Los demócratas de siempre alguna vez dijeron que sin violencia podría haber vía abierta al diálogo.
Hace seis años llegó el fin de la violencia y la vía al diálogo no se abrió.
Entonces exigieron la entrega de las armas.
La entrega de las armas llegó hace ya casi un año y la vía al diálogo continuó cerrada.
Entonces exigieron la disolución.
El aviso de la disolución/desmovilización/punto final llegó hace un par de días y, como lo podrán imaginar, del diálogo ni sus luces.
Más bien, al contrario, tal como nos informa este artículo de El País, los borbónico bananeros y sus Gunga Dines vascongados han decidido dar otra vuelta a la tuerca, rechazando - o sea, criminalizando - las bienvenidas que se da a los presos políticos vascos en sus pueblos y barrios al ser excarcelados y por lo tanto haber cumplido con creces su deuda con la sociedad, principio jurídico básico en cualquier estado democrático.
Para ello, han recurrido a planteamientos desde totalmente infantiles como los de Iñigo Iturrate hasta los abiertamente hostiles, como los de Borja Semper.
A Iñigo Iturrate le decimos que lo primero que debiera preguntarse es por qué familiares, amigos y vecinos se muestran tan deseosos de dar la más humana y calurosa de las bienvenidas a sus presos cuando estos por fin salen libres. Que recuerde Iturrate que las bienvenidas no las convocan ni partidos políticos ni organismos sociales ni sindicatos, se dan espontáneamente cuando vecinos y amigos deciden arropar a la familia en un momento tan trascendente como es la reunión con quien sufriera toda la brutalidad de un estado retrógrada y vengativo.
Ahora bien, hacer un comparativo con agresores sexuales es a la vez mendaz y pueril. Pero le decimos a Iturrate que inclusive las familias de quienes hayan estado presos por delitos de índole sexual podrían recibirlos una vez liberados si así quisieran, aunque suponemos que será más difícil concitar el apoyo de amigos y vecinos, dadas las circunstancias. Tal vez por eso a la fecha no se han presentado.
Pero es que además, las bienvenidas tienen un factor muy particular. Se les da ese recibimiento en forma de ongi etorri por el simple hecho de que el 99% de los presos políticos vascos sufren de esa medida penitenciaria de excepción conocida como la dispersión. Es por eso que se les da la bienvenida al terruño, porque antes fueron obligados por la fuerza a permanecer alejados de su entorno familiar y social.
Hasta donde sabemos, a los violadores de Iturrate no se les dispersa.
Ahora bien, con lo que respecta a Semper y su campaña de odio en contra de la infancia vasca, le decimos: a los "renegados" que les den la bienvenida sus familiares, amistades y vecinos. Si no hay quienes quieran hacerlo pues entonces invitamos al PP, a la AVT y a Covite a organizar dichos ongi etorris, faltaba más.
Para terminar, tanto a José Antonio Pastor como a Iñigo Iturrate y Borja Semper les decimos. humillación a las víctimas es tenerles enterrados en el Valle de los Caidos, en las cunetas y en las tapias de los cementerios... a 80 años del levantamiento fascista.
Además, que precisamente esta discusión se haya dado en una fecha tan infame para el franquismo borbónico como lo es el 23-F da para pensar.
Pero bueno, por mientras, aquí les dejamos con la información:
El Parlamento vasco rechaza los homenajes a etarras con la abstención de Bildu
La izquierda 'abertzale' justifica los recibimientos a expresos porque "son bienvenidas sin exaltación ni jactancia"
Mikel Ormazabal
El Parlamento vasco ha mostrado este jueves, con el apoyo de todos los grupos y la abstención de EH Bildu, su "rechazo a los homenajes públicos" a quienes hayan pertenecido a ETA o hayan "utilizado o justificado la violencia como medio para conseguir fines políticos" porque estos actos de exaltación van contra los derechos humanos y "suponen una revictimización" para las víctimas del terrorismo.
La izquierda abertzale se ha quedado sola en la justificación de los recibimientos que miembros de ETA vienen recibiendo en sus localidades cuando regresan a casa tras cumplir la condena. El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga ha tratado durante el debate de aclarar que los recibimientos a etarras, como el celebrado el pasado domingo en Andoain (Gipuzkoa) a dos activistas que dieron información al comando de ETA que asesinó a Joseba Pagazaurtundua, "no son actos de homenaje", sino "ongi etorris" (bienvenidas, en euskera) en los que "no hay exaltación, loa, ni jactancia".
