Son tiempos electorales en el estado español y los institutos políticos de la metrópoli con presencia en la Zona Especial Norte continúan perdiendo terreno a pasos agigantados.
Madrid sabe que la cita en las urnas va a ser un desastre y que las andanzas de Pablo Casado por Nafarroa y la CAV son un garlito que puede resultar contraproducente.
Así que curándose en salud recurren a su as, mostrar su poderío militar a quienes por medio de las urnas están construyendo una realidad política encaminada a la emancipación de las colonias europeas.
Para ello, han decidido enviar a aguas vascas uno de los buques de guerra menos estéticos en la historia de las armadas de guerra. Vaya, que el barquito en cuestión es tan feo como su homónimo humano pues.
La medida ha causado rechazo entre las formaciones políticas vascas, como nos informa este artículo en La Vanguardia:
Getxo rechaza la presencia en sus aguas, enmarcada en el ejercicio bélico más ambicioso desarrollado en EspañaHa sido a las 08:45 h. de este viernes. El portaaviones Juan Carlos I, buque insignia de la Armada y el mayor barco de guerra jamás construido en España, ha llegado a esa hora al puerto de Getxo (Bikaia), donde permanecerá atracado todo el fin de semana y podrá ser visitado. Su presencia, rodeada de polémica, no es meramente divulgativa: forma parte de las maniobras militares que simulan un conflicto bélico entre dos países imaginarios, Nordia e Iberness, y que, durante los próximos días, se extenderán por todo el norte peninsular.La recreación del ejército, denominada ‘Sirio 19’ y que según el ministerio de Defensa “permitirá llevar a cabo el adiestramiento de una gran variedad de hombres y misiones, algunas de las cuales no se habían ejercitado con anterioridad en territorio nacional”, va a tener una especial incidencia en el espacio aéreo, con presencia en ciudades como Burgos, Zaragoza, Valladolid, Soria o el propio golfo de Bizkaia. También en el polígono de tiro de las Bardenas Reales, situado al sur de Navarra. Tanto en la comunidad foral como en Euskadi, las prácticas militares han levantado ampollas.El ayuntamiento de Getxo, con el apoyo de PNV, EH Bildu, PSE y Guk y los votos contrarios de PP y Ciudadanos, mostró a través de una declaración institucional su “disconformidad con la presencia de buques de guerra” en el municipio. La postura del concejal socialista fue la que más sorprendió, una posición que la Ejecutiva vizcaína, sin embargo, enmarca en una decisión personal que no comparten. Desde Podemos, criticaron que la presencia del Juan Carlos I “no es un buen modelo de convivencia ni un ejemplo a seguir para la infancia”.La del consistorio no ha sido la única oposición. La plataforma de apoyo a los refugiados que huyen de guerras, Ongi Etorri Errefuxiatuak, ha convocado una manifestación frente al buque el sábado por la mañana, coincidiendo con la primera jornada de puertas abiertas de la nave. Desde el Gobierno de España rechazan cualquier polémica: “La presencia del buque es un signo de normalidad”, ha indicado esta semana la ministra de Defensa, Margarita Robles.El barco, de 232 metros de eslora, desplaza una dotación de 350 hombres y mujeres, así como una Unidad Aérea Embarcada compuesta por cinco aviones AV8B Harrier y un helicóptero SH3D, con sus correspondientes pilotos y personal de mantenimiento más personal de Infantería de Marina.Las maniobras bélicas tampoco han sentado bien en Navarra, donde, entre el 25 y el 29 de marzo, se llevará a cabo una campaña de lanzamiento de armamento real, tanto diurno como nocturno en el Polígono de Tiro de Bardenas. Los ejercicios ya han sido censurados por asociaciones como Bardenas Libres, que exigen el desmantelamiento de la base. “¿Cuántas maniobras tendremos que soportar este año?”, se preguntaban en un comunicado el mes pasado. “No lo sabremos a ciencia cierta –continuaba- ya que el Ministerio de Defensa sólo notifica, o así venía haciéndolo hasta ahora, las que realiza con fuego real”.
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