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martes, 24 de julio de 2018

El Jacobinismo y la Eñe

El jacobinismo galo hace de las suyas una vez más y mantiene su cerco alrededor de la letra ñ, misma que es requerida para ciertos nombres tanto en Breizh como en Euskal Herria.

Les invitamos a leer esto que se reporta desde Naiz:


La ministra de Trabajo francesa ha confirmado que París mantendrá el veto a la inscripción de nombres cuya grafía incluyan la 'ñ' o cualquier «signo desconocido para la lengua francesa». La polémica saltó con la inscripción de un niño bretón de nombre Fañch cuyo caso se resolverá dentro de algo más de dos meses.

Ion T. Barrena

Una circular gubernamental de 2014 veta la inscripción de nombres vascos como Eñaut o bretonés como Fañch al contener estos la 'ñ', un signo «no conocido» para la lengua francesa, «única admitida para los actos públicos», tal como insistió la ministra de Trabajo en el Senado francés al ser interpelada por su cerrazón ante otras lenguas.

El senador Michel Canevet llevó hace un par de semanas a la Cámara Alta francesa el caso del bretón de nombre Fañch cuyo registro ha quedado al albur de una decisión judicial. El niño nació en mayo del año pasado y su padre y madre lo registraron en Kemper (Quimper en francés), desde el Registro Civil bloquearon la inscripción al día siguiente por la 'ñ' que contenía el nombre. El Ayuntamiento dictaminó días después que sí aceptaba el registro. Sin embargo, en setiembre un juzgado de la misma ciudad anuló la inscripción en base a una circular gubernamental de 2014 que limita los caracteres de los nombres a «aquellos reconocidos en la lengua francesa». El 8 de octubre tomará la última decisión un juzgado de Rennes.

En ausencia de la ministra de Justicia, fue Muriel Pénicaud, ministra de Trabajo, la que confirmó que la circular seguirá en vigor y argumentó el veto gubernamental a los signos no reconocidos por la Academia francesa. La ministra admitió «el principio de libertad de elección del nombre» de un niño o niña pero añadió que la legislación «no permite signos diacríticos no reconocidos en la lengua francesa». «La lengua francesa es en efecto la única admitida para el establecimiento de actos públicos», sentenció. A modo de «alternativa», la ministra dijo que «la ley en vigor no excluye que los ayuntamientos puedan expedir libros de familia bilingües» aunque matizó que la lengua oficial será el francés y «la traducción en lengua regional servirá simplemente para el uso». Cerró su intervención ahondando en esa idea y afirmando que «esta solución podría ayudar a padres y madres a encontrar una solución garantizando siempre el respeto a la lengua francesa». En definitiva, que la «solución» planteada por la ministra es que a efectos oficiales, el francés es la lengua única.

Durante los últimos meses se han producido protestas por el desprecio que muestra París hacia las lenguas que no son el francés, la reivindicación por la inscripción del pequeño Fañch también se vio en el Tour a su paso por Bretaña.

Varios colectivos han protagonizado durante los últimos meses protestas por el caso de Fañch y exigen la oficialidad del bretón. Es el caso de Ai'ta, colectivo de defensa y la promoción de la lengua bretona o la asociación antirepresiva Skoazell Vreizh. La 'ñ' se ha convertido en su símbolo del respeto a las lenguas.







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