Lo primero que hay que decir acerca de este artículo publicado por La Jornada es que el tardofranquista José María Aznar no se ha enterado que la serpiente es un símbolo de sabiduría, de conocimiento, de entendimiento, en las culturas antiguas. De ahí que el anarquismo la haya adoptado como símbolo.
Eso es lo que significa la serpiente en el anagrama de ETA. La lucha armada está representada por el hacha.
Y es la serpiente la que sostiene al hacha, no al revés.
Suponemos entonces que su alegoría emana de su catolicismo retrógrada.
Dicho lo anterior, Aznar continúa avanzando en su obsesión por criminalizar e ilegalizar una de las opciones políticas del electorado vasco de Hegoalde, recurriendo él también al neolenguaje con el que ya nos deleitó Eduardo Madina, cuando se despacha con sus "santuarios institucionales".
Adelante con la lectura:
Espera Aznar que antes de julio entre en vigor la ley que dejará en la ilegalidad a Batasuna
"La democracia no puede aceptar santuarios institucionales", justifica
Pese a las recientes advertencias del Partido Nacionalista Vasco (PNV, en el gobierno regional) de que la política del Ejecutivo español "aleja" cada vez más a Euskadi de España, el presidente José María Aznar espera que la polémica ley de partidos políticos, creada para dejar en la ilegalidad a la coalición vasca Batasuna, esté vigente "antes de julio", y aseguró que "cuando has decidido no solamente coger la serpiente por la cabeza, sino acabar con ella, hay que actuar con todas las consecuencias".
En entrevista con La Razón, publicada este domingo en la edición digital de ese diario español, el conservador Aznar deseó que esta ley "tenga el mayor consenso posible, que resulte eficaz para el cumplimiento de los objetivos que nos hemos trazado y que esté vigente en este periodo de sesiones, es decir, antes de julio". A partir de entonces, "se puede tomar impulso para proceder ante el Tribunal Supremo en los términos que prevé la propia ley", añadió.
Interrogado sobre si no teme reacciones violentas ante la proscripción de Batasuna, que representa 10 por ciento del electorado vasco, repsondió que "la democracia no puede aceptar santuarios institucionales que se aprovechan de las facilidades del estado de derecho para acabar con él", puesto que "Batasuna y ETA (grupo armado separatista vasco) son lo mismo".
El moderado PNV se ha opuesto a declarar ilegal a Batasuna, al considerar que no se puede prohibir el "debate de ideas". Recientemente Xabier Arzalluz, presidente de ese partido, llegó a advertir que la ruptura institucional entre Euskadi y el Ejecutivo español lleva a plantearse el "no compartir un futuro con España".
El presidente autonómico de la región, Juan José Ibarretxe, advirtió a su vez que el talante "autoritario" de Aznar "está alejando a Euskadi de España".
Por otra parte, en la misma entrevista, Aznar consideró que el principal problema de la inmigración en España reside en las "bandas mafiosas" que se ocupan del tráfico de personas.
Sostuvo además que se deben acelerar los procedimientos de expulsión de delincuentes extranjeros, tras citar que son de fuera del país 89 por ciento de las personas que han ido a prisión en los tres primeros meses de 2002.
Cientos de inmigrantes, principalmente del norte de Africa, intentan llegar ilegalmente a Europa por las costas españolas. Este día, la Guardia Civil detuvo a 92 inmigrantes indocumentados cuando intentaban llegar a Cádiz, según informó Reuters. La policía española interceptó el año pasado a unos 18 mil inmigrantes que trataban de entrar ilegalmente al país por la vía marítima.
Según Aznar, el ritmo de crecimiento de la población inmigrante ha aumentado de 1.5 a 4 por ciento en poco tiempo, "y en ciudades como Madrid nos acercamos nada menos que a 10 por ciento".
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