El efecto dominó tan temido por los jacobinos tardocolonialistas liderados por Jean-Claude Juncker parece estar materializándose.
Y estamos hablando de los verdaderos movimientos de autodeterminación, no esas balandronadas geoestratégicas como la Letonia, que tanto celebrase su autodeterminación con respecto a la Unión Soviética pero que ahora ha callado con respecto a Catalunya a cambio de unos cuantos juguetes de guerra, mismos que no le servirían de nada si Rusia de verdad se decidiera a intervenir militarmente ante las constantes provocaciones por parte de la OTAN en la región.
La llama encendida por Irlanda fue mantenida viva durante las décadas más oscuras gracias al tesón del pueblo vasco, mismo que ha visto como Catalunya y Escocia tomaban el relevo. Pues bien, esos auténticos aires de libertad soplan cada vez con más fuerza en la Corsica insumisa.
Lean ustedes este artículo dado a conocer por Resumen Latinoamericano:
Tras una pancarta con el lema «Demucrazia è rispettu pè u populu corsu» (Democracia y respeto para el pueblo corso), alrededor de 25 mil manifestantes han enarbolado banderas de Corsica y carteles con la palabra «Demucrazia».En la movilización, que se celebró sin incidentes, se gritaron consignas como “¡Viva la lucha de independencia!” o “¡Estado francés asesino!”.La marcha fue convocada el pasado 23 de enero por el presidente de la isla, Gilles Simeoni, para protestar contra el Ejecutivo francés, al que acusa de no tener en cuenta «la dimensión política del asunto corso».Tiene lugar solo tres días antes de que el presidente francés, Emmanuel Macron, realice su primera visita oficial desde que asumió el poder en mayo del año pasado.El líder independentista y presidente de la Asamblea corsa, Jean-Guy Talamoni, ha explicado, en declaraciones al canal de noticias ‘BFM TV’, que la decisión de manifestarse surgió después de la visita que él y Simeoni realizaron a las autoridades del Estado galo en enero.«Nos dimos cuenta de que había una concertación entre las instituciones para hacernos entrar en un proceso jurídico» y no político, ha señalado.Ha defendido que se debe entablar un diálogo «sin líneas rojas ni condiciones previas», por lo que la próxima visita de Macron debería «dar una señal fuerte a la sociedad corsa de diálogo y apertura, y que rompa con la indiferencia que ha prevalecido hasta ahora».Los líderes nacionalistas corsos -que obtuvieron en diciembre pasado una gran victoria en los comicios legislativos locales- tienen como objetivo a corto plazo una mayor autonomía, en vez de la independencia, sobre todo porque la isla depende del gasto estatal.Quieren avanzar en sus tres principales reivindicaciones: amnistía para los “prisioneros políticos”, cooficialidad de la lengua corsa y un estatuto especial de residente para combatir la especulación inmobiliaria.Se trata de tener “un verdadero poder legislativo y fiscal, reconocido tanto por el Estado (francés) como por la Unión Europea”, según explican.Para Talamoni, París debe entender que la mayoría absoluta que obtuvieron los nacionalistas en las elecciones regionales «no es simple renovación de una asamblea administrativa».Según Talamoni, a quien algunos llaman “el Puigdemont corso” (en referencia al presidente catalán Carles Puigdemont), la idea independentista “sigue siendo minoritaria”, pero no descarta que el tema regrese sobre la mesa en unos “10 a 15 años”, aunque sólo si los corsos lo desean.Durante décadas Córcega estuvo sumida en la violencia con más de 4.500 atentados reivindicados por los militantes del Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC). Su decisión, en 2014, de detener la lucha armada devolvió la calma a la isla.La visita de Macron, la próxima semana, se producirá exactamente 20 años después del asesinato a tiros, el 6 de febrero de 1998, del prefecto Claude Erignac, abatido en pleno centro de Ajaccio por un militante independentista.A la manifestación de este sábado en Ajaccio acudió un exjefe del FLNC, Charles Pieri.Pieri, figura de la lucha clandestina “encarna la mística de los combatientes”. En una reciente entrevista a la prensa, Pieri expresó el deseo de “recuperar un cargo de responsable en el ejecutivo” de Corsica Libera, el partido independentista de Talamoni.
La marcha fue convocada el pasado 23 de enero por el presidente regional de la isla de Córcega, Gilles Simeoni, para protestar contra el Ejecutivo francés, al que acusa de no tener en cuenta “la dimensión política del asunto corso”.
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