En El País, diario oficialista del régimen borbónico-franquista (aunque algunos claman que en su origen era antisistema), se ha publicado una entrevista a un tal Fernando Aramburu, quien ha ganado todos los votos para ser galardonado con el título "vascófobo de la semana".
¿Cuáles han sido sus méritos?
Veamos algunas de sus respuestas:
Desde pequeño me he confrontado con el fenómeno de ETA. Los curas de barrio de los que hablo, trasunto de otros que he conocido, aprovechaban su poder sobre las conciencias de los vecinos para introducir ciertas semillas políticas que germinaban en determinados chavales. Había una selección previa. Yo, por ejemplo, no cumplía los requisitos. Empecé a aprender a tocar el txistu pero el cura me retiró del grupo de forma sibilina sugiriendo a mis padres que aprendiese a tocar el tamboril, lo cual era un descenso de categoría. Los que sabían euskera podían aprender a tocar la guitarra.
La fachongada sí que sabe destilar veneno en contra de los sacerdotes que a contrapelo con el Vaticano optan por acercarse al pueblo al que pertenecen y con quien laboran todos los días. Ríos de tinta han sido usados para descalificar a la Teología de la Liberación. De eso se sabe especialmente en México, donde se ha tratado de criminalizar la solidaridad de sacerdotes como Samuel Ruíz o Alejandro Solalinde.
Y hacemos notar la no tan velada referencia negativa al euskera.
Continuémos:
La responsabilidad de la Iglesia es grande. Hay una tarea de esclarecimiento y de explicación por hacer. La Iglesia tiene una pregunta pendiente que aún no ha respondido, la de su implicación en la ideologización de unos jóvenes que acabarían empuñando las armas.
Oh sí, Fernandito (tocayo del infumable Savater) quiere dar a entender que en el único lugar de la tierra y el único periodo en que la Iglesia Católica "empujó" a alguien a tomar las armas ha sido en Euskal Herria, durante su infancia. Y es que esos sacerdotes vascos tan pero tan malos se aprovecharon de esos jóvenes vascos tan pero tan tontos. En realidad, leer la historia de la Iglesia Católica es leer una larga crónica de violencia y muerte, lo único que cambia es que esta vez las armas no se tomaron para defender los designios del Vaticano y de la cúpula eclesial española.
Ahora esto:
Había dos tipos diferenciados. El primero es el independentista de casa, al que su familia alienta el odio hacia lo español desde pequeño y está imbuido de la idea de que el pueblo vasco es una víctima. Pero hay otro tipo de sicario que es el inmigrante o hijo de inmigrante que trata de integrarse mediante la militancia. Hay muchos de estos: basta con ver la nómina de ETA.
Ah, ahora ya no son los sacerdotes vascos sino los mismos padres de familia los que generaron las condiciones para que se tomaran las armas. Amén de la contradicción en que cae el cagatintas hay que hacer notar que el lenguaje de odio siempre ha fluido de Madrid hacia la Zona Especial Norte y no al revés.
En lo que respecta a los de los hijos de inmigrantes, que respuesta tan hipócrita y sesgada hace el entrevistado, aprovechando que está en México y que no le pueden rebatir se despacha con la cuchara grande. ¿Cómo es que los hijos de los inmigrantes no sintieron todo ese odio del que nos habla Aramburu?
¿Cómo es que viviendo en un entorno donde se odiaba tantísimo a los españoles estos españoles hijos de españoles decidieron unirse a quienes tanto los odiaban?
No tiene sentido.
Pero lo principal es que Aramburu no elabora en una cuestión toral, los hijos de inmigrantes a los que se refiere se unieron a ETA por ser una organización de izquierda, donde no importaba de quien eras hijo, si de vascos o de españoles, si lo tuyo era acabar con el sistema capitalista que tritura vidas, pisotea esperanzas y convierte en mercancía todo, hasta a los seres humanos, entonces eras bienvenido en ETA. Si además lo tuyo era acabar con el brutal colonialismo impuesto a un pueblo milenario pues mejor aún.
