Uno de los objetivos de este blog, creado desde la diáspora vasca y para la diáspora vasca, es el de servir de puente con las sociedades a las cuales pertenecemos, estemos donde estemos, con el objetivo de proveer información objetiva acerca de los aconteceres de nuestra tierra de origen, aconteceres que a menudo son deformados por la cobertura que de ellos llevan a cabo los grandes consorcios informativos para quienes el periodismo dejó de ser un ejercicio ético para así convertir la información en una mercancía.
Ejemplo claro de esta información fuertemente sesgada en favor de Madrid tenemos la cobertura que Leonardo García Tsao hace del Zinemaldia en Donostia. En cada parte que escribe deja ver y saber que de cine será todo un erudito, pero que en cuestiones de política y de derechos humanos raya en la inanición intelectual.
Aún más, como mexicano, flaco favor le hace a nuestra memoria como pueblo sometido por el colonialismo que tras una heroica gesta logró liberarse del yugo español, yugo genocida responsable por la destrucción sistemática de la diversidad cultural que caracterizaba a la extensión geográfica que algún día pasaría a conformar lo que hoy es el estado mexicano.
Ciego ante lo evidente, Leonardo García niega la identidad vasca y por lo tanto se suma voluntariamente a la estrategia por parte de Madrid consistente en españolizar a los habitantes de las naciones históricas aún bajo su yugo colonialista.
Para decirlo claro, el experto en cine da continuidad en pleno siglo XXI a la estrategia de exterminio colonialista iniciada hace 500 años. Ahí están por ejemplo, esas referencias constantes a las novilladas, algo que los mexicanos víctimas de la indefensión aprendida gustan de celebrar como parte de su "raíz española".
En su reseña del inicio de la edición 2002 de Zinemaldia, García nos dice que el franquismo no fue bueno para dicho festival de cine y abunda detallando; "ni para muchas otras actividades españolas". No señor García, el Zinemaldia no es una actividad española, es una actividad vasca, por más que usted lo quiera negar.
Pero es que, además, tomando en cuenta cuán letal fueron los "tiempos franquistas", reducir a "no fueron buenos" la brutal embestida en contra de "actividades españolas" como el sindicalismo, el cooperativismo o el agrarismo suena más a apología que a crítica, sobre todo si se toma en cuenta el actual asalto a los derechos civiles y políticos del pueblo vasco, de lo cual Leonardo García no se ha enterado porque al parecer no lee el diario para el que colabora, La Jornada.
Lean ustedes:
San Sebastián, de fiesta
Leonardo García TsaoCon la proyección de la película The good thief (El buen ladrón), del notable cineasta irlandés Neil Jordan, dio comienzo ayer la 50 edición del Festival de San Sebastián. Ciertamente la programación y los eventos especiales revisten un carácter festivo, pues hay mucho qué celebrar en un festival que alcanzó finalmente la estabilidad en esta última década.
Los tiempos franquistas no fueron buenos para el festival (ni para muchas otras actividades españolas). Desde la realización de la primera Semana Internacional de Cine de San Sebastián, en 1953, la organización sufrió diversos cambios en su carácter -ya sea competitivo o no- de acuerdo con los vaivenes políticos. De hecho, la primera vez que asistí a San Sebastián, en 1981, el festival era dirigido por Luis Gasca y su programación no competitiva era un desordenado tuttifrutti de cosas ya vistas en anteriores certámenes, como Cannes o Berlín.
Fue hasta que el crítico Diego Galán tomó las riendas en 1985 que San Sebastián recuperó su grado A, aprobado por la FIAPF, y comenzó a construir su perfil actual. Desde entonces, el festival ha reforzado su programación con estupendas retrospectivas y sólidas secciones paralelas, para equilibrar una competencia afligida por estar justo detrás de festivales como Locarno y Venecia. Así, el festival cuenta ahora con una programación muy nutrida, imposible de cubrir en su totalidad. (Qué primitiva suena la época, recordada por los veteranos, en que se alternaban las escasas proyecciones con novilladas y paseos al mar).
En esta ocasión se ha podido contar incluso con varios nombres prestigiosos en la competencia, cosa que habla de la habilidad para la negociación del director Mikel Olaciregui, quien sucedió a Galán desde el año pasado y ha podido ganarle títulos atractivos a los rivales. Así, además de Jordan, concursan los siguientes realizadores: el argentino Adolfo Aristaráin (Lugares comunes), el chino Chen Kaige (Han ni zai yiki), el japonés Kei Kumai (Umi wa miteita) y el estadunidense Paul Schrader (Auto focus). Por México participan El crimen del padre Amaro, la controvertida realización de Carlos Carrera, y una coproducción con España, Aro Tolbukhin, en la mente del asesino, dirigida por Agustí Villaronga, Lydia Zimmerman e Isaac P. Raciner. Otras concursantes del país anfitrión son Octavia, de Basilio Martín Patino, y Los lunes al sol, de Fernando León de Aranoa.
Este año no hay aspirantes mexicanos al premio de Nuevos Directores (ganado en 2001 por De la calle, de Gerardo Tort). Pero dos títulos compiten por el premio económico en la sección Made in Spanish: Ciudades oscuras, de Fernando Sariñana, y ¿De qué lado estás?, de Eva López Sánchez.
Las retrospectivas ofrecen las filmografías completas del gran cineasta británico Michael Powell y el alemán Volker Schlöndorff, además de una selección atinada de lo mejor de Francis Ford Coppola, dentro del homenaje que se le rinde. Para conmemorar la década en que se inició el festival, otra retrospectiva ha reunido cincuenta títulos de los años 50, relacionados de forma directa o indirecta con San Sebastián.
Para un festival también renombrado por sus fiestas -acudir todas las noches (o madrugadas) a la discoteca Bataplán se ha vuelto una rutina entre los invitados con metabolismo privilegiado- era previsible una gran celebración de aniversario. Mañana a las diez de la noche inicia una serie de actividades conmemorativas en la plaza de toros Illumbe (quizá para recordar aquellos años de las novilladas), que incluye la presentación del documental Encadenados, de Carlos Rodríguez; un espectáculo llamado 50 años rodando, un concierto de Ana Belén, Víctor Manuel y Joaquín Sabina, entre otros, y un baile en plan disco. Además, el 24 se llevará a cabo La noche de los premiados, una reunión de quienes puedan asistir de las 64 figuras del cine español que han ganado algún premio en la historia del festival.
°
No hay comentarios.:
Publicar un comentario