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domingo, 16 de octubre de 2016

Donostia Marchó por los Presos Enfermos

Una vez más las calles de Euskal Herria han sido testigas de la solidaridad del pueblo vasco para con sus presos de conciencia, en especial, con los gravemente enfermos.

Aquí les compartimos este reporte que han publicado en Sare acerca de la manifestación de ayer en Donostia:

La poeta nicaragüense Gioconda Belli dijo que “la solidaridad es la ternura de los pueblos”. Hoy la queremos parafrasear, para recordar una vez más, que la sociedad vasca sigue haciendo frente a las vulneraciones de derechos que los Estados mantienen con su política penitenciaria.

En ese sentido, es de justicia mencionar, que la solidaridad hacia los derechos de las presas y presos vascos, ha estado prácticamente unida a su propia existencia, y es una cuestión muy arraigada en la sociedad. Tan arraigada, que de esa solidaridad, ha ido articulándose un compromiso: el de miles de mujeres y hombres anónimos, que mediante su granito de arena han hecho posible que esta llama siga encendida durante todos estos años.

Hoy hemos querido hacer este reconocimiento. Pero también, queremos poner en valor, la implicación de gente referencial, del mundo del deporte, de la cultura, abogados, alcaldes, trabajadoras y trabajadores, estudiantes… porque su aportación, también ha sido importante.

En ese sentido, cuando se cumplen 40 años de aquel movimiento popular que unió a gente de diferentes sensibilidades ideológicas, como el escultor Eduardo Chillida, el poeta Gabriel Celaya, el pintor Ruiz Balerdi, el korrikalari Maiz, el ex entrenador de la real Elizondo, el presidente del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro Unzurrunzaga, o, el que luego ha sido cargo importante de los Jesuitas, Iñaki Cacho, Miguel Castells, o Joseba Elosegi… y así, hasta 27 nombres referenciales, en las que también se encontraban Juani Mendiola, Mariasun Bergaretxe, y Felix Soto, entre otros y otras…hoy les queremos recordar.

Recordar, que todas y todos ellos, se comprometieron y dieron un paso al frente mediante una mayor implicación, porque creían que la cuestión de los presos no era un problema solamente de una parte de la población, sino del conjunto de la sociedad vasca.

40 años después, Sare ha articulado también a diferentes sensibilidades, como la de los Lehendakaris Garaikoetxea, e Ibarretxe, víctimas como Rosa Rodero y Axun Lasa, Catedráticos de Derecho como Iñaki Lasagabaster, ex Decanos del Colegio de abogados de Bizkaia como Nazario Oleaga o Juan Mari Bidarte, la ex-consejera Gema Zabaleta, el neurólogo Luis Galdos, el ex jugador de la real Inaxio Kortabarria, los ochomilistas Alberto Zerain y Juanito Oiartzabal, los escaladores Iker y Eneko Pou, entre otros y otras sarekides… porque lamentablemente, aún es necesaria esa implicación.

Tan necesaria, que también hoy, demandamos una mayor implicación, tanto de nosotras y nosotros, la sociedad, como de los partidos políticos y las instituciones. Y para ello, hemos puesto a disposición de todo aquel o aquella que comparta que hay que dar un paso más, que hay que superar este escenario de vulneraciones por otro de soluciones, que conseguir la paz es responsabilidad del conjunto de la sociedad y no sólo de una parte… la herramienta Salatzen Dut/Yo Denuncio. Para que cada uno de nosotras y nosotros, alcemos esa bandera de los derechos humanos en forma de dedo acusatorio.

SALATZEN DUT, SALATZEN DUZU, SALATZEN DUGU… Que nos oigan, y nos sientan desde Madrid y París. Porque esta sociedad no va a permitir que se mercadee con personas, que se mercadee con sus derechos.

Hoy miles de personas hemos denunciado en las calles de Donostia, lo que están haciendo con los presos vascos con enfermedades graves e incurables. En definitiva, lo que nos están haciendo al conjunto de la sociedad. Porque cuando se niegan a aplicar su propia legalidad o los pactos y convenios internacionales, cuando se niegan a tener una pizca de humanidad… están agrediendo no sólo a las personas presas y su entorno más cercano, sino a la totalidad de una sociedad que tiene un compromiso para con el respeto de los derechos de todas y todos sus ciudadanos, independientemente de si están privadas de libertad o no.

Por todo ello, no vamos a permitir que se juegue con la vida de los 10 presos vascos con enfermedades graves e incurables. Es la hora de unir voluntades en este suelo común, tanto de la sociedad, como de los partidos e instituciones. De compartir una hoja de ruta, de reconquista de nuestros derechos, de los derechos de nuestros presos y presas.

Porque les queremos en casa, ¡pero les queremos vivos!

Alcemos juntos la bandera SALATZEN DUT, y compartamos un nuevo ciclo de activación.












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