Gracias a Iñigo Saldise por compartir esta semblanza acerca del águila y su preponderancia como símbolo de muchos pueblos:
Iñigo Saldise Alda
Arrano: Animal, símbolo y sentimiento
El águila real (Aquila chrysaetos) es una de las aves de presa más extendida por el mundo y por lo tanto conocida por los pueblos que lo habitan. Debido a su vuelo, porte, fuerza y precisión impecable en la caza, está considerada como el ave más poderosa de la tierra, reina entre las de su especie. Las águilas reales son monógamas, es decir fieles a su pareja durante toda su vida, criando siempre en el mismo territorio, pero alternado cada año el lugar del nido.
Este poderoso ave rapáz, desde tiempos remotos, se ha identificado siempre como símbolo de grandes señores de la Tierra y del cielo, para convertirse después, en símbolo de guerreros, emperadores, reyes, dictadores, dioses, naciones, entre otros.
Por su asociación con dioses, el águila se ha convertido en la representación solar en forma de ave. Ejemplo de ello lo podemos encontrar en la cultura de la antigua Siria, donde el águila era identificado con el dios del Sol, pero también aparece en rituales de los nativos americanos, donde empleaban las plumas de este bello ave rapaz, para conseguir el poder del astro rey.
El águila representaba al dios griego Zeus, en la Biblia simboliza el poder de Dios y en el islamismo lo empleó como alegoría de la soberanía de Alá. En la India se asoció al águila con el dios Visnú, mientras que debido a la fuerza y el poder de esta majestuosa ave, dejó de ser un símbolo religioso y fue asociado a guerreros y emperadores en la antigua China. Por ello el águila apareció posteriormente en los estandartes aqueménidas persas y más tarde en los lábaros de las legiones del imperio romano y también el símbolo del Cesar.
De Roma pasó a Bizancio, donde la representación del águila comenzó a ser bicéfala. Carlomagno adoptó al águila bicéfala como símbolo para su Sacro Imperio Germánico. La caída de Constantinopla en 1453, provocó que varias casas reales de Europa oriental adoptaran el águila real bizantina como emblema, intentando con ello ser considerados los herederos del caído Imperio Romano de Oriente. Por esta razón, el águila bizantina fue también el emblema del Imperio Ruso, recuperado para el escudo de Rusia tras la desaparición de la URSS, e incluso hoy en día aparece en el centro de la bandera de Albania.
Los Habsburgo también adoptaron como distintivo el águila bicéfala. Algo que los navarros pudieron comprobar en las banderas de las tropas invasoras españolas de Carlos I de España y V de Alemania, en la batalla de Noain de año 1521, eso si, el águila real ya había pasado a ser imperial.
El águila de una sola cabeza volvió a ser utilizada como distintivo por Napoleón durante el efímero Primer Imperio Francés. Pero antes de eso, los padres de la independencia de los Estados Unidos, con el fin de hacer ver la llegada de un nuevo Imperio Americano, cogieron como escudo de su país un águila, pero no real, ya que fue sustituida por el águila de cabeza blanca, autóctona de América del Norte.
En cambio, el águila que aparece en la bandera nacional de México, no tiene nada que ver con las insignias imperiales europeas o incluso el origen de la estadounidense, sino que es heredera de la leyenda de los mexicas o aztecas, que nos habla de la fundación de Tenochtitlan, y por ello no aparece en pose heráldica sino devorando una serpiente.
Los nazis alemanes, encabezados por Adolf Hitler, también tomaron como símbolo un águila imperial de una sola cabeza que apoyaba sus garras sobre la esvástica. Tras la derrota del III Reich, la República Federal de Alemania mantuvo como escudo un águila real, diferente al imperial nazi, que se mantiene en la actualidad tras la unificación alemana.
Otro dictador, Francisco Franco, volvió a introducir el águila real en el estado español, rescatándolo del escudo de los reyes católicos, que lo añadieron al escudo español en el año 1496, tras el consentimiento de Alejandro VI. Éste águila que representa en la religión católica al aposto San Juan, fue suprimido después de que los españoles realizaran su constitución en el año 1978.
Algunos países islámicos como Egipto e Irak, han incluido la llamada águila de Al-Nasir Salah ad-Dan Yusuf ibn Ayyab, más conocido en occidente como Saladino, emblema usado por este gran sultán musulmán, durante las Cruzadas del siglo XII. Este símbolo está asociado en la actualidad, a un movimiento denominado panarabista, que ambiciona lo que consiguió Saladino, es decir, retornar Jerusalén a manos de los musulmanes y unificar Oriente Próximo en un solo estado.
Los vasco(ne)s también hemos utilizado el símbolo de águila en nuestra historia. Tal vez el más conocido sea un águila negra, sello y escudo heráldico del rey de Navarra, Sancho VII el Fuerte. El águila también aparece en tumbas de familiares directos del rey navarro, e incluso en estelas funerarias que no tiene nada que ver con la familia real vascona.
En los últimos años, aparece un arrano beltza en una bandera amarilla, en actos realizados por un grupo fascista español, la falange. Los miembros fascistas de ese grupo, en su desconocimiento y manipulación de la historia del Estado vasco(n) de Navarra, atribuyen dicha bandera a Sancho III el Mayor, al cual la historiografía nacional española le atribuye erróneamente ser el primer emperador de España, negando parte de su propia historia con ello.
Realmente fue un independentista vasco(n), concretamente Telesforo Monzón, quien con una interpretación muy personal, crea la actual bandera del Arrano Beltza sobre fondo amarillo, el cual sustituye al tradicional color rojo de los vascones independientes o navarros. Esta bandera amarilla con el arrano beltza en el centro, ha calado muy hondo en el sentimiento del movimiento independentista vasco(n) y así la podemos encontrar en la mayoría de actos realizados por este pueblo, los cuales están encaminados para recuperar la independencia del Estado de Navarra.
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