Un blog desde la diáspora y para la diáspora

sábado, 28 de septiembre de 2002

El "Nuevo" Pacto de Ibarretxe

Con el actual clima de negación de las libertades y derechos del pueblo vasco por parte de Madrid, materializado por el proceso de criminalización e ilegalización de Batasuna, el lehendakari 3/7 lleva a cabo una propuesta que, por tibia, ha sido rechazada lo mismo por tirios que por troyanos.

Aquí lo que nos informa La Jornada al respecto:


Un nuevo pacto basado en la "libre asociación a un Estado plurinacional", propone Ibarretxe a Aznar

Exige reconocer la nacionalidad vasca y un acuerdo de "soberanía compartida" con España

Armando G. Tejeda | Corresponsal

El presidente del gobierno vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, propuso este viernes al gobierno español un "nuevo pacto" de convivencia, basado en la "libre asociación a un Estado plurinacional", el reconocimiento de la nacionalidad vasca y un acuerdo de "soberanía compartida" con España.

La iniciativa de Ibarretxe fue respaldada por la mayoría del Parlamento vasco, pero fue rechazada por los partidos Popular (PP) y Socialista de Euskadi (PSE) y los parlamentarios de Batasuna, la coalición de la izquierda nacionalista suspendida de sus actividades políticas desde el pasado 26 de agosto por mandato del juez Baltasar Garzón, de la Audiencia Nacional, al considerarla el brazo político de ETA.

El mensaje de Ibarretxe tuvo especial relevancia ante la coyuntura actual de la región: un partido político en vías de ilegalización, el recrudecimiento de la violencia y la crispación, y el persistente enfrentamiento entre el presidente del gobierno español, José María Aznar, con el nacionalismo vasco, el radical y el moderado.

"Planteamos al Estado español -agrega- un nuevo pacto político para la convivencia, basado en el reconocimiento de nuestra identidad nacional y en la libre asociación a un Estado plurinacional. En definitiva, desde el ámbito de representación de la Comunidad Autónoma Vasca como parte integrante del pueblo vasco, y en desarrollo de nuestra capacidad de decidir libre y democráticamente nuestro propio futuro. Planteamos una nueva etapa de relación con el Estado español sobre la base de un nuevo estatus de libre asociación. Planteamos que se reconozca, con toda naturalidad, la nacionalidad vasca, a efectos jurídicos, políticos y administrativos".

El lehendakari explicó que "el presente curso político se inicia marcado por el recrudecimiento de la violencia, el autoritarismo y la ilegalización de Batasuna. Tres túneles que se empeñan en devolvernos al pasado y en introducirnos en una espiral de división y confrontación: el túnel de la violencia, el del autoritarismo y el de la exclusión" política.

Del primero responsabilizó a ETA, que según él se empeña en arrastrar a los vascos "al túnel de la violencia y el sufrimiento", a pesar de que "nuestro pueblo quiere ser dueño de su propio destino sin violencia, sin imposiciones y sin chantajes."

Ibarretxe agregó que el gobierno español ha iniciado "un proceso que pretende arrastrarnos hacia el túnel del autoritarismo y la imposición", pues bajo la disculpa de la seguridad, "estamos asistiendo a un recorte de las libertades y de los derechos individuales, civiles y políticos".

Consideró "evidente que se está produciendo un proceso de involución democrática y de regresión autonómica", por lo que "de nuevo se está recorriendo el túnel hacia lo que en el franquismo se conocía como el Estado nacional español. Esto es, una nación y una cultura dominante y dueña del Estado, frente a otras naciones. Culturas y pueblos considerados inferiores."

En cuanto al llamado "túnel de la exclusión", Ibarretxe reiteró su rechazo a la ley de partidos políticos mediante la cual Madrid impulsa la proscripción de Batasuna que, dijo, "es jurídicamente inconstitucional, y que política y socialmente genera división y confrontación".

Añadió que esta iniciativa, que sólo apoyan el PP y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), se ha hecho "en contra de la sociedad vasca", al ser impulsada por Aznar con el afán de "tapar el fracaso de una estrategia equivocada. Una estrategia que nos prometió acabar con ETA en cinco años y que ahora, transcurrido ese tiempo, nos augura más sacrificios y más sufrimiento. ¿Alguien piensa de verdad en este Parlamento que arrojando a la clandestinidad a 200 mil personas se va a eliminar la violencia de ETA? ¿Se va a aumentar la seguridad ciudadana?"

Ibarretxe propuso entonces una nueva relación con el Estado español dentro de un marco que será elaborado durante los próximos 12 meses antes de ser sometido a referéndum, y afirmó: "No nos resignamos al callejón sin salida que presenta ETA. Un camino de odio y de frustración (...) Tampoco nos resignamos al inmovilismo, al bloqueo y a la negativa permanente de soluciones que plantean el PP y el PSOE. Porque es un camino que no nos acerca a la paz y nos conduce a la crispación social".

Abogó, en cambio, por un "nuevo proyecto de convivencia basado en la libre asociación y en la soberanía compartida, y no en la subordinación y en la imposición de una determinada visión del Estado, al margen de la voluntad del pueblo vasco".

Añadió que "la solución del problema de normalización política estriba en asumir que el pueblo vasco no es una parte subordinada del Estado, sino un pueblo con identidad propia, con capacidad para establecer su propio contexto de relaciones internas y para incorporarse por libre asociación a un verdadero Estado plurinacional".

Desdén en Madrid

El líder y vocero de Batasuna, Arnaldo Otegi, tras anunciar su voto contra la propuesta del lehendakari, afirmó que "no hay proceso de cambio político en clave de soberanía desde el respeto de la legalidad vigente", por lo que cuestionó a Ibarretxe, sobre todo por las recientes actuaciones de su gobierno contra el entorno de la izquierda abertzale, al cerrar sedes y locales y disolver manifestaciones en acatamiento a los autos judiciales de Garzón.

Consideró el dirigente que estamos frente a "un nuevo fraude político, adornado, eso sí, con palabras de la izquierda abertzale, salpicado con conceptos de soberanía", por lo que acusó a Ibarretxe de "jugar con los sentimientos de la gente".

La propuesta de Ibarretxe, calificada por algunos como declaración de independencia, fue recibida con desdén por Aznar, quien sostuvo que "se sigue insistiendo en intentar llevar al País Vasco al abismo".

Añadió que "no consentirá" que se intente eliminar "el estado de las autonomías", y que lo defenderá con "todas las armas del estado de derecho", al tiempo que consideró que la propuesta del Partido Nacionalista Vasco "le da la razón a ETA".

El líder del grupo parlamentario del PP en el País Vasco, el ex ministro del Interior español Jaime Mayor Oreja, consideró que es ETA el organismo que en realidad está detrás de la iniciativa oficial, al fungir como "juez y capitán".

Y el vocero de la tercera formación política en la región, el PSE, Patxi López, acusó al gobierno vasco de "batasunizarse" y fomentar la ruptura definitiva entre los nacionalistas y no nacionalistas.

El gobierno vasco prohibió la celebración de una manifestación de unas cien personas en Rentería, donde se pretendía rendir un homenaje a uno de los dos etarras muertos el pasado lunes a raíz de la explosión de un material explosivo que transportaban para utilizarlo en un supuesto atentado. 




°

No hay comentarios.:

Publicar un comentario