Damos seguimiento al tema de la criminalización e ilegalización de Batasuna con este artículo de La Jornada en el que se nos informa que la derecha navarra se ha alineado con Madrid para privar de sus derechos políticos a los representantes de Batasuna en las instituciones.
Así mismo, el artículo nos habla de la detención del enésimo "jefe militar" de ETA, organización que por la cantidad de "jefes militares" debe de contar con millones de militantes.
Aquí la información:
Disuelven el bloque de Batasuna en el Parlamento de Navarra
Es una "intromisión del Poder Judicial": diputado vasco
Armando G. Tejeda | Corresponsal
El bloque de Batasuna -acusada de ser brazo político de ETA- en el Parlamento regional de Navarra fue disuelto en momentos en que la represión de la policía autonómica vasca contra la manifestación del sábado pasado en Bilbao, que protestaba por la suspensión de la coalición nacionalista nacionalista vasca, continuaba hoy generando debates, incluso dentro del gobierno vasco, y se anunció la detención en Francia del presunto jefe militar de ese grupo armado.
Por lo pronto, el Parlamento del País Vasco dio a conocer un informe realizado por su equipo jurídico, según el cual los autos judiciales de Garzón para suspender a la formación en la cámara son una "una intromisión del órgano del Poder Judicial en la esfera del funcionamiento de la Cámara y menoscaba su autonomía organizativa".
Los servicios jurídicos advierten que si bien "resulta correcto, tanto descriptiva como jurídicamente, indicar que la suspensión de actividades de un partido no afecta las de los parlamentarios, la misma afirmación, en cambio, ya no es tan cierta cuando se refiere a la suspensión del grupo parlamentario".
El bloque de Batasuna ya fue "desaparecido" en el Parlamento regional de Navarra, lo que significa que los diputados no podrán trabjar en los locales del grupo ni cobrar la subvención que el Parlamento entregaba al bloque. Según explicó el socialista José Luis Castejón, la decisión se basó en los autos judiciales de Garzón.
El diputado de Batasuna Félix Puyo dijo que con la medida se "ha consumado la estrategia de acoso y el derribo del independentismo vasco en Navarra".
Por su lado, el presidente del gobierno vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, aseguró hoy que el pasado sábado, cuando la policía autonómica reprimió en Bilbao una manifestación en contra de la suspensión de las actividades de Batasuna decretada en agosto por Garzón, "hicimos lo que teníamos que hacer".
La protesta, desautorizada dos días antes por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, al considerar que estaba organizada por ETA, derivó en batalla campal con saldo de más de 30 heridos.
Sobre la actuación de los agentes antidisturbios, Ibarretxe señaló que el sábado "hicimos lo que teníamos que hacer, mi objetivo es evitar estos episodios, desgraciadamente nos falta mucho camino para ver todo con normalidad, nos falta mucho para tener una vida normal; la violencia está de sobra. Debe desaparecer la violencia, el autoritarismo, y debemos aceptar la razón de los demás".
El dirigente del Partido Nacionalista Vasco (PNV) añadió que es contrario a la ofensiva para proscribir Batasuna lanzada por el Ejecutivo español, presidido por el conservador José María Aznar, y apoyada por la oposición socialista, que marcha paralela a la ofensiva judicial de Garzón, quien el 26 de agosto suspendió las actividades públicas, privadas e institucionales de la formación abertzale, que además quedó imposibilitada de convocar concentraciones de protesta.
Proscribir ideas, imposible
Ibarretxe sostuvo que "es imposible proscribir ideas; la sociedad vasca debe ilegalizar los partidos en las elecciones, pues la sociedad vasca es sabia y sabe que la violencia y la ilegalización no son los caminos".
En el gobierno vasco hubo diferencias acerca de la actuación de los agentes el sábado. El consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, consideró que se debió haber permitido la marcha, en contraposición a lo afirmado por el vocero Josu Jon Imaz, quien responsabilizó de la represión a supuestas agresiones de los manifestantes a los agentes.
Rafael Larreina, dirigente de Eusko Alkartasuna (EA), partido socio del gobierno, se mostró partidario de haber dejado proseguir la marcha, mientras miembros del PNV que pidieron al diario El País permanecer en el anonimato hablaron de la actuación policial como un "espectáculo dantesco" y aseguraron que "nos llevaron al enfrentamiento civil, y nosotros estamos cayendo en la trampa".
En todo caso, la parlamentaria y abogada de Batasuna, Jone Goirizelaia, quien además fue la responsable de negociar con la Ertzaintza el paso de la protesta, pidió la comparecencia ante el Parlamento vasco de Javier Balza, consejero de Interior, para que aporte la grabación de los hechos del sábado. "La sociedad de Euskal Herria no entiende cómo la Ertzaintza actuó de esa manera y por qué se dieron esas órdenes", señaló.
El vocero de la formación suspendida, Arnaldo Otegi, añadió que "no hubo ningún incidente hasta que llegamos al muro de la vergüenza que puso Ibarretxe en la plaza de Zabalburu", al insistir en que la marcha del sábado fue "pacífica, silenciosa y ni siquiera llevaba pancarta alguna".
Otegi, sin embargo, se dirigió a EA, al que le dijo que "seguimos abiertos al diálogo con quien quiere construir un escenario diferente para este país", y quiere "la soberanía nacional".
El Partido Popular (PP) de Aznar y el Partido Socialista de Euskadi coincidieron en cambio en aplaudir la actuación de la policía vasca, si bien la formación conservadora consideró "demasiado blanda" la actuación policial, pues "se ha dejado hablar a ETA en las calles de Bilbao", según dijo Carlos Iturgaiz, líder regional del PP.
La asociación pacifista Elkarri criticó "las actuaciones de Baltasar Garzón, que sin las más mínimas garantías procesales, sin sentencia y bajo el pretexto de lo cautelar, impone y hace prevalecer medidas restrictivas extraordinarias sobre las garantías, derechos y libertades fundamentales, lo que deja a la sociedad vasca en situación de desamparo democrático".
Por otro lado, el PP y el PSOE se congratularon hoy por el "duro golpe" asestado a ETA con la detención este lunes en Burdeos, Francia, del presunto jefe militar del grupo, José Antonio Olarra Guridi, y de su compañera Ainhoa Goqi, a quienes el vocero del PP, Rafael Hernando, calificó de "los terroristas más sanguinarios" del grupo.
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