En México se libra una batalla "a muerte" en contra del Halloween yanqui como defensa para su propia celebración del Día de Muertos y del Janal Pixan en la Península de Yucatán.
Lo mismo está ocurriendo en Euskal Herria y su Gau Beltza, tal como nos relata este reportaje publicado por Noticias de Gipuzkoa:
Gau Beltza, luz y oscuridad en una noche que habla euskera
El Antiguo y Altza son dos de los barrios donostiarras que disfrutan de esta celebración
Arantxa LopetegiA fuerza de mucho trabajo y entusiasmo, en numerosos puntos de Gipuzkoa y en diversos barrios de Donostia la Gau Beltza va comiendo terreno a un Halloween que muchas personas consideran una fiesta importada y sin arraigo.
Recuperar la Gau Beltza es recuperar arcaicas tradiciones, la de las Noches de las Ánimas. Quien quiera saber algo más de esta tradición no tiene más que consultar la web https://gaubeltza.eus.
Porque en Euskal Herria también se conservan relatos en los que se recoge la costumbre de vaciar calabazas, poner una vela en su interior y colocarlas en los caminos para asustar a los vivos y mostrar la ruta a seguir a las ánimas de los fallecidos.
Muchas son las costumbres y ritos que se han ido perdiendo en el tiempo, pero también ha sido importante el trabajo llevado a cabo para recuperarlos.
Y con la Gau Beltza el trabajo va dando sus frutos, que se recogerán mañana en muchos municipios y barrios de los pueblos y ciudades de Euskal Herria.
Beldurrak piztu, Iluntasuna Bizi! (¡Enceder los miedos, Vivir la oscuridad!). Es el lema con el que se vive una jornada que discurre entre la luz y la oscuridad, entre el miedo y la diversión. Y que se disfruta en euskera.
Porque vivir esta singular jornada en euskera y huir del “consumismo”, apostando por crear los disfraces con “trapos viejos” que se encuentren por casa, son algunas de las premisas con las que los barrios donostiarras de Altza y El Antiguo organizan su Gau Beltza.
El AntiguoEl Antiguo es uno de los barrios en los que la Gau Beltza se vive con ganas, gracias a un trabajo que inició la asociación de madres y padres de la ikastola Jakintza, Jakindura, y a la que se suman cada año un mayor número de colectivos.
La Gau Beltza antiguotarra echó a andar en 2021, siguiendo la estela de un movimiento surgido para recuperar esta fiesta a nivel de Euskal Herria.
Jakindura, explica Amaia Kortajarena, quiso activar esta celebración por varios motivos. Uno de ellos, para impulsar el uso del euskera y otro, para recuperar tradiciones antiguas.
“Las niñas y los niños estaban acostumbrándose al truco o trato y decidimos sumarnos al movimiento que se estaba dando en diversos municipios para recuperar una celebración antigua, que no hemos llegado a vivir”, explica Kortajarena.
Un grupo de madres y padres de Jakintza empezó a darle vueltas a una propuesta que “año tras año ha ido extendiéndose”. Tanto es así, que al comprobar que cada vez eran más los colectivos que se adherían a la misma, decidieron crear un logo para la Gau Beltza de El Antiguo que los englobara a todos.
Cada año quienes organizan esta iniciativa se plantean un reto a conseguir. Este año han trabajado para involucrar “a jóvenes y adolescentes”. “Quienes este año están cursando primero de la ESO, incluso segundo, ya conocen la Gau Beltza, también en la escuela porque el cuarto año que se organiza. Pero los que son algo mayores no tanto”, apunta.
Esta edición, entre otros agentes, el Instituto Luberri se ha involucrado en esta iniciativa y, en palabras de Kortajarena “ha hecho un gran trabajo”, profundizando en los personajes de la noche de la mitología vasca y en temas como el miedo o la muerte.
La Gau Beltza del Antiguo quiere alejarse del consumismo a la hora de elaborar los disfraces. “Tenemos nuestros bailes, nuestras koplas, pero veíamos que los disfraces eran comprados, como ajenos. Sin imponer, pero con ejemplos, hemos querido fomentar que los disfraces se elaboren con materiales que se tengan en casa”, explica Kortajarena.
“También nos hemos planteado como reto que madres y padres participen y se disfracen. Se verá si lo hemos conseguido”, señala.
Para mañana la diversión está asegurada. Uno de los ingredientes de la jornada es una especie de búsqueda del tesoro por los comercios del barrio, cada vez más, en el que los txikis deben hallar los trabajos manuales que ido haciendo previamente. Las palabras clave, por supuesto, en euskera.
A partir de las 16.30 horas quienes se acerquen a El Antiguo podrán tomar parte en la sesión de fotos, “el txoko del miedo” donde depositar por escrito los que esconde cada cual y juegos para los más pequeños. Después, le tocará el turno a un recorrido también con tintes tenebrosos, que comenzará en Txalupagillene y acabará en el frontón, donde a las 19.00 se dará inicio al que han bautizado como Akelarre, con diversas actuaciones. La fiesta se despedirá de El Antiguo a las 20.30 horas con el zezen suzko.
AltzaEn Altza la Gau Beltza, que nació asimismo en 2021, es un atractivo que congrega cada año a un mayor número de personas. Organizado también por madres y padres de los centros escolares del barrio, la fiesta calienta motores los días anteriores con distintas propuestas, como la de hoy, con el taller en el que se procederá al vaciado de las calabazas y el reparto de velas para colocarlas en su interior.
La idea surgió también de un grupo de madres y padres que pensaron “que sería bonito hacer algo así en nuestro barrio, con el euskera como eje, para reforzarlo, porque esta zona no es muy euskalduna”, detalla Oihana Latasa.
“Viendo que Halloween tenía cada vez más fuerza en el entorno y que todavía no había llegado al barrio, pensamos que podíamos poner en marcha una alternativa”, añade.
“Es una actividad que empezamos a hacer solo en euskera y que se sigue haciendo solo en euskera. Viene gente muy diferente, pero todo el mundo tiene asumido que es una fiesta en euskera”, incide Latasa.
La unión hace la fuerza, y por ello han sido varios los centros escolares que se han sumado a la propuesta en la que también colabora Bizarrain Euskara Elkartea. En la primera edición su organización requirió de innumerables reuniones. Pero la experiencia es un grado, y este año han sido muchas menos porque se ha optado por un reparto de la tareas y por encuentros de puesta en común.
En los centros se explica qué es y cuál es la historia de la Gau Beltza y se dan pautas para que cada cual se haga su propio disfraz con trapos viejos e imaginación. También ensayan para tomar parte activa en el Zazpi Jauzi, baile de despedida.
A Latasa le ha tocado asumir la tarea de organizar el tema de la decoración pidiendo objetos a las y los baserritarras del entorno, como “mazorcas para adorar el Ayuntamiento”, madera para hacer fuego, hablar con los actores y actrices sobre su vestimenta... El trabajo administrativo de obtención de permisos, etc. le ha correspondido a otra persona y el resto de cometidos se han ido repartiendo.
Aunque en los días previos la actividad también ha sido incesante, mañana es el día grande.
A las 17.00 comenzará la fiesta con la colocación de adornos en la zona y los juegos organizados por el haurtxoko.
Pero el plato fuerte empieza a las 19.00 horas. Malabaristas, dantzaris, txalaparta, un acto de quema de los miedos, pintxos, DJ Jhony, un recorrido de las ánimas y zezen suzko son los ingredientes de una pócima irresistible.
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