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domingo, 31 de enero de 2016

Derry y Gasteiz

Vascos e irlandeses comparten un pasado y un presente común. Ambos pueblos han tenido que lidiar con las terribles consecuencias de la violencia genocida del imperialismo europeo dentro de los límites del propio subcontinente. Inclusive, esto se mencionó en el Foro Social llevado a cabo en Gernika con la intención de destrabar el proceso de paz en Euskal Herria.

A los irlandeses les ha tocado resistir frente a Inglaterra mientras que los vascos se las han arreglado frente al injerencismo de Madrid y París.

Esa historia de resistencia y dignidad ha creado lazos internacionalistas de solidaridad y amistad.

Ayer, Irlanda conmemoró uno de los capítulos más negros en su historia reciente, el denominado "Domingo Sangriento".

Inglaterra terminó por sentarse a la mesa de negociación con el ERI para lograr un acuerdo de paz, proceso que se han negado a llevar a cabo desde el estado español y el estado francés con ETA.

Al respecto, les compartimos esta nota publicada en Gara:

Derry-Gasteiz: «We shall overcome», venceremos

Jose Luis Martinez Ocio y Tony Doherty | Presidente de la Asociación de Víctimas 3 de Marzo y miembro fundador de la campaña «Bloody Sunday Justice», respectivamente
Este 30 de enero se cumple un nuevo aniversario del Bloody Sunday (Domingo Sangriento) ocurrido en la localidad irlandesa de Derry en 1972. En aquella trágica jornada la represión del Ejército Británico contra las miles de personas que participaban en una marcha convocada por la Asociación de Derechos Civiles en denuncia de la medida de Internment (internamiento, encarcelamiento sin juicio) se saldó con 14 civiles asesinados por los disparos de los soldados. La primera versión oficial intentó justificar la masacre argumentando que los militares actuaron en defensa propia al ser atacados con armas de fuego y bombas caseras. Pero tras un largo y tortuoso camino de denuncia y movilización, 38 años después las autoridades británicas rectificaron públicamente gracias al informe Saville hecho público en junio de 2010, por medio del cual, el Gobierno británico reconoció su responsabilidad en los hechos y la inocencia de las víctimas. El primer ministro británico, David Cameron, certificó que los soldados actuaron «siguiendo una orden que nunca se tenía que haber dado» y que «ninguna de las víctimas planteaba una amenaza de causar la muerte o heridas graves, o estaba haciendo algo que desde ningún punto de vista justificaba que se disparara contra ellos».

Una de las mayores masacres contra civiles cometida en Euskal Herria por las fuerzas policiales del Estado español fue en Vitoria-Gasteiz, el 3 de marzo de 1976, cuando una asamblea obrera celebrada en una iglesia en la que participaban miles de huelguistas fue gaseada y tiroteada indiscriminadamente. Aquella criminal actuación provocó cientos de heridos y un trágico balance de cinco trabajadores asesinados: Romualdo Barroso, Pedro Mari Martinez Ocio, Francisco Aznar, José Castillo y Bienvenido Pereda. En los días siguientes otros dos jóvenes murieron víctimas de la represión desatada contra las manifestaciones que denunciaban la matanza de Gasteiz: Juan Gabriel Rodrigo en Tarragona y Vicente Antón Ferrero en Basauri.

A las puertas del 40º aniversario de esta masacre, Martxoak 3 elkartea-Asociación de Víctimas 3 de Marzo, también mira a Irlanda, se siente plenamente reflejada en el camino que en búsqueda de la Verdad y la Justicia están recorriendo en Derry, y reclama a las instituciones del Estado español que den pasos en el mismo sentido.

De hecho en 2011 una delegación compuesta por familiares de las víctimas de Bloody Sunday visitó Vitoria-Gasteiz y desde entonces las dos luchas están hermanadas. Una complicidad que alimenta ambas causas, porque en el fondo son la misma. El dolor y la impunidad que en su día originó la violencia de los estados ahora se convierte en solidaridad internacionalista que une fuerzas de personas y colectivos que mantienen viva la llama de la memoria y la denuncia de las matanzas de Derry 1972 y la del 3 de Marzo de Gasteiz 1976.

Ambas obedecían a una intencionalidad clara, fueron perfectamente planificadas y estuvieron protagonizadas por fuerzas armadas del Estado contra una población desarmada e indefensa. Ambas se perpetraron en dos Estados miembros de la Unión Europea. Sin embargo, los Derechos a la Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición no se están respetando de la misma manera en ambos casos porque el Estado español está cimentado sobre un escandaloso modelo de amparo a la impunidad.

En un día tan señalado como el aniversario del Domingo Sangriento de 1972 y a las puertas de que se cumplan 40 años de la masacre del 3 de Marzo de 1976, desde Euskal Herria y desde Irlanda nos comprometemos a seguir luchando por todo lo que representan estas causas. Tres de marzo, que es sinónimo de dignidad y reivindicación de los derechos de la clase obrera y la justicia social. Bloody Sunday, que es ejemplo de la movilización social por los Derechos Civiles en Irlanda y que a su vez es una referencia evidente de soluciones democráticas a los conflictos políticos y a sus consecuencias.

Declaramos mutuamente nuestra completa solidaridad y empatía entre la memoria del Bloody Sunday y la del 3 de marzo de 1976, solidaridad extensible a todo el pueblo de Derry y de Gasteiz que sufrieron aquella agresión. Seguimos y seguiremos, porque ese es el mejor homenaje a todas las personas que se han quedado en el camino en esa lucha. Por ellas, we shall overcome, venceremos.






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