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sábado, 21 de septiembre de 2002

Entrevista a Arnaldo Otegi

Les presentamos esta entrevista al líder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi que La Jornada trae a nosotros desde las páginas del diario vasco Gara.

En la misma, Otegi le enmienda la plana a tirios y troyanos en lo que respecta al actual estado de supresión de libertades y derechos por parte del estado español en contra del pueblo vasco.

Adelante con la lectura:


El País Vasco va a ser el Estalingrado de España

Arnaldo Otegi | Ex Vocero de Batasuna | La represión de Aznar no va a abortar el proceso de emancipación | Considerado uno de los interlocutores válidos de la izquierda independentista de Euskadi, ahora debe responder este cuestionario como legislador y no como líder partidario, debido a la decisión de Baltasar Garzón de prohibir la formación política

F. Fernández | Diario Gara

Hasta hace dos semanas, Arnaldo Otegi actuaba como portavoz de la Mesa Nacional de Batasuna (Unidad), pero ahora debe responder a las preguntas de esta entrevista a título personal y como parlamentario en la Cámara vascongada. Ello no obedece a un desdoblamiento de personalidad ni a un criterio periodístico, sino a la decisión de un juez, Baltasar Garzón, de la Audiencia Nacional de España, que ha venido acompañada del impulso del Congreso español para ilegalizar a la formación abertzale (patriota).

No obstante Otegi aclara que la ofensiva del Estado español, "probablemente el último salto que van a dar", no se dirige contra la izquierda independentista, sino contra Euskal Herria. También está seguro de que "el pueblo vasco sabrá responder con dignidad nacional".

-En apenas unas horas las cortes españolas aprobaron la suspensión de las actividades políticas de Batasuna, e instaron a su ilegalización. Estos hechos son reflejo de que el conflicto tiene carácter político. ¿Qué alcance real va a tener esa ofensiva?

-No se pueden leer estos acontecimientos sin tener en cuenta el diseño del Estado español que hizo la reforma posfranquista. Esa reforma, dirigida por los poderes que apoyaron la dictadura, buscaba tres grandes objetivos: darle una fachada democrática al régimen para homologarlo con el contexto europeo, incluir a la economía española en la cadena internacional y acabar con el proceso hacia la independencia nacional del pueblo vasco. Está claro el fracaso estrepitoso de ese tercer gran objetivo estratégico.

El fracaso de la asimilación

"El Estado español hizo un diseño, a través de una autonomía pactada con el gobernante Partido Nacionalista Vasco, que pretendía plantear a nuestro pueblo una dicotomía que perseguía su asimilación, y pretendía desactivar la izquierda independentista de Euskadi porque entendía que ese mismo mecanismo estatutario iba a impedir que se desarrollara un sector popular fuerte en torno a sus reivindicaciones.

"Veinticinco años después y, como afirman sus propios portavoces, una vez que ese Estado ha usado todo contra el movimiento independentista cuando dicen todo quieren decir eso, y desde la guerra sucia a la dispersión, desde la tortura a la autonomía, se sienten obligados a dar un salto más, probablemente el último, que es el intento de borrar del mapa político a ese sector popular que es el motor del proceso de emancipación nacional del pueblo vasco. Hoy las máscaras han caído, porque ese ciclo, que se abrió con la transición y el Estatuto, está ya acabado".

-¿Quiere decir que la suspensión de las actividades de Batasuna ha hecho saltar ese marco?

-Es la última prueba gráfica. En virtud de esa aceleración de la emancipación nacional que se le escapa de las manos, el Estado decide intentar aniquilar al motor de ese proceso. Lo realmente preocupante para el Estado es que el conflicto está ya situado entre el pueblo vasco y el Estado.

"Lo que no cabe en la democracia española no es Batasuna. Lo que no cabe en la democracia española es el pueblo vasco. Esa es la gran victoria popular de la izquierda independentista. Y eso sólo se resuelve de una manera, con soberanía para el pueblo del País Vasco".

-¿La mayoría social de Euskal Herria comprende hoy menos que se respete la legalidad española? ¿Ya está madura‚ para apostar por la soberanía? ¿No se estará acabando el tiempo?

-Hay masa crítica suficiente en este país para hacer un proceso soberanista. No me cabe la menor duda. Además, a la vista de los últimos acontecimientos, estoy convencido de que esa amplia base social que apostó electoralmente por el PNV-EA frente al gobierno de José María Aznar, hoy ya tiene claras dos conclusiones: que se equivocó profundamente y que aquí sigue mandando el Estado español.

-¿Cómo cree que están recibiendo esos mensajes las generaciones más jóvenes, que no vivieron la dictadura franquista?

-Este pueblo no ha perdido la memoria histórica. Existe caudal humano suficiente, en la juventud, en el movimiento cultural, obrero, internacionalista... como para hacer frente a la actual situación. Unas circunstancias duras como las que está imponiendo el régimen fascista español en Euskal Herria no van a abortar el proceso de emancipación nacional, ni van a impedir que miles de hombres y mujeres defiendan el proyecto político de la izquierda independentista. Y el tiempo será testigo.

"Cuando aseguro que Euskal Herria va a ser el Estalingrado político de los fascistas españoles, lo digo con absoluta seguridad. No van a someter al chantaje ni al miedo al sector popular que busca la liberación nacional y social. Al contrario, van a fortalecer la necesidad del cambio político".

-¿Qué mensaje les dirige a quienes han elegido una opción política ahora ilegalizada de facto, quienes pueden pensar que se les va a arrebatar lo que han logrado con sacrificios personales?

-Siempre ha sido muy duro pelear por Euskal Herria. Tenemos ejemplos en el pasado y en el presente. Siempre ha habido quienes, por encima de intereses personales, han sabido anteponer los intereses de este pueblo. Yo lo único que les digo es que merece la pena luchar, merece la pena el sacrificio, porque la mayor irresponsabilidad sería legar este conflicto a la siguiente generación".

-La repercusión internacional de lo que está sucediendo en Euskal Herria está siendo grande, al menos en los medios de comunicación del mundo.

-Siempre ha sido una labor prioritaria de la izquierda independentista situar el conflicto en el terreno internacional. El señor Aznar ha hecho una gran contribución en ese sentido. El pueblo vasco está en las portadas de todos los periódicos de todo el planeta, y percibo que en muchos la medida ha sido criticada. El último dato evidente es que iban a presentar una moción en el Parlamento Europeo a favor de la ilegalización y la han tenido que retirar.

"El Estado busca cercar a Euskal Herria en su actividad política dentro de sus propios límites geográficos, y lo que tienen que hacer los independentistas de izquierda es situar el conflicto con el Estado francés y el Estado español en el mapa europeo. Hay que aprovechar ese eco mediático para poner encima de la mesa las soluciones en clave de paz, democracia y soberanía para el pueblo vasco".  





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