A quien conozca de cerca la carrera y andanzas de Lech Walesa no le caerá de sorpresa las declaraciones que ha hecho con respecto al actual proceso político en Euskal Herria de acuerdo con el artículo publicado al respecto por Deia.
Estudiémoslo parte por parte y desde el mismísimo título:
Estimado Lech, la recuperación de la soberanía por parte del pueblo vasco traerá como consecuencia directa la reducción de fronteras, verá, hoy mismo hay una que divide internamente a Araba y la separa de Trebiñu, hay otra que separa a Nafarroa de la Comunidad Autónoma Vasca y otra que la separa de Iparralde, así mismo hay una más que separa a esta última con la ya citada Comunidad Autónoma Vasca, eso suma un total de cuatro fronteras separando al pueblo vasco, pero una vez que Euskal Herria obtenga su independencia solo habrá dos fronteras, una con el estado español hacia el sur y otra con el estado francés hacia el norte.
Continuemos:
Esto último que vaya y se lo diga a los montenegrinos que apenas hace unos días y por lo tanto en pleno siglo XXI, han votado por su independencia de Yugoslavia, un proceso que precisamente un español intentó torpedear. Hemos conocido casos de memoria corta y selectiva, pero lo de Walesa parece ser patológico. Pero veamos:
Y eso es exactamente lo que están haciendo los estados español y francés, quitar del medio al pueblo vasco por que apoderarse de las riquezas de Euskal Herria les resulta rentable como mínimo.
Lo que no está en venta y no se puede comprar Sr. Walesa es la dignidad del pueblo vasco, ni su memoria, ni su historia milenaria, ni su lengua única, ni su larga lucha están a disposición del mejor postor. Y si no importa que sea uno polaco, húngaro o español, ¿por qué no podemos hacer que "gane Europa" contribuyendo como lo que somos, vascos? ¿Por qué debemos aceptar una nacionalidad impuesta a sangre y fuego?
Eso es precisamente lo que estamos buscando, tener los mismo derechos, no ser ciudadanos de segunda clase ni sufrir los efectos del apartheid impuesto desde Madrid y París. Efectivamente, hay pueblos que desaparecieron por que gente como usted permitieron a estados expansionistas hacer lo que les venía en gana, los vascos no vamos a permitir que eso suceda con nosotros, el régimen colonial de nuestros vecinos nos divide internamente.
Después Walesa parece haber tenido un ataque de verborrea por demás intrascendente, vean:
Así pues, lo que Walesa realmente hizo en Bilbao fue pedirle a los vascos que renuncien a sus derechos como pueblo en favor de la propuesta colonialista, racista y supremacista de París y Madrid. Y lo hizo precisamente cuando Madrid y París se han rehusado a dar pasos firmes en pos del proceso de paz que vivimos.
Claro, mañosa y cobardemente habla de que las "luchas por tierra" terminaron el siglo pasado, para evitar que así quien lo escucha o lee le plantée que exija se borre la frontera entre Polonia y Rusia. Lo que es peor, reduce el sueño de libertad vasco a un grosero y mundano problema de tierra.
Por esto es que Lech Walesa, niño mimado de la extrema derecha, esa que incluye a individuos de baja ralea como José María Aznar y Juan Carlos Borbón, se ha ganado a pulso el título de vascófobo de la semana.
Estudiémoslo parte por parte y desde el mismísimo título:
Lech Walesa pide a los vascos que "luchen por la libertad, pero que no pongan más fronteras"
Estimado Lech, la recuperación de la soberanía por parte del pueblo vasco traerá como consecuencia directa la reducción de fronteras, verá, hoy mismo hay una que divide internamente a Araba y la separa de Trebiñu, hay otra que separa a Nafarroa de la Comunidad Autónoma Vasca y otra que la separa de Iparralde, así mismo hay una más que separa a esta última con la ya citada Comunidad Autónoma Vasca, eso suma un total de cuatro fronteras separando al pueblo vasco, pero una vez que Euskal Herria obtenga su independencia solo habrá dos fronteras, una con el estado español hacia el sur y otra con el estado francés hacia el norte.
Continuemos:
Walesa ha estado en Bilbao con motivo de las Jornadas Católicos y Vida Pública, organizadas por la Asociación Católica Propagandista, que comienzan mañana en el Palacio Euskalduna. En una comparecencia previa ante los medios de comunicación, el histórico dirigente polaco se ha referido a la situación política que vive Euskadi y ha emplazado a los vascos a conseguir que "toda Europa sea vuestra".
Vasco Press Bilbao
El ex presidente de Polonia, Lech Walesa, ha aconsejado hoy a los vascos que "luchen por la libertad, pero que no pongan más fronteras", tras asegurar que la época de "las divisiones y las luchas por la tierra" acabó con el nuevo siglo.
