Esta nota ha sido publicada hoy en Gara:
La marcha en denuncia de la represión une a miles de personas en Bilbo
Más de 16.000 personas se manifestaron ayer en las calles de bilbo para denunciar el juicio contra el movimiento pro amnistía y trasladar su apoyo a los 27 imputados. Procesados y manifestantes advirtieron de que, por encima de los juicios y de la represión, este pueblo seguirá trabajando por sus represaliados.
Iker Bizkarguenaga
Desde hace varias semanas tres magistrados intentan enjuiciar en una sala de Madrid el trabajo desarrollado durante años por el movimiento pro amnistía. Ayer, en Bilbo, una multitud explicó a quien quiera verlo qué es el movimiento pro amnistía: miles y miles de personas que en los pueblos y barrios de Euskal Herria trabajan como haga falta y se movilizan donde sea para apoyar a los represaliados y represaliadas por los estados español y francés. Miles de personas que, una vez más, volvieron a salir a la calle para trasladar su solidaridad a los 27 imputados en el sumario 33/01.
Así lo resumió Julen Larrinaga instantes antes de que diera comienzo la manifestación: «El movimiento pro amnistía es la consecuencia de 30 años de violencia y represión en Euskal Herria, de la práctica represiva de los estados».
Larrinaga, que como sus compañeros volverá a afrontar a partir de mañana una nueva semana de juicio en la Audiencia Nacional, recordó que el Estado español «ha usado todos y cada uno de los métodos de violencia que ha tenido a su alcance; desde fusilamientos hasta la guerra sucia; tortura, políticas penitenciarias criminales, violencia policial en las calles, persecución, multas...». Por ello, insistió en que «eso es el movimiento pro amnistía; miles de personas represaliadas en 30 años».
En cualquier caso, advirtió de que «pese a que haya juicios, condenas y sentencias que ya están decididas políticamente», seguirán con su labor de denuncia de las actuaciones represivas de los estados y de respaldo a los represaliados.
Fotografías de los presos
«Euskal Herriak askatasuna behar du. Aski da!». Este era el lema de la pancarta que portaban los procesados. Junto a ellos, una fotografía de Maite Díaz de Heredia, encausada también en este sumario, y presa desde la operación policial de Segura contra la Mesa Nacional de Batasuna. Detrás, más de 15.000 personas -15.840 según el recuento de GARA-, y por delante, más de setecientas personas, tantas como prisioneros políticos vascos, cuyas fotografías portaban.
En total, fueron más de 16.000 las personas que marcharon, a ratos bajo la lluvia, desde la plaza Aita Donostia hasta el Ayuntamiento de la capital vizcaina, donde un acto político puso fin a la movilización. Entre los asistentes, numerosos representantes de agentes sociales y sindicales vascos que quisieron sumarse a la marcha.
Media hora antes de que ésta se iniciara, varios cientos de personas se agolpaban ya en las inmediaciones del punto de partida, y los camareros de los bares de la calle Autonomía sudaban para atender a la demanda de quienes habían sido más que puntuales. Muchos de quienes aguardaban bajo el puente de Sabino Arana asían los retratos de los presos, a la espera de formar las cinco interminables hileras que debían abrir la manifestación.
Los imputados, que fueron agrupándose para desplegar la pancarta, fueron saludados por los asistentes, que les hicieron llegar mensajes de ánimo.
Mientras tanto, no paraban de llegar autobuses que acercaban a Bilbo a personas procedentes de todos los puntos de Euskal Herria. Y es que, si en las últimas jornadas personalidades del ámbito de la judicatura, como el presidente de la asociación de Abogados Europeos Demócratas, Giberto Pagani, han denunciado este sumario al tiempo que exigían la derogación de un tribunal de excepción como es la Audiencia Nacional española, ayer era el turno de que la sociedad vasca se expresara en la calle.
Pasadas las 17.30 comenzaron a avanzar las setencientas fotografías, entre los aplausos de las miles de personas que para entonces aguardaban a la cabecera por toda la calle Autonomía. También sonaron, atronadores, lemas como «Euskal presoak etxera», «Presoak kalera, amnistia osoa», «Espetxeak apurtu», «Borroka da bide bakarra» y «Gora eusko gudariak», que no cesaron durante todo el trayecto, y que se intercalaron con otros contra el PNV y en favor de la independencia.
Casi una hora
La parte delantera de la manifestación miraba ya a la plaza Zabalburu cuando comenzó a llover, haciendo aflorar los paraguas y acelerar un poco el ritmo de la marcha que, sin embargo, tardó poco menos de una hora en alcanzar las escalinatas del Consistorio. La entrada al recinto consistorial fue ocupada por las fotografías de los represaliados y la pancarta. Frente a ellos, durante más de 20 minutos fue llegando gente que, tras el acto político, dieron por finalizada la movilización cantando el Eusko Gudariak.
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