Lo de victimizarse, pues se lo dejamos de tarea a Aramburu, que nos diga quienes no se cansan de colocar a sus víctimas como obstáculos insalvables en el camino hacia la paz y la reconciliación.
Por favor, vean su opinión acerca de los que escriben en euskera:
No lo son porque están subvencionados, forman parte de la campaña de promoción del idioma. En el País vasco se mantiene la ficción de que existen lectores en euskera y por tanto es necesario el apoyo oficial. La subvención tiene un doble peligro: te permite ser escritor pero sabes que si te sales del camino te pierdes parte del pastel. A Bernardo Atxaga le tengo un gran afecto, es una excelente persona, pero ha tocado el tema de ETA de manera metafórica, sin nombrar lo evidente: el sufrimiento y la sangre. No es un hombre libre y trata de complacer a unos y a otros.
Mas bien parece lo contrario, que los "escritores vascos" (no sabemos exactamente a quienes etiqueta con esto, pero nos podemos imaginar) se sienten libres de escribir lo que ellos quieran pues su apuesta es por normalizar el euskera, mostrar que es un idioma vivo que incluso trasciende el conflicto político entre quienes apuestan por el supremacismo lingüístico y quienes defienden una lengua milenaria.
O sea, son bien pagados los que están dispuestos a escribir en contra de Euskal Herria, del euskera, del Olentzero, del Athletic, etcétera, etcétera... y por supuesto, en contra de ETA.
En lo que respecta a su comentario despectivo dirigido a Atxaga, le decimos, si la envidia fuera lepra...
Pero aún no terminamos, lean esto:
ETA es una organización creada para ejercer la violencia. Esa violencia perdura aunque no actúe. Ahora se nos pide que tengamos confianza en personas que han matado a 800 seres humanos, y yo me niego. ETA no se disuelve porque es su única carta para presionar por la liberación de los reclusos. Disolución a cambio de presos es la clave del final.
¿Le ha pedido Fernado Aramburu al régimen español que se disuelva? La cifra de los muertos, torturados, desaparecidos, encarcelados, y exiliados resultado de su violencia supera por mucho, pero muchísimo, la cifra de 800.
Por cierto, ETA fue creada para defender el euskera y los derechos civiles del pueblo vasco, fue la violenta reacción por parte de Madrid lo que generó la espiral de violencia que por parte de ETA ha llegado a su fin en semanas recientes.
En lo que respecta a la confianza, que vaya y pregunte a los jefazos de los escoltas, indignos mercenarios, que fueron avisados de su cese de actividades a los pocos minutos del anuncio de ETA.
Y para terminar, toda una belleza:
Sería útil, pero difícil porque primero hay que derrotar a ETA y eso aún no ha ocurrido. Ahora parece que la izquierda abertxale quiere participar en el juego democrático, lo que es un paso en esa desnazificación.
Pero este... ¿es escritor o vocero de la Guardia Civil?
A ver Aramburu, para lenguaje de odio ese que vomitan los que prefieren la versión de los vencedores y los vencidos, y que has hecho tuyo. Y lo de los nazis, por favor... ¿se te olvida de que lado estuvo el siniestro personaje que dejó todo atado y bien atado, durante el apogeo del fascismo allá en los años 30 del siglo pasado?
La División Azul... ¿junto a quién peleó en Stalingrado?
No, no se te olvida, lo sabes muy bien, pero te entrevistaron en un país donde la verdad acerca de lo que han sido los gobiernos españoles desde 1939 ha sido miserablemente manipulada a favor de la "Madre Patria".
Es una desvergüenza que califiques a los militantes de la izquierda abertzale sugiriendo que se deben "desnazificar" cuando sabes que en el estado español actúan impunemente docenas de colectivos políticos de filiación fascista (cuando no nazi), desde el PP a UPyD, pasando por la Falange.
Es por todo esto, especialmente por haberlo dicho en México, que tú Fernando Aramburu, te has ganado el título de vascófobo, que en ti es peor aún, por ser vasco.
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