Hace año y medio el jeltzale Iñigo Urkullu mintió por todo lo alto al afirmar que "él se había mojado" para lograr el fin de la lucha armada de la organización antifascista vasca ETA.
Desde entonces en este blog nos hemos referido a Urkullu con el mote de El Mojado.
Inicia un nuevo año y cortesía de su incontinencia verbal, hemos decidido cambiar el mote, ahora Don Iñigo será conocido como El Alarmado.
Lean su reacción con respecto al acuerdo in extremis logrado entre la CUP y Junts pel Sí ayer sábado en esta nota publicada en Naiz:
Urkullu: «Me alarma que los movimientos sociales condicionen Catalunya»
El lehendakari Iñigo Urkullu afirma que le «alarma» que «movimientos sociales sin ningún tipo de responsabilidad» condicionen Catalunya y proyectos comprometidos por los partidos ante una sociedad «a la que rinden cuentas».
En un entrevista que se publica en ‘El Diario Vasco’, Urkullu se refiere al acuerdo alcanzado por Junts pel Si y la CUP para investir al alcalde de Girona, Carles Puigdemont, como presidente de la Generalitat después de que Artur Mas anunciase que abandona la investidura.
Para el lehendakari, «solo el tiempo» revelará «la fortaleza» de ese pacto, que observa con una «sensación contrapuesta».
Sin embargo, manifiesta también «tristeza» y confiesa que «algo se me escapa en estos tres meses» transcurridos desde los comicios catalanes, «por mucho que se interprete como un gesto de altura por parte de Artur Mas que haya puesto el proyecto por delante de la persona».
«Considero que se ha intentado una humillación, dada la situación final del expresident, tras el finiquito de CiU y CDC, así como la posible desorientación del electorado que participó el 27S», ha señalado.
Urkullu cree que en la CAV se vivió esa situación con Juan María Atutxa y Juan José Ibarretxe «por parte de diversos partidos políticos».
En todo caso, el lehendakari considera «alarmante» que «se altere el sistema de proyectos que comprometen a los partidos ante la sociedad, ante la que rinden cuentas de manera reconocible, por un sistema de personas condicionadas por movimientos sociales sin ningún tipo de responsabilidad y con proyectos contrapuestos».
Evitar elecciones
Ha deseado, no obstante que los últimos movimientos «sirvan para articular un nuevo Govern compacto en el menos tiempo posible y que pueda afrontar los retos de todo tipo que tiene Catalunya». Tras desear «todo lo mejor» al futuro nuevo president, ha puntualizado que «por lo visto en estos meses, no es tan importante el liderazgo y empaste de un programa de Gobierno ni la orientación clara del 'procés' sino una fórmula que evite las cuartas elecciones autonómicas en cinco años».
Urkullu ha dicho desconocer si, de esta forma, Catalunya llegará a la independencia pero ha indicado que «hay un largo recorrido político-institucional y, en su caso, también social, en un contexto estatal e internacional del que los representantes catalanes son conscientes».
Por otra parte, ha considerado que los últimos acontecimientos en Catalunya harán surgir «muchas voces» que «van a presionar para que en el Estado tampoco se repitan las elecciones argumentando el supuesto 'desafío catalán'».
A su juicio, en el ámbito estatal debería haber «un esfuerzo de negociación y de acuerdo». «No descarto que haya elecciones anticipadas, pero tampoco otras opciones», ha indicado.
Vía vasca
El lehendakari ha insistido en que las vías vasca y catalana son «distintas» por lo que el desenlace catalán no modifica su planteamiento de pacto para la CAV.
«Este u otro desenlace no habría modificado mi planteamiento, Euskadi y Cataluña vivimos situaciones y contextos muy distintos. Creo en la pluralidad de la sociedad vasca, en nuestro autogobierno propio. Creo en la posibilidad de profundizar y avanzar en él desde el respeto a nuestra historia e institucionalización confederal y la voluntad de la ciudadanía con un método de diálogo y negociación de propuestas, acuerdo y ratificación», ha señalado.
Urkullu ha recordado el «carácter pactista» del PNV, defendido «ante los presidentes de los jefes de Estado», que no se debe a que su discurso sea «más moderado». «Soy radical en mis principios y convicciones pero consciente de la realidad plural que me rodea», ha dicho.
Uf, Urkullu, la que te espera, tras la virtual desaparición de la izquierda abertzale como factor político de importancia en Euskal Herria te las vas a tener que ver con Podemos, quienes afirman, van por ti.
Alármate, el europeo promedio no quiere acabar con la raíz del problema, se conforma con que le prometan que su nivel de vida le va a dar para seguir vivendo cómodamente, que es precisamente lo que ofrecen los morados.
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