Se caen las máscaras y se levantan las capuchas en la "joven democracia" española. De acuerdo con este artículo publicado en La Jornada, mientras los españoles le dan la bienvenida a representantes del KKK los catalanes los rechazan:
Intelectuales catalanes repudian la presencia en España de un ex líder del Ku Klux Klan
Incongruente que un país que juzga a humoristas reciba a este tipo de personas, señalan
Armando G. Tejeda
Un grupo de intelectuales catalanes acudió hoy a la fiscalía de Barcelona para protestar por la presencia en la ciudad del estadunidense David Duke, uno de los antiguos líderes de la organización segregacionista Ku Klux Klan y dirigente emblemático de los grupos que defienden la "supremacía blanca" en el mundo.
Duke vino a España a promover un libro en el cual alienta ataques contra el pueblo y los intereses judíos, y para estrechar lazos con las organizaciones de extrema derecha que en los últimos meses han incrementado sus actividades violentas, como en la que murió Carlos Javier Palomino, de 16 años, asesinado a puñaladas por un soldado español con vínculos a grupos neonazis.
Entre los grupos cercanos a los preceptos del fascismo y del franquismo se encuentran tres partidos políticos legales, Democracia Nacional, España 2000 y Alianza Nacional, que fomentan el ataque a migrantes y homosexuales.
Las dos últimas organizaciones invitaron al ex líder del Ku Klux Klan a España en el contexto de los homenajes al dictador Francisco Franco por el aniversario de su muerte el 20 de noviembre.
Duke ofreció su primera conferencia el pasado sábado en un hotel de Madrid, en un acto clandestino al que acudieron grupos de extrema derecha.
Pero Duke se presentará el sábado en Barcelona, en la librería Europa, un conocido centro de difusión de la ideología nazi.
Así, intelectuales denunciaron la convocatoria ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al considerar que puede ser una violación al artículo 510 del Código Penal, que establece que quienes "provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones por motivos racistas, antisemitas (...) serán castigados con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses".
Entre los denunciantes se encuentra la periodista y ex dirigente de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) Pilar Róala, el historiador Joan B. Culla, la jurista Magda Oranich, el ex diputado y periodista Vicenç Villatoro, así como los escritores Antoni Puigverd y Francesc Marc Alvaro.
Los intelectuales indignados por la presencia de Duke criticaron que "el mismo país que es capaz de juzgar la portada de dos humoristas por ejercer un acto de libertad –en alusión a la condena de los moneros de la revista satírica El Jueves–, permite que un personaje que hace apología del nazismo se pasee tranquilamente por la ciudad. Es contradictorio y espero que la Fiscalía lo resuelva".
Duke fue congresista del partido republicano por Lousiana y ha escrito varios libros en los que ataca lo que él llama "el supremacismo judío" y es el fundador de la Asociación Nacional para el Avance del Pueblo Blanco. Duke, después de dar su conferencia en Barcelona, participará en otro acto público en Valencia, invitado por el partido España 2000.
En el mismo contexto, en Granada, un grupo de jóvenes antifascistas se manifestó la noche del martes para recordar a Carlos Javier Palomino y en repudio a la presencia en la ciudad de militantes falangistas.
Después de que unas 500 personas se congregaron de forma pacífica en la plaza Einstein, un grupo más reducido se acercó a la iglesia donde celebraban una misa en recuerdo de Franco, para expresar su indignación. Fue entonces cuando la policía antidisturbios tuvo que poner fin a las disputas.
El enfrentamiento se saldó con cuatro detenidos, destrozos y algunos heridos leves. Como ocurrió en Barcelona, la policía dejó en libertad a los detenidos antifascistas tras imputarles los delitos de "resistencia, desobediencia y atentado contra agentes de la autoridad".
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