Desde las páginas de Gara traemos a ustedes un nuevo zasca a Pedro José Chacón por parte de Maite Soroa:
Maite SoroaAl hilo de la polémica desatada sobre la txupinera por los sectores más cavernarios de la política y la prensa, ayer «El Correo» publicó un artículo de Pedro José Chacón, profesor de Historia del Pensamiento Político en la UPV, que resta argumentos a quienes defendemos las bondades de pasar por esa escuela de la vida que es la Universidad. Resulta que el señor profesor lamenta que en el inicio de Aste Nagusia «se siguió con el tono, las consignas y la parafernalia de otros tiempos, con alegría y entusiasmo, como siempre ha ocurrido en nuestras fiestas desde que tenemos memoria». No se da cuenta que meter en la misma frase «de otros tiempos» y «siempre» no es compatible, aunque si buscaba signos de otros tiempos podría echarle un vistazo a la foto que publicaba en portada el diario en el que escribe. Matar toros, eso sí que les genera alegría y entusiasmo.Pero no nos desviemos del artículo, ya que el profe se luce. A su juicio, «aparte la pretensión de incumplir de modo flagrante nuestras propias leyes, aprobadas en sede parlamentaria por nuestros representantes políticos, lo que aquí ha habido sobre todo es una falta de previsión absoluta, una carencia espectacular que sin duda habrá que suplir de algún modo a partir de septiembre, en el seno del Parlamento vasco, porque el Plan de Paz y Convivencia no previó en absoluto que en Euskadi cuando se han producido siempre (...) más actos de exaltación del terrorismo y en consecuencia, más menosprecio de sus víctimas es en las fiestas del periodo estival». ¿No les parece ridículo? Sí, ¿verdad? Pues cuidado, porque Chacón va embalado. Lean, lean: «si en el plan de paz se hiciera mención expresa (...) de los momentos del año en los que habría que aplicar más específicamente sus propuestas, nuestras fiestas tendrían que cambiar de hábitos y de planteamiento de un modo total y radical». ¿Pero ya sabrá éste qué son unas fiestas? Le propongo que vaya por txosnas, tabernas y kalejiras con su «cambio radical de hábitos» a ver qué le dicen.Total, que a su juicio «queda mucho trabajo por hacer para que el Plan de Paz y Convivencia (...) pueda tener un camino mínimamente despejado en nuestra sociedad, que tanto lo necesita, y sobre todo en fiestas, momento especial del año en el que muchos bajamos la guardia para disfrutar y otros aprovechan eso para llevarnos, entre risas y saltos, a su redil político». Sí, al lado oscuro, que miedo...
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