Desde el blog About Basque Country traemos a ustedes esta entrada digna de la etiqueta Kurlansky Arzalluz.
En la misma, se detalla un descubrimiento reciente que tiene que ver tanto con cartografía como con el euskera.
Lean ustedes:
Gracias a la colaboración de un vasco que vive a caballo entre su país, Washington y New York, hemos conocido un mapa otomano, publicado en el periodo de entreguerras (1920-1939) por los cartógrafos británicos conocidos George Phillip & Sons (como mucho de los mapas de ese país en la época), que esconde un pequeño secreto.El mapa se encuentra, por cierto, en un artículo publicado en la web The Aftermnoon Map, dedicada a mapas relacionadas con la cultura turca, por Nick Danforth, de la Georgetown University. En este artículo se analiza un mapa de Europa en el que alguien, seguramente algún niño, iba sombreando las conquistas del ejército nazi a finales de 1939. De ahí su llamativo título.No se trata de un secreto porque este escondido, sino porque entre tantos datos, la información que nos ha llamado la atención pasa desapercibida. El mapa en cuestión es una representación de la división política de Europa en el periodo comprendido entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Pero en su extremo inferior derecho nos ofrece un pequeño mapa de Europa, en el que se definen las diferentes «razas» que conforman el continente europeo, parte de Asia menor y el norte de África. Ponemos «razas» entre comillas, porque según se puede deducir de lo que se explica de ese pequeño mapa, se trata más de una representación de la distribución de las familias lingüísticas que se pueden encontrar en ese territorio.Así que mirando el mapa, nos encontramos en el extremo inferior derecho del Golfo de Bizkaia, en un territorio que se extiende a ambos lados del extremo occidental de los Pirineos una mancha oscura, cuyo color no tiene referente en el índice explicativo de estos. Es decir un color misterioso que marca algo que existe pero que los creadores del mapa no han podido definir. Tan importante como para ser marcado de una forma llamativa, pero tan extraño como para no poder ser definido en un mapa que busca ser esquemático.Ni que decir tiene que esa marca oscura, que esa especie de agujero negro que se come la capacidad sintética de los creadores del mapa, es el Euskera.Por cierto, el maravilloso blog en el que se encuentra este mapa, nos ha llevado a descubrir otro también muy interesante, que, dado que merece una entrada propia, lo vamos a comentar más adelante.
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