Desde que la entrega 2018 de los premios Goya se empezó a perfilar como una extravanganza en favor del feminismo burgués -seguimos esperando a que las actrices españolas emulen a las que han denunciado maltrato en Hollywood - sabíamos que a pesar del abultado número de nominaciones 'Handia" no ganaría el galardón a mejor película y que este sería concedido a una película "de mujeres".
Tenemos experiencia, no podemos olvidar lo sucedido a Julio Medem allá cuando desde la AVT le montaron una demostración de odio manifiesto o cuando los cosmopaletos salieron a defender a Baltasar Garzón sin importarles que el leguleyo clown hubiese creado la estrategia represiva del "todo es ETA", misma que llevaría a la ocultación de la tortura y la criminalización de medios de comunicación, grupos medioambientalistas, asociaciones culturales, ONGs solidarias e incluso ikastolas.
Curiosamente, como ya lo ha señalado Carlota Camps, esta edición de los Goya será recordada precisamente por su falta de combatividad política al dejar completamente fuera el tema de la represión en contra del pueblo catalán.
Curiosamente, como ya lo ha señalado Carlota Camps, esta edición de los Goya será recordada precisamente por su falta de combatividad política al dejar completamente fuera el tema de la represión en contra del pueblo catalán.
Pues bien, por medio de El Correo nos venimos a enterar acerca de esta paradoja al seno de nuestra globalizada y neoliberal sociedad:
Afronta los gastos de la promoción con el subsidio de desempleo, hasta que vuelva a trabajar en mayoAnder Domínguez
El gigante de Altzo está en las listas del Inem. «A efectos administrativos, ahora mismo estoy cobrando el paro, con el que afronto todos los gastos de promoción, que no salen gratis», confesó ayer Eneko Sagardoy durante la presentación en Bilbao de su próxima película, 'Cuando dejes de quererme', de Igor Legarreta. El ganador del Goya al actor revelación destina el subsidio de desempleo a pagar las facturas derivadas de la promoción de su último filme, aún pendiente de estreno, y de 'Handia' , el largometraje en euskera que, con diez 'cabezones', arrasó el sábado en la gran gala del cine español.Sagardoy no se ha recuperado aún de la resaca de la ceremonia. Tras el éxito, ha concedido medio centenar de entrevistas en solo dos días. «Todavía me siento como si el Goya no tuviera mi nombre. Mi madre lo ha puesto en una balda del salón entre libros», contaba ayer. Al intérprete de Durango, que rodó cuatro películas entre 2016 y 2017 y ha participado en cuatro obras de teatro en los últimos dos años, el reconocimiento de sus compañeros de momento no le ha reportada «nada» contante y sonante, aunque sí ha comenzado a recibir «proyectos ilusionantes».«Ahora estoy de gira con dos obras de teatro y tengo pendiente el estreno de dos películas. Es decir, no dramatizo absolutamente nada sobre mi situación laboral porque más del 80% de los actores estamos en paro». Su caso no es dramático, añade, porque en mayo empezará a rodar una película y a trabajar en una obra de teatro. Pero sí es la demostración de «una realidad» y destruye «varios estereotipos de lo que es la vida de un actor cuando gana un premio o está estrenando películas».El vizcaíno pasó unas semanas en Madrid antes de la fiesta del cine español y eso ha dado ya sus frutos. «Iba a hacer la promoción, pero al final me ha valido para recibir felicitaciones de gente a la que admiro. He conocido a compañeros de oficio y a directores, incluso he hecho alguna prueba», reconocía el lunes a este periódico. Tiene varios proyectos en marcha. «Y espero que el premio me sirva al menos para acceder a pruebas, lo que ya es un lujo hoy en día».«Este oficio es muy hermoso, pero también muy cruel. Por eso quería dedicárselo (el Goya) a los compañeros que no solo no tienen la suerte de recoger premios, sino que ni siquiera les suena el teléfono y no tienen la mínima posibilidad de demostrar su talento. Ánimo y paciencia», dijo el sábado Javier Gutiérrez al recibir el premio al mejor actor protagonista por 'El autor'.A sus 24 años, Sagardoy se encuentra en los últimos días en una nube. Se trata de «una situación muy bonita» que está viviendo «con mucha ilusión» porque el premio le da la «tranquilidad de que no tendrás un panorama profesional desolador». 'Handia' le ha situado en el escaparate. «El éxito no es por el gigante, porque la cinta habla de dos hermanos. El gigante está ahí y sirve de excusa para contar todo lo que se narra», dice. «No obstante, no deja de haber sido un reto el hecho de haber aumentado la talla de un actor en 45 centímetros y 140 kilos de peso», destaca sobre la maestría técnica de la película.
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