Hace ya algunos años el régimen borbónico-franquista logró lo impensable, que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo fallará a favor de la ilegalización de la formación política de la izquierda abertzale, avalando el Apartheid en la propia Europa.
Pero las cosas han cambiado a últimas fechas y desde Estrasburgo les han propinado un balde de agua tras otro, no digamos fría, helada.
Ahora el caso de aquella ilegalización vuelve al TEDH, y midiendo la temperatura a través de esta nota en El Mundo, el régimen está nervioso. Lean ustedes:
Los vascos sufragarán la defensa del 'caso Atutxa' ante Estrasburgo
Leyre Iglesias
El Parlamento Vasco -las arcas públicas- costeará toda la defensa ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos del ex presidente de la Cámara Juan María Atutxa y los ex miembros de la Mesa Gorka Knörr y Kontxi Bilbao, condenados por el Tribunal Supremo por desobedecer la orden de la Audiencia Nacional de disolver el grupo Sozialista Abertzaleak tras la ilegalización de Batasuna en 2003. El PNV y EH Bildu votaron ayer juntos para aprobar esta decisión, que no es nueva: el hemiciclo lleva pagando la defensa de los tres condenados desde entonces.
Ahora el coste se elevaría teniendo en cuenta la próxima parada a la que pretenden acudir, Estrasburgo. El Parlamento seguirá prestando a sus servicios jurídicos para esta causa y pagando los gastos de "asesoramiento" y "desplazamientos", según la petición que presentó la presidenta Bakartxo Tejeria (PNV).
El texto está firmado por el letrado mayor de la Cámara, Eduardo Mancisidor, el mismo que hace 11 años evitó con su dimisión los problemas judiciales que sí tuvieron los parlamentarios.
El caso se remonta a la segunda legislatura del tripartito de Ibarretxe, cuando el Tribunal Supremo ilegalizó a HB y a sus marcas sucesoras por connivencia con ETA. Un fallo que el Tribunal de Estrasburgo avaló completamente en 2009, lo que cerró todas las puertas a la izquierda abertzale y la empujó a imponerse a una ETA extasiada.
Aquel fallo del Supremo mandató al Parlamento que disolviera el grupo de Sozialista Abertzaleak, de Arnaldo Otegi.
El Gobierno de PNV, EA y EB, con el rechazo del PSE-EE y del PP, apoyó la decisión de Atutxa, Knörr y Bilbao: desobedecer la orden del Supremo esgrimiendo la autonomía parlamentaria y mantener a la izquierda abertzale en sus escaños.
Empezó un largo periplo judicial impulsado por el sindicato Manos Limpias. Primero el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco los absolvió al entender que estaban protegidos por la inmunidad parlamentaria. El Supremo revocó esta decisión por dos veces y los condenó en 2008 por un delito de desobediencia a la autoridad judicial. Fueron 12.000 euros de multa y un año de inhabilitación para Knörr y Bilbao y 18.000 euros y un año y medio de inhabilitación para Atutxa. Los tres pidieron amparo al Constitucional, que en diciembre de 2013 se lo negó, con siete votos a favor y cuatro en contra.
"En cumplimiento de un acuerdo de la Mesa de junio de 2003, los servicios jurídicos han venido asumiendo sin interrupción la defensa de los tres ex parlamentarios. Dada la trascendencia del paso [ir a Estrasburgo] así como sus posibles repercusiones de distinto tipo -entre otras también económicas (asesoramiento, desplazamientos...)-, los servicios jurídicos no pueden adoptar por sí mismos esta decisión", asegura Mancisidor en su propuesta.
El portavoz socialista, José Antonio Pastor, criticó que la Cámara asuma costear la defensa de quienes "adoptaron la decisión particular de no acatar las órdenes dadas por los tribunales" y reclamó que se defiendan "con cargo a sus bolsillos" teniendo en cuenta que "muchísimos ciudadanos" no pueden acceder a la justicia por la aplicación de las tasas judiciales. El PSE-EE también aduce que Estrasburgo juzga sobre derechos fundamentales del individuo, no de las instituciones, y que los condenados ya no son parlamentarios.
Resulta que ahora les preocupan mucho "los vascos". En su momento, le negaron a "los vascos" la oportunidad de tener todas sus propuestas políticas en el parlamento de la CAV, ¿por qué les extraña y les duele que todos "los vascos" afronten los gastos requeridos para enmendar al menos en parte aquella atrocidad antidemocrática?
Aquel fue uno de los momentos más dignos del PNV en décadas recientes, se debe acompañar la lucha de estos tres ex-parlamentarios por limpiar su nombre.
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