A tan solo tres meses de recobrar su libertad después de haber pasado trece años en los calabozos del españolismo no nacionalista por la quema de un autobús, Etxerat reporta el fallecimiento del preso político vasco Arkaitz Bellón.
Aquí la información que trae a nosotros Naiz:
Hallan muerto en su celda al preso de Elorrio Arkaitz BellónEtxerat ha informado de la muerte del preso vasco Arkaitz Bellón, que se encontraba encarcelado en la prisión de Puerto de Santamaría (Cádiz).Según la información de la que dispone Naiz, el cadáver del preso de Elorrio, de 36 años, ha sido hallado en su cama durante un recuento. Bellón tenía fijada su fecha de salida en el próximo mes de mayo, tras pasar trece años en la cárcel. Los abogados de confianza y la familia han solicitado personarse en la autopsia mediante un médico de confianza.Instituciones Penitenciarias (IIPP) ha explicado, a través de una nota, que los funcionarios han hallado a Bellón inmovil en su cama «tras el descanso posterior a la comida. Avisados inmediatamente los servicios médicos del centro, constataron que el interno se encontraba sin vida y sin ningún signo externo de violencia. El interno permanecía solo en la celda, al encontrarse clasificado en 1º grado de tratamiento».El comunicado añade que «no constaban antecedentes de patologías médicas que pudieran hacer predecible este desenlace» y que «su fallecimiento apunta a causas naturales», si bien se ha «ordenado la apertura de una información reservada».En la actualidad se encontraba en Puerto de Santamaría (Cádiz). Anteriormente estuvo en Sevilla, donde el pasado marzo fue objeto de una paliza por parte de funcionarios. También denunció agresiones en Puerto III en 2010 y en Algeciras en 2008. En diciembre de 2007, sus familiares sufrieron un accidente de tráfico cuando acudían a una visita a la cárcel de Herrera.Etxerat ha subrayado la gravedad de este suceso y ha recordado que el preso de Elorrio «se encontraba dispersado a más de 1000 kilómetros de Euskal Herria». El colectivo de familiares ha denunciado que «la dispersión , además de suponer un castigo añadido tanto para presos como para familiares, posibilita agresiones y sucesos tan trágicos como estos. Desde Etxerat queremos recordar que esta es la tercera muerte que se registra en menos de un año tras los fallecimientos de Anjel Figueroa y Xabier López Peña».
Y sí, definitivamente es "natural" que alguien que sufrió tantas vejaciones a manos de un régimen conocido por su brutalidad, muera.
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