El Legado de Baltasar Garzón

Baltasar Garzón llegó a ser uno de los represores más mimados por el régimen español, hasta que un día, por algún motivo, los que realmente mandan en Madrid se cansaron de él y lo defenestraron.

Demasiado tarde, durante su fulgurante carrera destruyó muchas vidas en Euskal Herria, causando heridas de las que apenas se empieza a recuperar un pueblo al que Garzón odió con cada fibra de su ser.

Aquí les presentamos esta nota y video publicados en Naiz.info:

Ainhoa Irastorza, Iker Zubia, Aratz Estomba y Jon Beaskoa, presos por Gestoras, quedan en libertad

Ainhoa Irastorza, Iker Zubia, Aratz Estonba y Jon Beaskoa han abandonado esta mañana las prisiones de Valladolid, A Lama, Ocaña II y Teruel, respectivamente, tras cumplir las condenas de ocho años de cárcel impuestas por formar parte de Gestoras pro-Amnistía.

Ainhoa Irastorza, natural de Ordizia; Iker Zubia, de Gasteiz, Aratz Estonba, de Donostia, y Jon Beaskoa, de Bilbo, fueron  cuatro de las trece personas detenidas en la operación dirigida por el juez Baltasar Garzón y desarrollada por la Policía española en la madrugada del 31 de octubre de 2001. En noviembre el magistrado imputó en ese mismo caso a otras quince personas. En diciembre de 2001 Garzón decretó la ilicitud y la suspensión de actividades de Gestoras, y en febrero de 2002 hizo lo mismo con Askatasuna, añadiendo más nombres al sumario.

El juicio en la Audiencia Nacional se celebró siete años más tarde, comenzó en abril de 2008 y se prolongó hasta julio. La sentencia fue publicada en setiembre. Veintiún de las veintisiete personas procesadas fueron condenadas a penas de entre 8 y 10 años de prisión. Irastorza, Zubia, Estonba y Beaskoa fueron cuatro de las que presentaron recurso ante el Supremo, que en octubre de 2009 ratificó la sentencia. Fueron detenidos para completar el resto de la pena, de la cual ya habían cumplido una parte en prisión preventiva. 

El video de la salida de Ainhoa y el cariñoso recibimiento de los suyos:

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Ocho años de cárcel por gestionar una amnistía para los presxs políticxs vascxs. O sea, condenados por un ególatra a pasar una gran porción de su vida tras las rejas por el solo delito de ayudar generosamente a otrxs.

Pero, como corolario, vean bien el video que acompaña a la nota, Garzón difícilmente recibirá algún día esas muestras de cariño.

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