Esto último que vaya y se lo diga a los montenegrinos que apenas hace unos días y por lo tanto en pleno siglo XXI, han votado por su independencia de Yugoslavia, un proceso que precisamente un español intentó torpedear. Hemos conocido casos de memoria corta y selectiva, pero lo de Walesa parece ser patológico. Pero veamos:
Quien liderara la caída del comunismo en Polonia ha recordado que "en el pasado nos dividíamos, cambiábamos la fronteras e incluso quitábamos del medio a pueblos" y ha asegurado que "hasta el final del siglo XX éramos hombres de tierra", porque resultaba "rentable".
Y eso es exactamente lo que están haciendo los estados español y francés, quitar del medio al pueblo vasco por que apoderarse de las riquezas de Euskal Herria les resulta rentable como mínimo.
Sin embargo, ha afirmado que el nuevo siglo ha traído consigo la "época del intelecto" en la que "todo se puede comprar" y "todos nos convertimos en compradores", por lo que ya no se puede "liquidar" al vecino. "Las luchas de ese tipo deben acabarse. Nos necesitamos los unos a otros. Si alguien hoy en Europa no trabaja, no importa si es polaco, húngaro o español, nosotros perdemos con ello. Por eso abrimos la época del intelecto, del trabajo, donde todos son necesarios", ha manifestado.
Lo que no está en venta y no se puede comprar Sr. Walesa es la dignidad del pueblo vasco, ni su memoria, ni su historia milenaria, ni su lengua única, ni su larga lucha están a disposición del mejor postor. Y si no importa que sea uno polaco, húngaro o español, ¿por qué no podemos hacer que "gane Europa" contribuyendo como lo que somos, vascos? ¿Por qué debemos aceptar una nacionalidad impuesta a sangre y fuego?
Partiendo de esta tesis, Walesa ha aconsejado a los vascos que sean "los mayores compradores". Ha explicado que "todos tenemos que ser libres, independientemente de cómo nos llamemos" pero ha añadido que "tenemos que tener los mismos derechos" porque hay que vivir "en Europa y en un mundo globalizado". "Hay que eliminar cualquier división y cualquier injusticia. Todo lo que nos hace discutir, nos diferencia y nos dificulta las cosas es superfluo, no debería existir. Aquella época nos dividió, nos hizo mucho daño. Hay pueblos que desaparecieron. Tenemos la oportunidad de salir de esto. Todos tienen que luchar por la libertad, pero que nadie ponga más fronteras", ha defendido.
Eso es precisamente lo que estamos buscando, tener los mismo derechos, no ser ciudadanos de segunda clase ni sufrir los efectos del apartheid impuesto desde Madrid y París. Efectivamente, hay pueblos que desaparecieron por que gente como usted permitieron a estados expansionistas hacer lo que les venía en gana, los vascos no vamos a permitir que eso suceda con nosotros, el régimen colonial de nuestros vecinos nos divide internamente.
Después Walesa parece haber tenido un ataque de verborrea por demás intrascendente, vean:
El Premio Nobel de la Paz en 1983 ha explicado que ésta es una "oportunidad" con la que cuenta esta generación y ha apelado al viejo lema de que "la libertad de uno no puede ser obstáculo para la libertad del otro". "Los vascos tenéis que hacer que toda Europa sea vuestra, que toda Europa tenga los mismos derechos y que todos puedan disfrutar de ellos, que nadie ponga fronteras ni obstáculos", ha sentenciado. Estos consejos al País Vasco son extrapolables al resto del mundo. No en vano, ha asegurado que estamos viviendo "un momento de construcción" y que con el fin de la "época de los bloques", ha caído también sus estructuras y sus programas.
Ha dicho que la nueva época del intelecto y de la globalización debe traer nuevas estructuras. En este contexto, ha instado a ser "activos" y fijar los "valores" sobre los que construir la nueva sociedad.
Así pues, lo que Walesa realmente hizo en Bilbao fue pedirle a los vascos que renuncien a sus derechos como pueblo en favor de la propuesta colonialista, racista y supremacista de París y Madrid. Y lo hizo precisamente cuando Madrid y París se han rehusado a dar pasos firmes en pos del proceso de paz que vivimos.
Claro, mañosa y cobardemente habla de que las "luchas por tierra" terminaron el siglo pasado, para evitar que así quien lo escucha o lee le plantée que exija se borre la frontera entre Polonia y Rusia. Lo que es peor, reduce el sueño de libertad vasco a un grosero y mundano problema de tierra.
Por esto es que Lech Walesa, niño mimado de la extrema derecha, esa que incluye a individuos de baja ralea como José María Aznar y Juan Carlos Borbón, se ha ganado a pulso el título de vascófobo de la semana.
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