Se cumple otro aniversario de la masacre de Gasteiz ordenada por Fraga Iribarne quien de esta manera aseguraba el continuismo del régimen franquista, tarea que también recaía -y recae hoy- en las manos de Juan Carlos Borbón.
La lucha en contra del fascismo continúa, y la memoria de los sucedido en fechas como esta debe seguir presente, es por eso que les compartimos esta nota publicada en Gara:
3 de Marzo: La Fuerza de la Razón
Andoni Txasko, José Luis Martínez Ocio | Martxoak 3 Elkartea
"Arrazoiaren indarra, la fuerza de la razón", es el título con el que el artista arrasatearra Iñigo Arregi denominó la escultura-recordatorio instalada en noviembre de este pasado año en el barrio de Zaramaga en Vitoria-Gasteiz. La fuerza de la razón, una frase que resume la legitimidad de la lucha contra la impunidad de la matanza obrera de aquel 3 de marzo de 1976, la punta del iceberg de la violencia de Estado ejercida en las últimas décadas en Euskal Herria.
38 años después gracias al infatigable compromiso de muchas personas, hoy siguen muy presentes las exigencias de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. La memoria de Pedro María, Romualdo, Francisco, José y Bienvenido sigue viva en cada iniciativa que desarrollamos, en cada gesto de solidaridad recibido y queremos destacar que eso ya es una pequeña victoria. En las últimas décadas este pueblo ha sufrido tanto que en muchos ámbitos nos hemos acostumbrado a conformarnos con resistir y eso tal vez ha impedido muchas veces valorar esas pequeñas victorias. En un día tan señalado como hoy, 3 de marzo, nos gustaría reivindicar la grandeza e importancia de esas pequeñas victorias. Esas que aunque parezcan pequeñas van construyendo un mundo diferente. En la lucha contra el modelo español de impunidad y olvido que nos han querido imponer a las víctimas del terrorismo de Estado, creemos que últimamente se han dado muchas pequeñas victorias que hoy nos toca reivindicar. Vamos a poner dos ejemplos en ese sentido.
En primer lugar, queremos destacar el gran mural elaborado recientemente en el barrio de Zaramaga, que junto a la citada nueva escultura-recordatorio acompañan ya al espacio «M3moria-Gunea» inaugurado en 2011 y al monolito colocado en el 10º aniversario de la masacre. Estos elementos, al tiempo de servir de homenaje y recuerdo permanente a los trabajadores asesinados, permiten que toda persona que se acerque al lugar conozca los hechos y consecuencias en su verdadera dimensión.
Zaramaga es hoy una referencia para la memoria y la denuncia del terror de Estado, donde cualquier visitante que se acerque a las inmediaciones de la iglesia escenario de aquella asamblea obrera masacrada por la policía, puede conocer in situ los hechos y además entenderlos en los parámetros de denuncia de una impunidad manifiesta. Y es que a pesar de la dimensión del crimen nunca nadie ha sido cuestionado. El Estado no ha reconocido el daño causado a las víctimas y ningún estamento político, económico, judicial o eclesiástico ha admitido su responsabilidad e implicación en los hechos.
Toda esta impunidad se debe lógicamente al modelo de no-ruptura edificado en el periodo denominado de «transición» entre la dictadura franquista y la monarquía parlamentaria, en el que la versión oficial necesitaba ocultar y diluir en el olvido acontecimientos como los del 3 de marzo de 1976. Por eso es una victoria que 38 años después no sólo no se ha olvidado sino que la memoria del 3 de marzo está más presente que nunca gracias a estas iniciativas. Porque este enorme mural de 20 metros de altura que ocupa todo un edificio no sólo refleja lo ocurrido si no que proyecta la continuidad de la lucha y la plena vigencia de valores como la solidaridad y la justicia social que caracterizaron aquel movimiento huelguístico ahogado en sangre en 1976.
E s una victoria haber habilitado un espacio público para la denuncia del modelo de impunidad. Queremos destacar un aspecto importante en este sentido, tanto el mural como la escultura-recordatorio han sido impulsadas, diseñadas y dotadas de contenido en procesos participativos en los que ha estado muy presente Martxoak 3 elkartea, pero han sido financiadas por instituciones públicas, un factor importante para blindar su presencia y mantenimiento. Esto significa además que hemos conseguido crear las condiciones necesarias en la capital alavesa para que hoy, partidos políticos que siempre han alimentado ese modelo de ocultación de la violencia de Estado no hayan podido desvincularse de estos proyectos. Si alguien tiene dudas de que eso es una victoria sólo tiene que darse un paseo por Zaramaga, contemplar el mural y leer el texto historiografiado de la escultura.
