El régimen comandado por Felipe Borbón y Franco por fin ha reaccionado al mensaje de diálogo y concordia enviado desde Bélgica... y lo ha hecho como acostumbra, con la amenaza de ejercer la violencia, encarcelando al president elegido por lo catalanes en las urnas que la misma Madrid les impuso.
Por conducto de Mariano Rajoy informa que no les "temblará el pulso", así como no les tembló cuando fusilaron a Lluís Companys, suponemos.
Dejan en claro que la bravata de octubre no conducía a nada en el orden de lo democrático exponiendo de paso todas las miserias de la Europa de las Luces.
Aquí les dejamos con este artículo dado a conocer por Público:
El Ejecutivo se limita a remitir a la decisión judicial que se adoptará en su caso si el expresident decide regresar a España, es detenido y depende de un juez que pueda acudir o no a una sesión de investidura. Recalca que tanto Junts per Catalunya como ERC sabían a la hora de hacer sus listas la situación procesal en que se encontraban Puigdemont o Junqueras.El Gobierno de Mariano Rajoy dice confiar en que, si los independentistas logran ponerse de acuerdo para elegir al presidente de la Generalitat, éste, más allá de sus discursos, demuestre con hechos que acata la legalidad, pero, si no es así, garantiza que "no le temblará el pulso".Tras las elecciones del 21-D, que dejaron una nueva mayoría independentista, no hay por el momento nombres alternativos sobre la mesa del expresident y cabeza de lista de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, que permanece en Bruselas.Su partido está estudiando fórmulas reglamentarias que puedan hacer posible su investidura, aunque no esté presente en el correspondiente debate en el Parlament. Sin embargo, el Ejecutivo del PP no va a ponerlo fácil.Fuentes del Gobierno aseguran a Efe que, permaneciendo en Bruselas, Puigdemont nunca podrá ser investido y se limitan a remitir a la decisión judicial que se adoptará en su caso si el expresident decide regresar a España, es detenido y depende de un juez que pueda acudir o no a una sesión de investidura.Lo que el Ejecutivo recalca es que tanto Junts per Catalunya como ERC sabían a la hora de hacer sus listas electorales la situación procesal en que se encontraban Puigdemont, Oriol Junqueras y otros exconsejeros catalanes que permanecen en prisión o fuera de España."Ahora deben asumir las consecuencias de sus decisiones", subrayan las fuentes citadas. Por tanto, aún quedan muchas incógnitas por despejar antes de que un candidato logre ser investido en el Parlament.Si finalmente lo consigue un representante de los partidos independentistas, el Gobierno cree que, más allá de sus declaraciones y discursos, sus hechos se adecuarán a la legalidad, porque ya sabe cuáles son las consecuencias de no hacerlo.
¿Prórroga del 155?Ante la pregunta de si volverían a recurrir al artículo 155 de la Constitución, insisten: "Todo lo necesario". No obstante resaltan que se trata de un escenario que no desean y que no esperan que ocurra.Mientras en el Gobierno se reitera la llamada a la tranquilidad y a esperar la evolución de los acontecimientos, en el PP los ánimos están muy bajos y hay una evidente preocupación por lo que ha pasado en Catalunya.Son varios los dirigentes que advierten de que no será fácil remontar la situación tras haber obtenido los peores resultados de su historia en esta comunidad y quedarse sólo con tres diputados.Coinciden todos los dirigentes populares en que hay que hacer una reflexión, un "replanteamiento profundo" en palabras del propio candidato a la Generalitat, Xavier García Albiol, quien se mantiene, por el momento, al frente del PPC: quiso dimitir pero Mariano Rajoy le pidió esperar.La idea, señalan algunas fuentes, es plantear un cambio de liderazgo a medio plazo, pero no en un momento tan delicado como el actual. Y antes de cambiar nombres hay que hacer un análisis profundo de lo ocurrido.La primera reacción de los "populares" al conocerse los resultados no fue la autocrítica sino el reproche a Ciudadanos, por haber pretendido "ganar solo" al independentismo y no ayudar con su estrategia al bloque constitucionalista en su conjunto.Pero también han admitido muchos que el PP no ha sabido vender, o no la hecho con el tiempo suficiente, el mensaje de que, debido al reparto que hace la Ley electoral, había varios escaños que este partido se jugaba directamente con el independentismo y que por haberse ido tantos votos a Ciudadanos han acabado recayendo en formaciones secesionistas.Pese al mal momento que vive el partido, todos hacen piña en torno a Rajoy. Y hay quienes apuestan por empezar cuanto antes la reflexión interna y dejar de echarle la culpa a los demás y mucho menos a quien ha ganado las elecciones, Inés Arrimadas, como apuntó el viernes el presidente gallego, Albert Núñez Feijóo.
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