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lunes, 13 de octubre de 2014

Entrevista a Adolfo Araiz

Las cosas se están moviendo en Nafarroa y es por eso que les compartimos esta entrevista publicada en Gara:

 

«No es un 'ahora o nunca', es un 'ahora y para muchos años'»

Reconoce que hace un par de décadas hubiera sido ilusorio pensar en llegar a gobernar, pero responde «sin ninguna duda» al planteársele si ese es el objetivo de EH Bildu. Adolfo Araiz tiene una larga trayectoria en la que ha pisado desde el Parlamento a muchos tribunales o la cárcel. Y eso le hace más consciente de que es el momento, la hora de ganar. Ganar para todos, insiste.

Ramón Sola

Adolfo Araiz Flamarique toma las riendas. Ayer fue presentado como cabeza de cartel de EH Bildu al Parlamento navarro. En la década pasada en la Mancomunidad de Sakana no ha perdido detalle de la evolución (y ebullición) política y social navarra. Conoce al dedillo la Administración, pero también la calle. Y por eso, cambio es la palabra que más repite. Una convicción que no parece fruto del optimismo, sino del realismo.

Adolfo Araiz llevaba bastante tiempo fuera de la política pública. ¿Cómo le han convencido y cómo se ha convencido?

He sido y soy militante de la izquierda abertzale hace muchos años, si bien últimamente fuera de la escena institucional activa, entre otras cosas porque era una de las personas «contaminadas» para la Justicia española. Creo que es el momento de dar un paso adelante, porque en Navarra estamos a las puertas de un cambio histórico y creo que puedo aportar algo. Tengo que agradecer la confianza que han depositado en mí las fuerzas de EH Bildu. Nuestro objetivo, lo que queremos, es ser la garantia de ese cambio.

Por trayectoria, por profesión, incluso por conocimiento interno del «régimen», su perfil puede ser considerado como institucional. ¿Que se apueste por Adolfo Araiz significa que EH Bildu piensa en gobernar?

Sin ninguna duda. El cambio social y político en Navarra pasa por articular nuevas mayorías parlamentarias y gestionar el Gobierno. Es cierto que puedo tener ese perfil, fui responsable de Política Institucional en HB, he seguido ligado a las instituciones desde la abogacía o la Mancomunidad de Sakana... creo que puedo aportar algo para ese objetivo.

¿Es un «ahora o nunca» para los partidarios de ese cambio?

Es un «ahora y para muchos años», no un «ahora o nunca». Tenemos que ser conscientes todos de que la sociedad nos ha puesto un listón muy alto y nadie podrá poner condiciones para que ese cambio no se produzca, porque esa sociedad no nos lo perdonaría de ningún modo. Un cambio sin exclusiones y un cambio con contenidos.

Estuvo en el Parlamento en los 90, los de las «vacas gordas». ¿Cómo ha vivido el desplome de estos últimos años?

La crisis ha puesto de manifiesto que cuando había ingresos la Hacienda avalaba una política de despilfarro, de obras faraónicas sin ningún valor... Ahora tenemos que ver, con lo que hay realmente, cómo redistribuimos los recursos, porque UPN ha gobernado contra la mayoría de la sociedad, para las élites.

Enumero varios problemas en Nafarroa y defina su prioridad: 50.000 parados, desaparición de la CAN, desplome de Osasunbidea, persecución a la ikurriña, desprecio al euskara, presos y macrojuicios... ¿Por dónde empezamos?

Hay dos cuestiones fundamentales. Por un lado, cambiar el rumbo de la política navarra hacia esos sectores desfavorecidos, y por tanto impulsar el empleo, los servicios sociales, la capacidad que tenía el sistema sanitario, revolucionar los planteamientos en la enseñanza... Junto a ello, evidentemente vamos a potenciar que se reconozca a Navarra el derecho a decidir, pero no solo sobre su destino, sino también en lo más concreto, para que los ciudadanos sean protagonistas de todo este cambio.

¿Cómo valora lo que está pasando en la calle? En ciertos momentos de estos años se ha sentido una efervescencia casi de los años 70...

Sí. Uno de los elementos para establecer que estamos a las puertas de ese cambio es el grado de movilización, y que se está produciendo en todos los sectores: sobre la crisis económica, por la democratización, contra la corrupción, contra el despilfarro... Es una de las razones fundamentales para que estemos efectivamente en un momento histórico.

¿Nafarroa es una comunidad autónoma sostenible?

