Con respecto a la estrategia puramente vengativa por parte del estado español de mantener tras las rejas a los presos políticos vascos gravemente enfermos, les compartimos esta nota en Naiz acerca de la crítica situación de Ibon Iparragirre:
El informe de un profesional del Colegio de Médicos de Madrid, situado como resolutorio por el juez, es muy concluyente sobre la situación de Ibon Iparragirre. Su dolencia se define como muy grave e incurable, remarcando el riesgo enorme de la prisión y certificando que se dan los requisitos para excarcelarlo. La Fiscalía tendrá díficil oponerse.Ramon SolaEl informe médico, tercero en poco tiempo y encargado por el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria para tomar una decisión definitiva sobre el preso enfermo Ibon Iparragirre, ha llegado ya a la Audiencia y ha sido valorado hoy por el magistrado José Luis Castro y el abogado del prisionero, en ausencia del fiscal encargado del caso. Su contenido es muy concluyente; no solo confirma el riesgo de fallecimiento si sigue preso, sino que certifica que se cumplen las condiciones para la excarcelación a través del artículo 104 y el 192 del reglamento. «Si persisten las actuales circunstancias de vida del paciente [en la cárcel], se mantendrá la situación de muy grave en el estado de su enfermedad», advierte el médico que lo firma.Se trata de un profesional muy reputado, que ha ocupado altos cargos en varios hospitales de Madrid, ha ejercido en centros sanitarios de otros países, es profesor universitario y tiene diversas distinciones. Su dictamen, de ocho folios, incluye los antecedentes sobre Iparragirre, desde los primeros informes médicos cuando estaba encarcelado en Sevilla hasta los emitidos luego en Bilbo y ahora en Madrid (está preso en Alcalá-Meco). Recuerda que sufre VIH desde 1990 y que de ello han derivado diversas dolencias neurológicas, epilepsia… Cita cómo sus defensas han descendido a la cota de 66, cuando lo normal es entre 500 y 1.600. Y califica su estado de «muy grave», por los efectos de la enfermedad pero también por estar en prisión. «Su especial vulnerabilidad hace más peligrosa su vida en colectividad, ya que agentes infecciosos que son inofensivos para una población normal son patógenos y agresivos para una población con defensas disminuidas», expone.La parte más espinosa es la titulada «Sobre el pronóstico vital del paciente». En ella el perito indica que «no podemos pronosticar si el paciente llegará a la situación terminal, agonía y fallecimiento en días, meses o años, pues ello está condicionado a una multiplicidad de factores que influyen en la evolución temporal del Sida». Y acto seguido añade: «Sí podemos pronosticar la aceleración del proceso hacia una fase terminal si persisten las circunstancias ambientales que no aseguran una medicina preventiva específica para enfermos inmunodeprimidos, que eviten la presencia de infecciones oportunistas» (alude a la neumonía que obligó a hospitalizarle en el Gregorio Marañón en primavera).Aunque las reticencias a liberar a Iparragirre, ampliamente constatadas estos meses, obligan a mantener la prudencia, la rotundidad del informe abre las puertas a su excarcelación, a la que el juez Castro estaría dispuesto (fue él, de hecho, quien ubicó este dictamen como definitivo). Falta saber la posición de la Fiscalía, aunque el margen para oponerse resulta muy escaso a la vista de este informe. A finales de esta semana o principios de la siguiente debería haber resolución del juez. Luego el Ministerio Público tendría aún cinco días para recurrirla o no.En la hipótesis más optimista, Iparragirre podría volver a casa para enfrentarse ahí a su enfermedad a finales de esta semana si el magistrado se muestra a favor de la excarcelación y la Fiscalía renuncia a poner más obstáculos. Se solucionaría así un caso que ha movilizado a instituciones como el Parlamento de Gasteiz y a la ciudadanía vasca en múltiples movilizaciones.
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