Un blog desde la diáspora y para la diáspora

sábado, 6 de septiembre de 2025

Al Cantamañanas Castaño

El video en el que se comparan las declaraciones de un tal Juanma Castaño, las primeras con respecto a la expulsión de Rusia de todos los eventos internacionales derivado de su intervención militar en Rusia para contener la masacre de civiles que durante más de un lustro había estado llevando a cabo el filofascista régimen ucraniano, las segundas con respecto a las muestras de solidaridad en favor del pueblo palestino, mismas que alcanzaron la cúspide al paso de la Vuelta a España por las herrialdes de Nafarroa y Bizkaia, se hizo presente en redes sociales nada más terminar de verter estas últimas.

Entendamos que a ellos les obsesiona hablar de manuales precisamente porque cada una de sus declaraciones y cada una de sus omisiones provienen precisamente, de un manual.

Ahora bien, desde este blog editado desde la diáspora y para la diáspora queremos agregar algo a lo establecido por Spanish Revolution en su misiva; nunca hubo manifestaciones masivas ni celebraciones a favor del asesinato de guardias civiles, concejales, policías y militares.

Al contrario, lo que hubo en Hego Euskal Herria fueron protestas en contra de lo que señala Castaño. ¿O acaso ya olvido todas las garantías con la que contaban para manifestarse los de Basta Ya? 

Ahora bien, sí que se puede hablar de manifestaciones y celebraciones masivas en Euskal Herria, como las realizadas en favor del colectivo de presos políticos vascos, víctimas de estrategias represivas que incluyeron a lo largo de décadas la tortura, la dispersión, el aislamiento, el doble computo, la negativa a la obtención de régimen de segundo o tercer grado, la Doctrina Parot y un largo etcétera. Cada enero, precisamente en Bilbo, decenas de miles de personas han marchado unidas por esa causa.

Otro gran festejo es Korrika, iniciativa en la que de nuevo, miles y miles de vascos se unen en favor del fortalecimiento y la normalización del euskera.

Dentro del contexto de estas dos últimas manifestaciones populares es que se gestaron las muestras de internacionalismo con el pueblo palestino y su martirio a manos del ente israelí que, utilizando el hambre como arma de guerra, ha enviado un pelotón ciclista a una operación de blanqueamiento mediático.

Y eso es lo que está tratando de criminalizar el tal Juanma Castaño, la capacidad del pueblo vasco para organizarse, primero, y para manifestarse, después.

Dicho lo anterior, los dejamos con la misiva:



Señor Castaño, lo suyo no es una opinión aislada. Es la traducción radiofónica del mismo veneno que alimenta la ultraderecha: mezclar sin pruebas, sembrar sospechas y criminalizar a quienes protestan contra un genocidio equiparándolos con terroristas.

Lo escuchamos en El Partidazo: “Algunos de esos que llevaban banderas de Palestina seguro que hasta no hace mucho celebraban el asesinato de guardias civiles, de concejales, de policías o de militares”. Y lo dijo sin pestañear, como si la irresponsabilidad de acusar colectivamente a manifestantes de ser cómplices de ETA fuera un detalle menor. Pero no lo es. Es una calumnia masiva y un insulto a la inteligencia.

Usted, que hace años aplaudía la exclusión de Rusia del deporte internacional “porque la paz es lo primero”, ahora se permite insinuar que pedir la salida del equipo Israel de La Vuelta es “extorsión”. ¿En qué quedamos? ¿La paz era lo primero o solo cuando convenía? ¿La seguridad de los ciclistas le preocupa más que la seguridad de miles de niños y niñas masacrados en Gaza?

Porque no se equivoque: la protesta en Bilbao no iba contra la bicicleta, sino contra la normalización de un Estado que bombardea hospitales, arrasa escuelas y viola el derecho internacional a diario. Que un equipo con el nombre de Israel compita como si nada ocurre es parte de la maquinaria propagandística de un gobierno genocida. Y que usted llame a quienes denuncian eso “extorsionadores” es ponerse de su lado.

Dice usted que “ya hemos dicho que hay que respetar las pancartas, los gritos, las protestas”. Y en la misma frase lanza la sombra del terrorismo sobre quienes portaban banderas palestinas. Eso no es respeto, es la estrategia del miedo. La misma que usaron durante décadas para desacreditar huelgas, encierros, piquetes y movilizaciones: asociar toda protesta con violencia.

El problema, señor Castaño, es que usted no es un opinador cualquiera en una barra de bar. Usted habla en una emisora nacional, con decenas de miles de oyentes, y su palabra amplifica prejuicios, fabrica titulares y legitima a quienes criminalizan la solidaridad con Palestina. Su discurso es munición para los que ya persiguen a activistas, para los que sueñan con ilegalizar la protesta, para los que confunden la crítica política con delito.

Lo suyo no es periodismo deportivo. Es propaganda blanqueada con la excusa del ciclismo. Y con ello no solo desinforma: degrada la profesión y se alinea con el poder que más daño hace hoy al derecho internacional.

Sepa algo, señor Castaño: los manifestantes de Bilbao no son terroristas, son la conciencia viva de un país donde demasiados periodistas ya han elegido mirar hacia otro lado. Lo suyo no fue una metedura de pata. Fue una toma de partido. Y no precisamente del lado de la verdad ni de la justicia.

 

 

 

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