Desde inSurGente nos llega información acerca de un mural que ha causado mucho enojo entre la clase politiquera españistaní:
Ha sido en Olot (Girona) donde ha aparecido el mural “La Manada”. La obra es de Quim Domene, está en una de las fachadas del Ayuntamiento y en ella están retratados rey Felipe VI, Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal, que reinterpretan “La Carga”. La pintura evoca, también la aplicación del artículo de la Constitución española en Catalunya y el caso de la violación de la citada “La Manada” en los Sanfermines de 2016.La iniciativa artística ha sido impulsada por la Asamblea de Artistas de la Garrotxa que invita cada mes a creadores a reinterpretar la obra ‘La Carga’, también conocida como ‘Barcelona 1902’, de Ramón Casas. En el caso que nos ocupa, Quim Domene hace hincapié en el mito del macho ibérico y “la chulería de una rancia clase política que se resiste a desaparecer”.En la obra se puede leer ‘155 presenta: La Manada’ y, debajo, aparecen dibujados a caballo el monarca y los líderes de PSOE, PP, Ciudadanos y Vox. La obra está hecha en blanco y negro y el único color que aparece es el lila para vincular la situación de Catalunya con la lucha feminista, que prepara movilizaciones para el próximo 8-M.El artista ha reivindicado el derecho a la libertad de expresión a la autodeterminación, a la diversidad lingüística, a la memoria histórica, a la justicia social y, sobre todo, a la igualdad y a la aceptación de todo tipo de géneros. De hecho, a los pies de los caballos aparece la imagen de la escultura El desconsol de Josep Llimona: “Catalunya, en femenino, está representada por la geografía corporal de una de las imágenes más representativas de este país maltratado”.Domene ha expresado que la obra representa “una rancia clase política que se resiste a desaparecer”. “El fanfarrón-matón, con máster o sin, es una especie animal que ha aflorado en la política y que se cree con el derecho de arrasar todo lo que no es de su corto ideario político”, argumenta el artista que con el obra quiere reivindicar el derecho a la libertad de expresión, a la autodeterminación, a la diversidad lingüística, a la memoria histórica, a la justicia social y “sobre todo a la igualdad ya la aceptación de todo tipo de géneros”.Por su parte, la Asamblea de Artistas Garrotxins asegura que son los responsables de gestionar el espacio, además, aseguran que el mural está amparado por la libertad de creación y expresión.Por el otro lado, está claro que ha habido críticas. El PP de Catalunya, por ejemplo, ha calificado la obra de ofensiva (la considera insultante), y ha exigido al alcalde que la retire. Estas palabras son del PPC al respecto: “Queremos expresar nuestro malestar e indignación, ya que se trata de una obra claramente ofensiva, que transmite una falta de respeto inadmisible al rey y a los líderes políticos de diferentes partidos de manera insultante”.
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