De todas formas, más allá de estos importantes logros no podemos olvidar que en el fondo de la cuestión seguimos sufriendo una terrible discriminación ya que el Estado español nos niega el derecho a la justicia, incumpliendo así la legislación internacional en materia de Derechos Humanos. Y es aquí donde queremos destacar una segunda pequeña victoria en la lucha contra la impunidad. Nos referimos al hito que supone la querella argentina contra los crímenes del franquismo y el eco internacional generado.
Más allá de dónde y cómo acaben los ministros de la dictadura o los cientos de torturadores y represores que todavía siguen vivos, lo que está claro es que en el relato ha quedado escrito ya para siempre que el Reino de España es en realidad el Reino de la Impunidad. Un Estado que no se ajusta ni respeta los parámetros de la legislación internacional, hasta el punto de que las víctimas de esas vulneraciones sistemáticas de Derechos Humanos ocurridas durante décadas han tenido que acabar judicializando su denuncia en Argentina. Esta situación no sólo ha dado proyección mundial al problema si no que ha permitido que por primera vez hayamos podido declarar en sede judicial por los hechos e imputar a Martín Villa como uno de sus máximos responsables. Estos últimos días se han dado nuevos testimonios por videoconferencia desde el consulado argentino de Madrid que propiciará la imputación de nuevos responsables políticos y policiales.
Todo esto es una victoria porque le estamos ganando la partida a la versión oficial. Ahora cuando se cuente la historia de la «transición» nunca más se podrá obviar que hubo ley de punto final para los criminales franquistas y que las heridas no se cerraron. No se podrá ocultar que al final eso derivó en que, una vez cerradas todas las puertas en casa, las víctimas encontraron una vía en Argentina de la mano del derecho a la Justicia universal. Esto deja en evidencia internacional al Estado español y esto es ganarle la batalla a la impunidad y la versión oficial ofrecida sobre el franquismo.
Ganar la batalla a la versión oficial de ayer pone las bases para establecer la versión oficial de hoy. Esto es, nos preguntamos: ¿Con qué legitimidad, por ejemplo, pueden negar las denuncias de torturas realizadas en el último macrojuicio realizado recientemente contra 40 jóvenes vascos, los mismos que protegen a Billy el Niño, uno de los torturadores imputados en la querella argentina contra los crímenes del franquismo? Por esto decimos que la aportación que hace este proceso abierto en Argentina puede ir mucho más allá de lo estrictamente juzgado porque derriba todo el relato oficial construido en las últimas décadas. Además desde nuestro ámbito vasco de actuación, esto ocurre en un momento importante en el que la construcción de un nuevo escenario de paz en Euskal Herria necesita de una fotografía completa del sufrimiento en el que se visualicen todas las vulneraciones de derechos ocurridas y el trato desigual recibido hasta ahora. Sabemos que las leyes de reconocimiento, el acceso a la verdad y la justicia no han sido las mismas para todas y que desde un tribunal argentino se haya avalado esta realidad, es una victoria.
Seguiremos potenciando la querella argentina hasta donde lleguemos. Nos va a servir para fortalecer todos esos argumentos que venimos defendiendo desde hace tanto tiempo, en nuestro caso con el impresionante apoyo de la sociedad gasteiztarra y vasca, algo que tampoco queremos dejar de agradecer porque parafraseando a Jesús Naves en sus emocionantes palabras dirigidas a en el funeral a los familiares de los trabajadores asesinados en 1976: estas victorias son de todo el pueblo de Vitoria-Gasteiz. Por todo ello, queremos lanzar un mensaje positivo, porque estamos cargados de argumentos y de razones para exigir el reconocimiento pleno de los compañeros asesinados y los valores por los que lucharon. Nos asiste la fuerza de la razón y contamos con el apoyo mayoritario de la sociedad. El espíritu del 3 de marzo está más vivo que nunca, la dignidad y solidaridad son valores con los que avanzar hacia un verdadero cambio y el logro de una plena justicia social.
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