Con el árbitro hemos topado.
Resulta que un señor muy andaluz, como esos que incitaron a los Guardias Civiles que fueron movilizados hacia Catalunya en los días previos al referendum del 1° de octubre al grito de "A por ellos oé, a por ellos oé" , se ha sentido muy incómodo al tener que pitar en un encuentro entre dos escuadrones vascos y ha ordenado, tajantemente, que puesto que su grama forma parte de la Eshpaña Una Bajo Dios ahí no se podía hablar euskera.
Sería interesante saber en que artículo o inciso del reglamento se ha basado para sustentar la prohibición.
Su nombre es Manuel Sarrión González, aquí la información que nos proporciona la página Mundo Deportivo:
Ha sucedido en el Idiazabal-Elgoibar de Regional Preferente y los dos clubs van a presentar una carta de denuncia.Oier Erkizia“Si alguien habla euskera, se va a la calle”. Así, en estos inusuales términos, ha comenzado la reunión previa al partido de Regional Preferente que disputaron este din de semana Idiazabal y Elgoibar en casa de los primeros. El autor de estas lamentables palabras ha sido el colegiado del encuentro, Manuel Sarrión González, del comité andaluz, que de esta manera ha querido erigirse en protagonista de un duelo que se ha tenido que desarrollar íntegramente en castellano ante amenaza de expulsión. Tal cual. El encuentro, por cierto, ha terminado sin goles y sin incidentes.Matías Aranburu, presidente del Idiazabal KE, ha explicado a MD los acontecimientos con detalle. “Antes del partido, el árbitro nos ha comunicado que no quería oír una sola palabra en euskera durante el partido. Que entendía algunas palabras pero que no iba a ser capaz de entender insultos y demás. Lo ha dicho con una actitud chulesca y nos ha amenazado con expulsar a cualquiera que hablara euskera”, relata. “He intentado explicarle que aquí siempre se habla euskera y que los insultos y faltas de respeto los iba a entender tanto en un idioma como en el otro pero ha sido en vano”, prosigue.En los mismos términos se expresa Omar Aizpuru, joven entrenador del Elgoibar que no podía ocultar su sentimiento de rabia durante el viaje de vuelta en autobús. “Es la primera vez que me pasa algo parecido y es inaudito. Nos parece inaceptable que el colegiado haya venido con esas amenazas y que nos haya obligado a comunicarnos a todos en castellano. Yo y varios jugadores somos de Azpeitia y no lo dominamos, lo que ha dificultado las comunicaciones durante todo el partido”, explica por teléfono a MD.Los dos clubs han decidido jugar el partido bajo esta realidad distorsionada para evitar problemas mayores y no enfrentarse a sanciones, pero tomarán cartas en el asunto a partir de ahora. “Nos vamos a reunir los dos clubs y vamos a mandar cartas de denuncia, tanto a la Federación como al Comité de Árbitros. Es una vergüenza”, cuenta Aranburu.No ha sido la única anomalíaEn palabras del técnico del Elgoibar, “este colegiado llegó en diciembre de Andalucía y al parecer ya tiene ganas de volver. Ha querido dar la nota”. De hecho, no ha sido la única anomalía que se ha vivido en el campo de Arizkorreta.“Nuestro portero siempre juega con calcetines blancos y el árbitro le ha obligado a ponerse unos negros, pero como el guardameta del Elgoibar también los usa de ese color, al final se ha tenido que poner unos azules”, relata Matías Aranburu.Los prolegómenos del partido también han sido extraños, ya que “ha querido que los dos equipos salieran juntos de los vestuarios con él al frente, como si fuera un partido de Primera o de la Champions. Los jugadores han tenido que saludar a la grada, solo han faltado los niños”, continúa.90 minutos de comunicación obligada en castellano han terminado sin incidentes, sin goles y con una grada que no se podía creer lo que estaba escuchando. “Aquí siempre se habla en euskera, es lo más normal del mundo, y el público se ha extrañado desde el principio. La noticia se ha conocido en el descanso y algún que otro aficionado veterano ya le ha dicho que si no quiere oír el euskera se puede volver a su casa”, concluye Aranburu.
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