Yo creo que sí, creo que tenemos instrumentos para hacer una política fiscal y presupuestaria suficientes, como el Convenio y las competencias actuales, aunque sean insuficientes. Solo con una fiscalidad distinta para que quien tiene más pague más realmente, hay capacidad de llevar adelante una política distinta a la actual.

Aquí topamos una paradoja. Parece que son las fuerzas del régimen quienes ponen en evidencia esa supuesta inviabilidad y ustedes, los partidarios de una reunificación vasca, los que pueden llegar a la situación de gestionarla...

Yo creo que esas fuerzas del régimen están viendo la cara real de Madrid y lo que supone la dependencia absoluta. Lo hemos apreciado con la política de estabilidad presupuestaria, donde han dicho amén a todo lo que ha venido de Madrid y Bruselas. UPN votó a favor de la reforma de la Constitución en el artículo 135 para dar prioridad al pago de la deuda, y de aquellos polvos vienen estos lodos.

¿Espera alguna jugada sucia del Estado? No parece que se vaya a conformar ante una situación de tal riesgo para el estatus. El episodio del IVA de VW ya ha sido algo confuso...

Es de esperar que, en la medida en que vea que el cambio se acerca, el Estado refuerce ese ataque a las decisiones que Navarra vaya tomando. Ahí está esa batería de recursos al Tribunal Constitucional, es un pequeño avance de lo que haría ante una nueva mayoría que cambiara el rumbo.

UPN seguramente venderá una vez más el «que vienen los vascos». ¿Eso aboca a EH Bildu a no asustar a nadie?

EH Bildu no va a esconder que es una fuerza política soberanista con un proyecto muy claro para el conjunto de Euskal Herria, hasta su propio nombre lo manifiesta. Lo que sí vamos a plantear es una filosofía de actuación que en mi pueblo denominamos `cuando no se puede segar, se espiga'. Viene a decir que, teniendo claro cuál es el norte, hay que ir avanzando con pasos que sean irreversibles.

Entonces, ¿ese cambio que proponen será revolución, será reforma, que será?

El cambio se resume en que el Gobierno tendrá que actuar mirando a las personas, en que esas personas tendrán iguales derechos, en que trabajaremos para el conjunto de la sociedad y no para unas élites, con un fuerte contenido social.

Hay un cierto aura en torno a Yolanda Barcina, por las elecciones ganadas, por su propia personalidad... ¿Dónde va a incidir frente a ella y viceversa, dónde cree que ella le va a atacar a usted?

Nosotros vamos a incidir en la política de UPN a lo largo de estos 23 años casi ininterrumpidos, al margen de la impronta concreta que le haya impuesto la señora Barcina. Pondremos sobre la mesa que es un modelo caduco, un modelo que en las buenas épocas ha dado pie a la corrupción, pero que ya se ha acabado. Se ha acabado gobernar para las élites, a UPN le toca pasar a la oposición.

¿Percibe un exceso de expectativas? ¿Es peligroso? Llegar a ese cambio no parece tan fácil...

Tenemos que tener claro que el cambio en Navarra debe ser un cambio plural, y eso significa que EH Bildu tiene que confluir con otras formaciones políticas. El cambio debe ser la resultante de un programa común de actuación, al que trataremos de aportar lo máximo posible. Creo que simpemente esas expectativas se derivan de que en la sociedad hay un gran ansia de que se produzca ese cambio.

¿Van a conversar por tanto desde ya con otras fuerzas, antes de las elecciones?

Ya hemos hecho una propuesta para establecer un agenda para el acuerdo entre diferentes. Seguimos trabajando en ello y tendrá que ser prioritario después de los resultados electorales.

¿Y el PSN? Repite una y otra vez la misma jugada, pero parece que al final siempre resurge cierta expectativa. ¿También para EH Bildu, o cierran esa puerta ya definitivamente?

Nosotros no cerramos ninguna puerta, ni esa ni ninguna. Lo que decimos es que el PSN se ha autoexcluido de ese cambio político: lo hizo en 2007, en 2011, en la moción de censura, este pasado mes de marzo... El cambio, por tanto, va a venir impulsado sin el PSN. Pero si el PSN en un momento dado da por buenos esos contenidos, tendrá la puerta abierta, aunque nos parecerá algo extraño dada su trayectoria.

Un mensaje final. No para sus bases, sino para quienes habitualmente han votado a UPN y ahora dudan o están desencantados, pero a la vez recelan de EH Bildu. ¿Qué les dice?

Que Navarra es plural, y que en el reconocimiento de esa pluralidad no hagan un rechazo a priori. Que sean conscientes de que el cambio va a significar gobernar para todas las personas, no solo para un sector determinado. Un cambio que no va a excluir a nadie.





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