El régimen borbónico-franquista, fiel a una añeja tradición, simple y sencillamente niega la mismísima existencia de todas aquellas identidades que no sea la que se han construido para definir "lo español".
Esta premisa es uno de los pilares de su política hacia el pueblo vasco. Por un lado la violencia institucional, por otro el ni siquiera reconocer que al otro lado del pasillo existe un pueblo con su propia historia, cultura, lenguaje, tradiciones, tejido social, etc.
Para convencer a propios y extraños de que el pueblo vasco no existe, Madrid recurre a diferentes estrategias, una es el sistema educativo, ese que se encargan de diseñar personajes como José Ignacio Wert. Otra por supuesto son los medios de comunicación: televisión, radio, cine, revistas y por supuesto, periódicos.
Como ejemplo de esto último les presentamos este bonito artículo publicado en el ABC... y su desconcertante título:
La 'española' que triunfa en Francia cantando en euskera
José A. Guerrero
Anne Etchegoyen, hija de una navarra, emociona a nuestros vecinos galos con ‘Hegoak’, una versión de la canción más simbólica del folclore vasco
La joven que lleva meses emocionando con sus canciones a nuestros vecinos franceses es hija de una navarra de Errazu, un pueblecito del idílico Valle del Baztán, que cuando tenía ocho años la metió en un coro de niños. 25 años después, la voz luminosa de Anne Etchegoyen ha conquistado París con ‘Hegoak’ (Alas, en euskera), la versión de una de las canciones más bellas jamás cantadas, ‘Txoria Txori’ (El pájaro pájaro), de Mikel Laboa (1934-2008). Anne, natural de Saint-Palais, en el País Vasco-francés, ha cosechado sus éxitos cantando en castellano y en euskera, las dos lenguas maternas, y en francés, su propio idioma.
Su último trabajo, ‘Les Voix Basques’ (Las voces vascas), en el que figura el pegadizo single de ‘Hegoak’, ha sido Disco de Oro en Francia, donde ya ha superado las 60.000 copias, una barbaridad para una recopilación de canciones en euskera, una lengua que apenas habla una muy pequeña parte de un país de 65 millones de almas. El cedé ya se encuentra entre los diez discos más vendidos de 2013, y ha liderado las listas de éxitos de medios tan potentes como la televisión nacional France 2.
Entre acantilados
¿Pero quién es esta navarra que pasea un vestido rojo entre los indómitos acantilados y las playas infinitas del sur de Francia en un vídeo que ha sido visto 250.000 veces y que haría las delicias de los poetas románticos? ¿Quién es esta mujer de 34 años que recuerda a una de esas sacerdotisas griegas mezcla de pureza y sensualidad mientras sus pies desafían paisajes de belleza extrema?
La voz cálida y hechizante de Anne Etchegoyen empezó a despuntar en el coro de niños de su Saint-Palais natal, lo que le animó a presentarse a los tradicionales concursos musicales que los fines de semana ayudan a combatir la monotonía de muchas aldeas de ambos lados de los Pirineos. Luego perfeccionó su voz en el conservatorio, hasta que en 2003 fue seleccionada para cantar nada menos que ‘La Marsellesa’ en la ceremonia de apertura del Campeonato Mundial de Atletismo, en París. Su popularidad se multiplicó hace un par de años con la aparición en la serie Le Chœur du Village (El coro del pueblo), un curioso guiño a sus inicios en el mundo de la canción.
Les Voix Basques’, en el que ofrece su versión de algunas de las más famosas canciones en euskera (posiblemente una de las lenguas cantadas más hermosas del mundo) le ha llevado a la cima de su carrera artística. En el disco alterna clásicos de autores como Mikel Laboa o Benito Lertxundi con composiciones propias y música contemporánea de diversos géneros. Cuenta, además, con la valiosa colaboración del coro de hombres Aizkoa (¡qué vozarrones!) de la localidad francesa de Bayona.
Los éxitos de Etchegoyen no han pasado desapercibidos fuera de su país, y ha ofrecido conciertos en Argentina, Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda y también en España, donde ha tocado en Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga y por supuesto en el País Vasco. Se da la circunstancia, además, que la joven produce sus propios trabajos y se encarga también de todo lo relacionado con la producción de sus conciertos, a lo que le han ayudado sus estudios universitarios de Comercio. Actualmente se encuentra de gira por Francia con su ‘Basque eta Paz Tour’, que ya desde el mismo título es una declaración de intenciones: emplea palabras en las tres lenguas en las que canta, y expresa la idea de paz, tan anhelada en el País Vasco.
Laboa y Mercedes Sosa
A la cantante no le ha sorprendido el éxito tanto como nos ha sorprendido a este lado de la frontera: “No, porque el proyecto de ‘Les Voix Basques’ ha tenido desde el principio la idea de llegar a mucha gente, tanto con la elección de las canciones, las más conocidas del repertorio vasco, como con los arreglos”, cuenta Anne, desde París, donde busca un hueco para bajarse al Pirineo y practicar el esquí, una de sus aficiones junto al cine y “a las fiestas con mis amigos”.
Las voces de Mikel Laboa y de la argentina Mercedes Sosa (1935-2009), dos nombres imprescindibles de la música folclórica en euskera y en castellano, han marcado a esta mujer soltera y sin hijos, y que gasta la belleza natural de las francesas. “Mercedes Sosa fue una inspiración para mí, por ella misma y por los valores que transmitió”. Sosa y Laboa compartieron, además, su lucha contra las dictaduras que sufrieron y sus ansias de libertad. Tan memorable es el ‘Txoria Txori’ de Laboa que generaciones de vascos aún enmudecen si la oyen cantar, cuando no la entonan abrazados en fraternal comunión.
Con Mikel Laboa y Mercedes Sosa en el cabecero de su alma compositora, Anne quiere inspirarse ahora en las rutas jacobeas a Santiago de Compostela para sus nuevas canciones. Buen Camino.
¿Es casi como si el autor hubiese escrito el texto y después el editor impusiera el título no?
Pero bueno, el video mencionado se los hemos compartido en este blog allá por enero.
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