"Pueblo Fantasmagórico" se Manifiesta

Baltasar Garzón es un sádico que disfruta causando daño a otras personas, entre más, mejor.

A sabiendas de que la ciudadanía vasca no se iba a quedar en casa y callada ante el asalto final a sus libertades civiles y políticas expidió su edicto prohibiendo a Batasuna convocar a cualquier tipo de manifestación o acto político. Ese edicto, de hecho, le da patente de corso a los cuerpos represivos españoles para actuar con total libertad al momento de reprimir violentamente a quienes se atrevan a ejercer su derecho a la reunión y su derecho a la libertad de expresión.

Esto, para Garzón, garantizará arrestos, incomunicación y, lo adivinó usted; tortura, su especialidad.

Les dejamos con lo ocurrido en Donostia según nos lo reporta La Jornada:

Protestan nacionalistas en San Sebastián

La marcha de "los amigos de terroristas" se debió impedir, señala el Partido Popular

Aproximadamente 2 mil personas, entre ellas miembros de la suspendida coalición nacionalista vasca Batasuna, marcharon este domingo por las calles de San Sebastián, pese a la prohibición de las autoridades locales para realizar la manifestación.

En respuesta, el derechista Partido Popular (PP, gobernante en España) anunció que pedirá responsabilidades por "negligencia" al gobierno vasco. El portavoz del PP en el País Vasco, Leopoldo Barreda, señaló que "alguien tiene que explicar" la razón por la cual se permitió "a los amigos de los terroristas" marchar por San Sebastián, consignó la edición digital del El País.

A su vez, el presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, acusó al Ejecutivo vasco, encabezado por el moderado Partido Nacionalista Vasco, de "boicotear" el auto judicial del juez Baltasar Garzón, que el 26 de agosto suspendió todas las actividades de Batasuna por al menos tres años, al considerar probada su relación con el grupo armado ETA.

El ministerio vasco del Interior reconoció que la "manifestación no estaba autorizada", mientras el Ejecutivo vasco señaló que, en todo caso, en la marcha de hoy se procedió a la "identificación de varias personas como responsables del acto de protesta"

Los manifestantes, que salieron al coemnzar la tarde del centro de San Sebastián, se toparon con un cordón de la policía autonómica vasca, la Ertzaintza. Tras una breve discusión, reciberon permiso para continuar con su protesta, durante la cual se corearon consignas como "Viva el País Vasco libre" y "Los presos vascos, a casa", aunque también se oyeron gritos aislados en favor de ETA.

Dos de los manifestantes, el abogado Txema Matanzas y Sabino Juaristi, que se presentó como "ciudadano", se identificaron ante los agentes autonómicos para asumir la responsabilidad de lo que pudiera suceder en el transcurso de la movilización, dijo El País.

La protesta se registró un día después de celebrarse una manifestación legal en Gernika -convocada por el partido Eusko Alkartasuna (EA), miembro de la coalición de gobierno en el País Vasco-, "en defensa de las libertades". La presidenta de EA, Begoña Errazti, mencionó al diario vasco Gara que su partido "no defiende a Batasuna", formación a la que criticó, sino que pretende asegurar la "representación de toda la ciudadanía".

Entre los participantes de la marcha de este domingo estaban dos dirigentes de Batasuna, Joseba Alvarez y Joseba Permach, y dos concejales del partido, contra el cual el Ejecutivo español y la fiscalía general del Estado han presentado ante el Tribunal Supremo solicitudes para declararlo ilegal.

Para el próximo sábado, por lo pronto, un grupo de ciudadanos vascos convocó a una manifestación silenciosa en Bilbao, para denunciar el "estado de excepción encubierto".

En tanto, el portavoz del movimiento republicano irlandés Sinn Fein, Aengus O Snodaigh, señaló en entrevista con Gara que, con los mismos argumentos que utiliza el Estado español, podría ser ilegalizado por Dublín y Londres su partido, lo que acabaría con el proceso de paz en Irlanda.

Desde Madrid, el jefe del gobierno español, José María Aznar, advirtió que "no vamos a dejar que se sacrifiquen centenares de miles de ciudadanos vascos a las ensoñaciones de las etnias o de los pueblos fantasmagóricos. Queremos ciudadanos libres, que se respete su decisión, su vida, sus ambiciones, su trabajo". 

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