En un estado en donde todo mundo fue a ver la película "Ocho apellidos vascos" sin que a nadie, incluídos los vascos, se le moviera un pelo entendiendo que se trataba de una comedia de enredo que desde el propio título dejaba saber que estaría enfilando sus baterías humorísticas hacia la línea de flotación de la identidad vasca y sus más que conocidos tópicos, solo a un grupo de quejosos profesionales que han hecho del victimismo un excelente negocio se les podría ocurrir ir a Europa a denunciar un capítulo de una serie televisiva que desde un principio hizo saber que se trataba de una apuesta humorística.
Repetimos, un capítulo, porque los de COVITE no están rasgándose las vestiduras por todos los capítulos de la serie, solo por uno, el dedicado a Espaina, la Eshpaña Cañí pues. Y ni siquiera lo hacen por todo el capítulo en sí, mismo que como un todo muestra un arco argumentativo en el cuál los entrevistados hacen saber que pueden estar o no estar de acuerdo con los tópicos que ellos mismos han sacado a colación. O sea, a lo largo de la transmisión las declaraciones de cada uno de los entrevistados va siendo matizada. Pero claro, si te basas en una edición sesgada elaborada por un grupo de personas que buscan criminalizar todas las expresiones de pueblo vasco para así violentar su día a día pues entonces pareciera que dicho programa fue elaborado por el mismísimo Joseph Goebbels... o por Manuel Aznar Acedo.
Desafortunadamente el régimen borbónico franquista, aprovechando muy bien su mascareta democrática, ha aprovechado las propias reglas de las instituciones paneuropeas para colar a sus grupos de choque, disfrazándoles de sacrosantas ONGs, algo asi como la versión española de el Observatorio Sirio de Derechos Humanos o los Cascos Blancos.
Ahora bien, ante el nuevo embate orquestado por Consuelo Ordóñez y sus acólitos solo nos queda la esperanza que, tras la culminación del desarme de ETA y el aparente distanciamiento de París con respecto a la estrategia represiva de Madrid en contra del pueblo vasco, en Europa tengan a bien explicarle a estos cavernícolas en qué consiste la libertad de expresión y los manden a casa con las manos vacías.
Aquí la nota publicada en el Diario Vasco, redactada por alguien a quien se le ha olvidado la presunción de inocencia pues le ha faltado incluir un supuestamente en la preposición que hemos tenido a bien poner en negrita:
Un informe del colectivo de víctimas defiende que las emisiones del ente público «promueven el odio al diferente»Elisa LópezCovite ha denunciado el «sesgo racista, ideológico e intolerante» de EITB ante ante la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia con el objetivo de que tome medidas que pongan fin a las emisiones que inculcan «el odio al diferente». El Colectivo de Víctimas del Terrorismo, que preside Consuelo Ordóñez, hace efectiva una decisión que anunció en marzo, tras la retransmisión del polémico programa de ETB1 'Euskalduna naiz eta zu?', en el que algunos personajes públicos vascos opinaban de forma despectiva sobre España y ridiculizaban a los españoles.Precisamente a raíz del citado espacio -«la gota que colmó el vaso», a juicio del colectivo-, que desató una tormenta política y una oleada de críticas de tal calibre que incluso el Gobierno Vasco reprobó su contenido, la asociación de víctimas elaboró un detallado informe, no solo sobre el programa en euskera, sino también acerca de su encaje en el código deontológico de la televisión vasca, además de abordar la «politización» del ente público y su futura reforma. Todo con el fin de constatar que «EITB promueve el odio y el desprecio al diferente». Un informe que Covite acaba de presentar ante el citado organismo europeo para que lo analice y tome las medidas necesarias para acabar «con todas y cada una» de las emisiones que «favorecen la radicalización».InsultosFuentes del colectivo recuerdan que los insultos contra los españoles en el polémico programa oscilaban desde «fachas, paletos, chonis, atrasados, catetos e ignorantes», hasta calificativos sobre «el horror de la bandera y apreciaciones en torno a la camiseta de España, que lavarían con lejía». Por ello, denuncian que es «sumamente grave que una cadena pública invierta el dinero de todos los ciudadanos en programas que incitan al odio». Insisten en que «hay frases que en ninguno de los contextos posibles podrían resultar humorísticas».No obstante, no es solo el citado programa lo que causa la indignación del colectivo, «son otras muchas cosas: ahí está la politización de EITB, las acusaciones de que ha sido una televisión hecha por nacionalistas vascos ha sido una constante desde los inicios de sus emisiones», aseguran. También lamentan que algunos espacios «vulneran los propios principios deontológicos fundacionales de la cadena». En el documento están reflejadas, además, denuncias relevantes sobre el sesgo ideológico. Como una de 2015, cuando la dirección se vio obligada, por las críticas vertidas desde partidos y asociaciones de víctimas del terrorismo, a rectificar por la participación del exparlamentario de HB y exmiembro de ETA Mikel Zubimendi en el espacio 'Debatea'. O como cuando en diciembre del año pasado, un tertuliano de ETB2 rompió en directo una fotografía del rey Felipe II.Fuentes de Covite quieren hacer hincapié en que sus críticas, tanto a EITB como en concreto al programa 'Euskalduna naiz eta zu?', no las realizan «desde el enfrentamiento entre vascos y españoles», sino porque entienden que dichas emisiones «pueden derivar en odio al diferente y como consecuencia promover la radicalización».
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