condicionantes citados lo corrobora si nos retrotraemos a los números de cada partido en las generales de 2011 y los conseguidos un año después. El 27,4% de respaldo que tuvo el PNV hace cuatro años le concedía 20 escaños y, sin embargo, luego se disparó hasta los 27 que dieron el poder al lehendakari Urkullu, aunque es cierto que el resto de fuerzas se movió en parecidos parámetros. Amaiur tuvo un 24,1% de respaldo en las generales anteriores que habrían significado 20 asientos en el Parlamento, y se hizo con 21; mientras que el PSOE, con el 21,5% debería haber tenido 18 y se detuvo meses después en los 16. El PP, con el 17,8%, habría amarrado 15 y no pasó de los 10 que figuran sentados en el hemiciclo.
Echando la vista más atrás, el apoyo del 27,1% que tuvo el PNV en las generales de 2008 le habrían dado solamente 19 escaños y posteriormente consiguió 30 aunque el pacto PSE-PP le privara de gobernar. Además, hay formaciones como la propia Podemos, EH Bildu y PP de las que se desconoce quiénes serán sus cabezas de lista en las próximas elecciones autonómicas.
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