A los del grupo ultrafascista de choque llamdo Covite les molesta que haya quienes se nieguen a utilizar el glosario de términos dictado por el Ministerio de Propaganda Borbónico-Franquista.
Ellos, los herederos de la ideología de Francisco Franco, Benito Mussolini y Adolph Hitler, de manera paradójicamente kafkiana acusan a quienes utilizan un vocabulario objetivo precisamente de lo que hacen ellos cuando llenan las ondas radiofónicas y televisivas así como los medios impresos de su vengativo lenguaje de odio.
Lean esta nota publicada en el ABC:
Covite denuncia que el lenguaje proetarra cala en los medios públicos vascos
Un estudio compara la dialéctica de la «izquierda abertzale» con el tratamiento informativo en la web de EiTB
P. Pazos
«Como dijo Goebbels, 'una mentira repetida mil vidas se convertía en una verdad'. Este informe es una llamada de atención para todos los que trabajamos por la verdad y la justicia del relato. Para que no permitamos que se imponga la versión de ETA, de los amigos de ETA, y que lo hagamos juntos».
Con estas palabras puso en valor Consuelo Ordóñez, presidenta del colectivo de víctimas del terrorismo Covite, el informe «Marcos comparativos difundidos por la izquierda abertzale, una amenaza para las políticas públicas de seguridad». Presentado este viernes en Vitoria, es el primero desarrollado bajo el paraguas del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo.
El documento denuncia que la «izquierda abertzale» ha impuesto en medios de comunicación públicos su relato sobre ETA, una estrategia dialéctica para «blanquear» el pasado asesino de la banda. «Para quienes justifican el terrorismo, el lenguaje ha sido un campo de batalla más», alertó Ordóñez. «El brazo político de ETA se apoderaba de distintas expresiones. Términos que han ido calando en el imaginario colectivo de algunos colectivos. Ha sido una estrategia a ratos sutil, pero sin duda constante. Nosotras estábamos más preocupadas por nuestra propia supervivencia».
El estudio, elaborado por el periodista Juanfer F. Calderín, refleja el bombardeo de mensajes del entorno de la banda sobre presos de ETA: un total de 76 entre abril de 2014 y abril de 2015 por parte de Bildu y Sortu. Lo cual equivale a 1,6 comunicaciones oficiales a la semana.
Con una característica común: de forma deliberada, el entorno político de la banda evitaba emplear el acrónimo ETA y se decantaba por el uso del término «presos» o «presos vascos», en lugar de «presos de ETA». El objetivo: situar al Gobierno central en el papel de villano, presentar a la «izquierda abertzale» como parte de la solución y buscar una «adhesión intuitiva» del público a los reclusos.
Reflejo en EiTB
La segunda parte del informe analiza hasta qué punto esta estrategia ha calado en el ente público de radiotelevisión vasco. En los primeros cuatro meses de este año, la web de EiTB publicó en castellano un total de 61 noticias bajo la etiqueta «presos». En menciones directas, sin entrecomillados, en más de un 60% de las ocasiones se empleó solo esa palabra. En apenas un 16%, «presos de ETA», superado por «presos vascos» (18%), frente al 4% de «presos políticos vascos». «Terrorismo» y «conflicto» se usaron por igual.
«La batalla del relato es el termómetro en el que se medirá la definitiva derrota de ETA. Jugará un papel esencial cómo queda fijado en la memoria colectiva lo ocurrido en las últimas cinco décadas», incidió Ordóñez.
Covite elaborará a partir del informe un libro de estilo que hará llegar a medios de comunicación y partidos políticos.
En esto malgasta el dinero de la económicamente ahorcada ciudadanía española el régimen borbónico-franquista.
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