Hablando de la lingua navarrorum y de la estrecha relación entre el euskera y Nabarra, traemos a ustedes esta entrevista desde las páginas de Noticias de Gipuzkoa:
"Navarra es la cuna del euskera"
El 30% del vocabulario tradicional navarro es de origen vasco. Esa es la conclusión principal que el filólogo y lexicógrafo Luis Mari Mujika ha extraído del estudio del que para él resulta "un escaparate ineludible para observar, de cerca, las características del habla de navarra": el diccionario de José M. Iribarren, publicado en 1952
Miren Mindegia
La influencia del euskera en el vocabulario castellano navarro es notable. Una influencia que para el filólogo Luis Maria Mujika está claramente relacionada con la presencia geográficamente mayoritaria del idioma vasco en Navarra durante la Edad Media, cuando se hablaba en tres cuartas partes del territorio; y que se mantuvo aún en una gran extensión del territorio hasta finales del siglo XVIII. La regresión del uso del euskera, como indica Mujika en el recién publicado Elementos euskéricos en el vocabulario Navarro, no se da hasta los siglos XIX y XX, un declive que el filólogo califica como "uno de los mayores descalabros culturales de Navarra" y que sigue perpetuándose a través de medidas como la Ley del Vascuence de 1986.
Si algo queda claro en el diccionario de Iribarren es que hay una gran influencia del euskera en habla navarra. Pero en su diccionario 'Elementos euskéricos en el vocabulario navarro' va más allá...
En efecto. Yo no tenía conciencia de que la influencia del euskera en el idioma castellano fuera tan grande. Se pensaba que a finales del siglo XVIII, antes de las guerras carlistas, los vascófonos o euskaldunes de la provincia ya estaban en minoría, pero no, eran algo más de la mitad de la población. O sea, que el euskera se mantuvo muy fuerte durante los siglos XV, XVI y XVII, a pesar de lo que creen algunos. Estamos hablando de la geografía tradicional del euskera en Navarra que, en mi opinión, no coincide con la provincia geográfica actual.
¿Cuál es ese territorio al que se refiere?
Se trata de la zona norte de Navarra, más o menos hasta el límite marcado por Tafalla. A comienzos del siglo XIX, aproximadamente habría unos 115.000 euskaldunes frente a 100.000 que no lo sabían. Más de la mitad de los navarros eran todavía euskaldunes. Luego viene el declive del euskera tras las guerras carlistas, que se da muy rápido, un auténtico desastre...
Ese rápido declive, como apunta en su libro, poco tiene que ver con la situación del euskera en las provincias vascongadas, donde la industrialización provoca el aumento masivo de inmigrantes de habla no euskaldun... En Navarra los motivos son otros, ¿no es así?
El declive del euskera en Navarra se da por la influencia del centralismo español. Básicamente desde las Cortes de Cádiz, empieza a haber un nuevo nacionalismo español, por el que se quiere borrar todo lo que no fuera centralista, como los Fueros. Lógicamente, por ahí deriva también el problema del euskera, que deja de tener lugar en la enseñanza. De manera consciente y premeditada se aparta el idioma propio de Navarra. En Navarra no hubo una inmigración castellófona, como sí ocurrió sobre todo en Bizkaia y en Gipuzkoa. Hubo una mezcla de varias razones, incluido el abandono del idioma por los propios navarros.
¿En qué momento llega la situación a su punto más crítico?
Entre el siglo XIX y XX. Durante este periodo se da un abandono del euskera, impulsado por el pesimismo tras la pérdida de la segunda de las guerras carlistas, en la zona geográfica del euskera. La Iglesia tampoco se porta. Mientras que en las provincias vascongadas la Iglesia hace un gran trabajo en favor de la recuperación del euskera, en muchos de los pueblos navarros donde los euskaldunes eran minoría se impone el castellano, por lo que se da un desprestigio del idioma vasco. Todo esto afectó a más de 400 pueblos de la zona pamplonesa y ultrapamplonesa, 30 kilómetros hacia el Sur, más o menos hasta Puente la Reina, que eran mayoritariamente euskaldunes. La situación sigue decayendo más o menos hasta la Guerra Civil y se mantiene hasta 1965-1970, cuando hay una leve recuperación, muy humilde todavía. Fue muy grave, bajamos de 115.000 a 37.000 hablantes, en un proceso de diglosis grande.
Estamos hablando de una época muy reciente...
Claro, mucha gente piensa que se trata de algo que ocurrió hace 500 años, pero no. En el siglo XIX y XX es cuando se da la situación más grave en cuanto al euskera, un auténtico desastre, que dura hasta que empieza todo el movimiento de las ikastolas.
También está el tema de la Ley del Vascuence de 1986.
Lo de la Ley del Vascuence es una injusticia terrible. Ni siquiera la zona vascófona actual se ha respetado: Anue, el valle de Salazar... Es muy grave. En la zona mixta no entran unos 150 pueblicos, de la zona de Tafalla para arriba, donde existe el uso del euskera. Zonas que históricamente han sido cuna del euskera por lo menos hasta el siglo XVI no han sido incluidos en la zona vascófona. Por lo menos, Iruña está dentro... Y menos mal.
Desde el punto de vista histórico, por lo tanto, no tiene sentido...
No, y menos cuando se trata de la cuna del euskera. Cuando nos referimos al euskera como el idioma vascuence, significa hablar a la manera del vascón, que es el navarro. Las provincias son vascongadas: en etimología, vascongado significa territorio no vascón pero vasconizado, en castellano antiguo. Hay teorías distintas sobre esto... Pero no hay ninguna duda de que la madre de Vasconia es Navarra, la cuna del euskera.
¿Hasta qué punto cree que los habitantes de zonas principalmente no vascófonas de Navarra son conscientes de que muchas de las palabras castellanas que usan son de origen vasco o tienen influencia del euskera?
Ocurre que en zonas como la de Tafalla, donde el euskera desaparece en el XVI, o en la Valdorba, donde hay vascoparlantes hasta el XIX, se usan términos como por ejemplo ziriquiñear-ziricar, vacilar, tomar el pelo, que es una fórmula vasca. De hecho, el 30% del habla vulgar navarro tiene un origen vasco tanto etimológicamente como fonéticamente... Y eso es muchísimo. Creo que hay mucha gente que piensa que hay zonas donde nunca se ha hablado euskera, cuando utilizan muchos de estos términos. El problema del diccionario de Iribarren es que él no era vascófono, vivía en Tudela, ya me dirás, y no fue del todo consciente de esta realidad. El niño pequeño que aprende ahora euskera no se da cuenta de que debajo de eso hay todo un idioma antiguo, el vascón, que con su fonética incidió en la palabra castellófona.
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