Ya estamos en pleno 2013, el tan cabalístico 2012 vino, pasó y se fue. Lleno de desilusiones para muchos, preñado de esperanza para otros.
Una cosa es clara, las batallas de la humanidad se libran en muchos frentes y en muchos de ellos se alcanzaron puntos álgidos, por lo que este año que inicia será uno en el que se cierren necesariamente muchos ciclos.
El brutal neoliberalismo, la forma más salvaje del capitalismo, no da para más. A lo largo y ancho del mundo la lucha por la supervivencia se ha colectivizado, y las muestras de ello las hemos visto en rincones apartados de nuestro planeta, lo cual no quiere decir que las mismas se hayan dado de manera aislada, al contrario, en esta aldea global cada día mas entretejida se han dado cada vez más muestras de solidaridad internacionalista, para desmayo de quienes buscaban mantenernos en una inmóvil y mezquina apatía.
En Sudamérica el pueblo mapuche ha llevado su digno reclamo al plano internacional, pugnando codo a codo con los jóvenes estudiantes chilenos por la democratización de una nación que no ha logrado dejar atrás los traumas y taras de una sociedad anquilosada, elitista y racista, culpa de uno de esos vergonzosos pactos de silencio y colaboración que se dan al terminar la fase más militarista de un régimen fascista que simplemente no se va, solo se pone piel de cordero.
Ecuador, Bolivia, Venezuela y Cuba siguen a la vanguardia de una América Latina que cautelosa se unifica, se hermana, se constituye en un desafío para la doctrina Monroe, dislocando ese destino manifiesto de un Washington agotado y por lo tanto más peligroso, más letal, más cínico, más siniestro.
En México, que con Colombia y Honduras comparte el desdichado papel de marchar en sentido contrario a sus hermanos del resto de Abya Yala, los indígenas del EZLN le dieron todo un nuevo significado al cierre del 13 Baqt'un, la cuenta larga del calendario maya. Con el ruido ensordecedor de su total silencio, marcharon por las calles de cinco municipios del estado de Chiapas, mostrando al mundo que lo que se construye desde abajo y a la izquierda es difícil de destruir, por mucho hostigamiento y cercos que el gobierno mexicano coloque, y que el dolor de recordar un aniversario más de impunidad ante los sucedido al colectivo de Las Abejas en Acteal, o la conciencia de saber que tras las rejas se encuentran los cuerpos pero no los sueños de los presos políticos como el maestro Alberto Patishtán, sirven para alimentar el corazón de miles que late como uno, proveyendo la entereza necesaria para seguir adelante, construyendo un mundo donde quepan muchos mundos.
La bestia del norte sigue triturando vidas y sueños, solo hace falta recordar lo sucedido en Sandy Hook para darnos cuenta que la violencia que se engendra y se exporta al mundo también se expresa al interior. Veinte niños, casi bebés, murieron innecesariamente como expresión de una sociedad enferma, que festeja la violencia, que la deshumaniza, que la sintetiza, que la enlata para su venta y consumo. Ahí, en sus cárceles, vive día a día la rebeldía en contra del sistema y cada vez son más los presos políticos, nacionales y extranjeros, que son condenados a cadenas perpetuas por cuestionar el status quo. Tomemos por ejemplo a Leonard Peltier, para entender que el genocidio en contra de los pueblos originarios continúa, o a Mumia Abu-Jamal, para darnos cuenta que el éxito de artistas sin talento en el submundo del hip hop y el rap sirven solo para correr una cortina del humo ante las justas demandas de justicia e igualdad de los afroestadunidenses. Recordemos a Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González, los cinco cubanos, encarcelados por el solo delito de descarrilar los planes terroristas gestados en Miami. Por último, mencionemos a Bradley Manning, el joven analista de inteligencia que proveyó de valiosa información a Julian Assange, lo cual colocó a Wikileaks como ventana abierta al cuarto oscuro donde Washington guardaba sus más asquerosos secretos, al punto que el Nobel de la Paz, Barack Obama ha mantenido una implacable persecución en contra de Assange, quien al momento de escribir esto se encuentra como asilado político en la embajada de Ecuador en Inglaterra.
En el Magreb, la primavera árabe se marchita, rehén de los designios geopolíticos de Washington y sus aliados, entre los que destaca el régimen sionista, que desestabiliza a Egipto, Siria y Líbano al tiempo que mantiene su feroz campaña genocida en contra del pueblo palestino, que con piedras y palos sigue deteniendo los tanques, aviones y misiles israelíes, por que a los habitantes de Gaza y Cisjordania les sobra lo que les falta a los invasores; memoria y dignidad.
En la India la gente parece por fin reaccionar, se tomó la violación y asesinato Damini para entender que su sociedad de castas está enferma. Mientras tanto, en Suecia, la bloguera egipcia Aliaa Magda El Madhy volvió a dejar el machismo y el fundamentalismo religioso de sus compatriotas al desnudo, a la vista de todos. Como al desnudo también quedó, exhibiendo su putrefacta desvergüenza, la bloguera cubana Yoani Sánchez, quien incluso se atrevió a criticar a la líder juvenil Camila Vallejo cuando en su visita a la mayor de las Antillas exigió entrevistarse con ella.
Y ya que mencionamos los blogs, tenemos que señalar que en este año que pasó se consolidó la organización horizontal y colectiva gracias al uso de las redes sociales. La inmolación de Mohamed Bouazizi hace ya casi dos años sirvió para encender los ánimos de la juventud musulmana, cansada de esquemas anacrónicos y deseosa de una mayor libertad, y que haciendo uso de sitios como Twitter y Facebook se organizó, creando un movimiento que reventó fronteras y que sirvió de ejemplo para los Indignados del estado español, el #Occupy Wall Street en los EUA, Anonymous y el #Yo Soy 132 en México, por mencionar algunos, nos muestra que en las manos de los jóvenes, estos núcleos de comunicación se convierten en armas de resistencia.
Por fin, hablemos de Euskal Herria, donde nuestro pueblo milenario cristalizó victorias, entre las que vale la pena resaltar dos:
La mentira de la "anexión voluntaria" de Navarra a los reinos de Castilla y Aragón fue demolida, destruida, desmontada. A 500 años de la pérdida de la soberanía del referente político-histórico-cultural del pueblo vasco por fin se habló con rigor acerca de lo sucedido, y la verdad afloró.
Así como también afloraron el compromiso con la paz y con el quehacer político de los habitantes de la CAV, que por fin tuvieron la oportunidad de votar por quien quisieran, sin que su libertad fuera coartada o amenazada. Y la cita en las urnas mostró un pueblo vasco comprometido con sus derechos políticos e identitarios.
Claro, esta realidad fue acallada en los medios de comunicación, que optaron por presentar análisis sesgados de lo sucedido. Pero para desgracia de los spin doctors en la nómina del Ministerio de Propaganda del régimen borbónico franquista, nada pudieron hacer cuando durante la Diada, el pueblo catalán colocó a dos millones de personas en las calles exigiendo su autodeterminación, empeño que luego revalidaron en las urnas. Estos dos resultados, muestra que los vascos y los catalanes nada quieren con un estado español que cae bajo su propio peso, preso de su traumas, complejos y rencores, atrapado en el S. XVI, su "glorioso" pasado, su ignominioso presente.
Nos despedimos refrendando nuestro compromiso para seguir laborando en este blog, donde iremos reseñando los avatares del proceso de paz en que se encuentra inmersa la comunidad vasca y en el que se participa desde la diáspora.
Urteberri on.
Feliz 2013.
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