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domingo, 24 de marzo de 2019

Cooperativa Mondragón y las FARC

Los últimos años han sido muy duros para el pueblo colombiano. Tras de haberse firmado el pacto de paz entre las FARC y el régimen de Bogotá a la fecha han sido asesinados decenas de líderes sociales pues la derecha colombiana se niega a licenciar a sus grupos paramilitares mientras la comunidad internacional mantiene un silencio que va de la complicidad al cinismo pues no podemos olvidar que fue en territorio colombiano donde se han llevado a cabo conciertos "por la paz"... para Venezuela.

Pues bien, en otra kafkiana vuelta de tuerca ahora quien se ve involucrado en Colombia es el pueblo vasco que, a través de su cooperativa más reconocida a nivel mundial se va a ver involucrado en un asesoramiento a los desmovilizados de las FARC en un programa auspiciado por la Unión Europea... misma Unión Europea que no ha movido un dedo en el proceso de paz vasco y mucho menos se preocupa por los desmovilizados de ETA a quienes ni Madrid ni París consideran como tales.

Peor aún, para añadir sal a la herida, en todo el asunto está involucrado el Efialtes vascongado Jonan Fernández, farol de la calle y oscuridad en casa.

Dicho lo anterior, les compartimos este reportaje dado a conocer por El País:


La iniciativa ha sido auspiciada por la Unión Europea, que aporta al proyecto 7,5 millones de euros

Luis R. Aizpeolea

Una delegación de las cooperativas vascas, la Corporación Mondragon, se desplazó el pasado 13 de marzo hasta Colombia para firmar con un representante de los excombatientes de las FARC un acuerdo para crear una red de cooperativas de piscicultura y turismo, que sirva para dar una salida laboral a buena parte de los más de 14.000 guerrilleros colombianos desmovilizados tras los pactos de La Habana de 2016. La iniciativa ha sido auspiciada por la Unión Europea.

La cita se produjo en Mutatá (Antioquia) y reunió por parte de las cooperativas vascas a Carlos Barandiarán y Aitor Altolaguirre, y a Pastor Alape por parte de los excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC). La firma del acuerdo fue respaldada por la UE, que contribuye al proyecto con un fondo de 7,5 millones de euros, al que se suman aportaciones del Gobierno colombiano, la Agencia Española de Cooperación, el Gobierno vasco y la organización de los excombatientes, Ecomún, hasta alcanzar casi 10 millones, con un plazo de ejecución de 30 meses.

Desde que las FARC firmaran la paz en Colombia con el Gobierno de Juan Manuel Santos a finales de 2016, una de las prioridades de la posguerra ha sido ofrecer una salida a los guerrilleros desmovilizados. "La mayoría proceden del campo, muchos se incorporaron a la guerrilla siendo menores de edad, han vivido en la selva, carecen de formación profesional y no disponen de una salida laboral normalizada. Los líderes de las FARC quieren, además, una solución colectiva para sus excombatientes y les encaja muy bien nuestro modelo de empresa cooperativa desarrollado en el País Vasco", señalan fuentes vascas que están en contacto con Pastor Alape, uno de los líderes militares de las FARC, hoy responsable de las reincorporaciones a la vida civil.

No todos los excombatientes se integrarán en Ecomún, la organización de los exguerrilleros. "Alrededor del 20% de los 14.000 excombatientes quedará fuera por disentir de los acuerdos de paz, por optar por otras salidas personales y en algunos casos por su dedicación a la delincuencia. La tentación del narcotráfico, que ofrece buenos sueldos a gentes acostumbradas al manejo de las armas, está ahí", añaden las mismas fuentes.

El plan de los excombatientes es construir cooperativas piscícolas, dedicadas a la elaboración y comercialización de un tipo de pez frecuente en la costa colombiana, tilapia, así como a actividades turísticas. Fue la representación de la UE en Colombia la que conectó a Ecomún con las cooperativas vascas, conocidas porque operan desde hace décadas en Colombia, entre otros países latinoamericanos.

La conexión se produjo después de que, en noviembre de 2016, el Gobierno colombiano y las FARC alcanzaran un segundo acuerdo de paz, tras el referéndum que rechazó el primero, de septiembre de ese año en La Habana. En el primero ya estaba diseñada una política de reinserción colectiva de los excombatientes en la vida civil, que la UE decidió respaldar a través del Fondo Europeo para la Paz.

"Lo que pretenden de los cooperativistas vascos es asesoramiento en materia organizativa y de gestión empresarial. También sobre la filosofía cooperativa de propiedad y toma de decisiones compartidas. Vamos a acompañar a las cooperativas colombianas en la potenciación de sus cadenas de valor, su sostenibilidad económica y su carácter de transformación social. El proyecto parte de bases muy precarias. Trabajaremos en zonas con recursos muy escasos. Hay que empezar de cero, por la creación de infraestructuras con la construcción de carreteras y la habilitación de Internet", señalan fuentes vascas.

El objetivo: la reconciliación

Como apunta Patricia Llompart, embajadora de la UE en Colombia: "El objetivo del plan es la reconciliación a través de proyectos productivos que beneficien a los combatientes de las FARC. Pero, también, que traigan desarrollo económico y social a las comunidades aledañas".

Actualmente, los exguerrilleros están repartidos en 26 campamentos, denominados Espacios Temporales de Capacitación y Reincorporación (ETCR). Disponen de cobertura jurídica y subsidio hasta agosto, según los acuerdos de paz. Pero tienen garantías del nuevo Gobierno colombiano, presidido por Iván Duque, de que esta situación se prorrogará un año más.

Un plan para emplear a 4.000 exguerrilleros

"El objetivo es que, para agosto de 2020, el proyecto esté en marcha en las zonas más castigadas por el conflicto y emplee, en una primera etapa, a entre 2.000 y 4.000 excombatientes", dicen fuentes vinculadas a la iniciativa. Es la primera vez que las cooperativas vascas se comprometen en un plan político encuadrado en un proceso de paz y que resulta, además, el primer proyecto internacional de esta naturaleza.

Las cooperativas vascas cuentan con la cobertura del Gobierno vasco, que desde 1990 ha financiado en Colombia 164 iniciativas por valor de 33 millones. En mayo de 2017, el lehendakari Iñigo Urkullu visitó Colombia, se entrevistó con el presidente Santos y le expresó su apoyo al proceso de paz. Coincidiendo además con que, en Euskadi, ETA acababa de entregar las armas y estaba a un año de su disolución. "Estamos en Colombia por una larga tradición solidaria con el país", señala el secretario general de Convivencia y Cooperación del Ejecutivo vasco, Jonan Fernández.






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