Los representantes del PSE y del PNV, José Antonio Pastor e Iñigo Iturrate, respectivamente, le han interpelado a Arzuaga si EH Bildu aceptaría que un violador que sale de la cárcel fuese recibido con aplausos por sus familiares en la plaza del pueblo. "Si esto es rechazable, ¿por qué es aceptado el homenaje para alguien que ha señalado a una persona para que se le asesine?", le ha inquirido Iturrate sin obtener respuesta desde la bancada abertzale.
El debate en la Cámara vasca se ha celebrado este jueves tras una enmienda que el PP presentó a mediados de diciembre pasado en contra de la celebración de actos de homenaje a terroristas. Borja Sémper ha señalado que en 2017 se contabilizaron "más de 70 recibimientos" a miembros de ETA y que en lo que va de 2018 ya se han celebrado otros cuatro. El calendario parlamentario ha querido que este debate se haya producido solamente cinco días después del polémico tributo que unas 200 personas rindieron en plena calle a Iñaki Igerategi e Ignacio Otaño, dos expresos de ETA que colaboraron en el asesinato de Pagaza. Ha coincidido con el recuerdo que toda la Cámara de Vitoria (incluidos los representantes de EH Bildu) ha rendido a los parlamentarios socialistas Fernando Buesa y Enrique Casas, asesinados por ETA y los Comandos Autónomos Anticapitalistas, respectivamente.
El pleno del Parlamento ha aprobado finalmente una enmienda pactada a última hora por el PNV, el PSE y Elkarrekin Podemos, y a la que el PP se ha sumado en su primer punto, el relativo al rechazo a estos actos de homenaje. La proposición original del PP, además de rechazar estos homenajes, proponía que la Ertzaintza los impidiese.
Sémper ha explicado que en el acto de bienvenida en Andoain a los dos expresos de ETA "había niños y adolescentes que no han vivido el terrorismo" y a los que se está "contagiando el odio". "No podemos mirar para otro lado, primero por la memoria de las víctimas y segundo, por la dignidad de esta tierra y de los miles de personas que dijeron basta ya al terrorismo de ETA", ha añadido el parlamentario popular, a quien el resto de grupos ha recriminado por negarse a participar en la Ponencia de Memoria del Parlamento.
EH Bildu ha tratado de justificar los recibimientos que reciben antiguos activistas de la banda como "actos de bienvenida" en los que "no se ensalza el currículum delictivo de nadie", sino que deben considerarse como "la celebración de su reinserción en la sociedad". Arzuaga, que ha preguntado si estas personas no tienen derecho a ser recibidas por sus familiares y amigos, ha recordado que la Audiencia Nacional está archivando "sistemáticamente" todas las denuncias que se han interpuesto por actos similares sin apreciar que en los mismos se produce una apología del terrorismo. También ha querido subrayar que en los recibimientos "nadie quiere ofender a las víctimas".
"No es una cuestión penal, señor Arzuaga", le ha respondido Iturrate (PNV): "El debate no es si en Andoain se produjo o no un delito. Se trata de reconocer que son actos que producen una profunda vergüenza pública y democrática. Únanse a esta reflexión", le ha espetado. El socialista José Antonio Pastor ha apostillado que "no todas las bienvenidas [a etarras] han sido tan limpias ni blancas como plantea EH Bildu", formación a la que ha emplazado a sumarse al acuerdo de quienes "rechazan expresamente cualquier acto que humille a las víctimas, que se aplauda a quienes perpetuaron durante medio siglo la extensión del miedo o la aniquilación del adversario político".
Sémper, crítico con los representantes de Bildu por justificar que este tipo de tributos a exmiembros de la banda se celebren en el espacio público, ha preguntado a esta formación si "este es el sincero reconocimiento del daño causado" que los dirigentes abertzales dicen asumir "retóricamente" en sus manifestaciones públicas. También ha quedado sin respuesta otra de sus preguntas: "¿Por qué no se recibe de esta manera a los que han renegado de ETA, como Carmen Guisasola, Iñaki Rekarte o Chelis?".
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