"Preparar la Paz"

Los obispos de Gasteiz, Bilbo y Donostia, las capitales de las tres provincias que componen la Comunidad Autónoma Vasca - de un total de siete - han redactado un texto con el que buscan crear conciencia acerca del problemático escenario que acarrearía la criminalización e ilegalización de Batasuna. Claro que por ahí se despachan con una mención al nacionalismo, tal como lo entiendo el trosko Guillermo Almeyra.

Esto es lo que informa La Jornada:

Temen obispos que la ilegalización de Batasuna provoque más violencia

Demanda la Iglesia vasca la desaparición de ETA

Los obispos vascos expresaron este jueves su miedo a que la posible ilegalización de la coalición Batasuna, considerada brazo político del grupo armado vasco ETA, tenga "sombrías consecuencias" y provoque la agravación de la "división y el conflicto" en el País Vasco.

En una carta pastoral titulada "Preparar la paz", divulgada hoy, los obispos de Bilbao, Vitoria y San Sebastián, capitales de las tres provincias vascas, advierten de "las sombrías consecuencias" que se consideran "sólidamente probables" y que "sean cuales fueren las relaciones existentes entre Batasuna y ETA, deberían ser evitadas".

Esta reacción del clero vasco se produce en el mismo momento en que los diputados españoles debaten un proyecto de ley del gobierno del conservador José María Aznar, que pretende ilegalizar a Batasuna.

Los tres obispos estiman que "la división y la confrontación cívica se agudizarían" si Batasuna pasa a ser un grupo prohibido, y que la seguridad de las personas amenazadas sería todavía "más precaria".

Los religiosos afirman que sus preocupaciones son compartidas por "un porcentaje mayoritario de ciudadanos (vascos) de diversas tendencias políticas".

La carta pastoral critica también a ETA por socavar "los cimientos del sistema democrático al eliminar físicamente al adversario político", y estima que la pacificación del País Vasco exige su desaparición.

Por último, la Iglesia vasca pide que se distingan "nacionalismo y terrorismo", y desea que se muestren "signos de distensión y aproximación" por ambas partes, como por ejemplo una política penitenciaria "que permitiera a los presos (de ETA) cumplir su condena más cerca de sus lugares de origen", mientras que el gobierno español mantiene desde hace años la táctica de la dispersión de presos etarras por todo el territorio español. 

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