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lunes, 29 de junio de 2009

Raimundo Lanas

Seguimos en Nafarroa, el corazón latente del pueblo vasco. Ahora les presentamos una reseña publicada en el Diario de Noticias acerca del Ruiseñor Navarro, Raimundo Lanas:

Raimundo Lanas y la boina milagrosa

Recientemente, se celebró en Pamplona un homenaje en el que el Gobierno quiso patrimonializar la figura del Ruiseñor Navarro, del mismo modo que Valeriano Ordóñez escribió una biografía sobre él que rayaba el esperpento

Hace pocos meses se celebró un homenaje a Raimundo Lanas en Pamplona con gran apoyo institucional. El Gobierno de Navarra se volcó una vez más en patrimonializar la figura del Ruiseñor Navarro, dándole a la biografía de nuestro gran paisano los "toques" adecuados para situar al jotero como un símbolo de un navarrerismo ramplón, excluyente, que pretende manipular la jota y su historia a la medida de sus intereses. Voy a exponer algunos datos a fin de que podamos tener una idea más aproximada de lo que fue la breve vida del jotero de Murillo el Fruto.

Raimundo, el republicano

Raimundo Lanas Muru, El Ruiseñor Navarro , nació en Murillo el Fruto, en 1908 y murió en 1939. Creó y pulió jotas, y con sus extraordinarias facultades se convirtió en un personaje mítico, que en la actualidad da nombre a muchas calles navarras y certámenes joteros. Hoy día es un símbolo de Navarra, pero en sus biografías todavía se ocultan aspectos muy interesantes. Sobre todo, la "biografía" que le hizo el famoso padre Valeriano Ordónez es una manipulación que raya el esperpento.

Por ejemplo, muchos de los que lo conocieron u oyeron hablar de él coinciden en que, a la llegada de la República, Raimundo Lanas era un republicano más, "de izquierdas", lo cual es lógico si se tienen en cuenta otros datos: Lanas era de origen humilde, pastor y herrador, y tenía 23 años cuando llegó la República. Toda la gente humilde de su pueblo pertenecía al Centro Social de Socorros Mutuos, de donde salieron luego la UGT y los partidos republicanos. El Centro ganó en las elecciones de 1931, doblando en concejales a los monárquicos. Incluso al final de la República, el Frente Popular obtuvo en Murillo uno de los mejores resultados de todo Navarra. El ambiente general de sus paisanos, de su propia familia, de su clase social, de su juventud, estaba impregnado de la inicial alegría republicana. La gran mayoría de los joteros, rondallas y quintetos de la zona y media y Ribera de Navarra "cojeaban del mismo pie izquierdo". Su gran amistad con el escritor izquierdista Ezequiel Endériz, o con Ramón Bengaray, presidente del Frente Popular Navarro, jotero también, solista del Orfeón Pamplonés y fusilado en 1936, es otra prueba del ambiente que rodeaba al popular jotero. La folclorista Navarra Elena Leache, ha recogido del periódico republicano Democracia , la noticia de la intervención de Raimundo Lanas en "la Sampedrada" de Pamplona, en la que cantó la jota:

Para que entendiese el hombre

lo que debe ser la gloria

hizo Dios del mismo cielo

la República Española

Amén de estos datos, la cercanía de Lanas a los ambientes republicanos la confirman muchos testimonios directos. Es vox populi . Esto no está reñido, en absoluto, con lo que su esposa afirmaba de que "se llevaba bien con todo el mundo", pero sí choca frontalmente con la imagen, distorsionada hasta la exageración, que del jotero pinta -y lo de pintar no es una metáfora, como veremos- su "biógrafo" Valeriano Ordóñez.

Raimundo Lanas y el euskera

El Ruiseñor Navarro era un hombre con una concepción muy amplia de Navarra; para él la defensa de la jota como expresión popular se complementaba con la cultura vasca. Eso era normal en aquellos años anteriores a la guerra: no olvidemos que el propio Ayuntamiento republicano de Murillo el Fruto votó, en cuantas ocasiones se planteó (y fueron tres), en favor del Estatuto de Autonomía Vasco o Vasconavarro, al igual que la mayoría de pueblos de la Merindad. Entonces no existían los prejuicios antivascos que nos inyectaron tras el franquismo.

Esto me lo confirmó personalmente su esposa Carmen Bravo, en una larga entrevista que le hice (y le grabé) en Madrid, hacia 1987. Carmen Bravo, gallega y amabilísima mujer, me aseguró que "Raimundo sabía mucho vasco", lo cual, si bien puede ser un tanto exagerado, indica su actitud positiva hacia la lengua de los navarros. Él mismo lo había reflejado en una jota:

Pamplona siete de Julio

cantan los mozos y mozas

los de la Montaña en vasco

los de la Ribera en jota

Lanas no era de la montaña, pero también cantaba en vasco: en 1935 viajó a México invitado por el Círculo Vasco-Español, para la festividad de San Ignacio. El Centro Vasco-Español estaba compuesto en su gran mayoría por navarros. Allí, acompañado al piano por el tafallés Pantaléon Arzoz, cantó en euskera el Goizeko Izarra , dejando impresionados a los oyentes, en los cuales dejó un recuerdo imborrable. Arzoz le acompañó de nuevo al piano, en un homenaje al Pelotari Vasco celebrado en el frontón de México.

La amable viuda de Raimundo me cantó alguna estrofa del Goizeko Izarra , como me cantó el zortziko compuesto por él mismo, que viene a ser el testamento musical y patriótico del "Ruiseñor Navarro". El zortziko acababa así:

Si un día en esta ausencia

Navarra mía muriera yo

quiero que ti te llegue

de mi agonía mi último adiós

La jota y el zortziko

que son tus cantos de bendición

serán la despedida

que de a su vida mi corazón

Mi pregunta es: ¿por qué en las biografías no se destaca esa actitud abierta de Raimundo Lanas a la lengua y a todas expresiones culturales navarras del Ruiseñor Navarro? ¿Por qué, cuando se le hacen homenajes o semblanzas, no se acompañan sus jotas con el Goizeko Izarra ? ¿Por qué en su memoria no se canta "la jota y el zortziko" como él mismo solicitó? ¿Acaso no se engrandece así, aún más, la estatura humana, cultural y artística de este navarro?

El milagro de la boina

Si alguien lee la biografía que el padre Valeriano Ordóñez hace de Raimundo Lanas (véase en Internet: raimundolanas.com ) verá que hasta cuatro veces habla del atuendo del jotero en sus actuaciones: "Las alpargatas blancas con cintas rojas, el pantalón blanco, una faja roja, la camisa blanca, un pañuelo encarnado al cuello en forma de bandolera y una boina roja de amplio vuelo colocada con cierto aire de orgullo... Esta es la indumentaria que a los escenarios saca Raimundo Lanas, el navarro más cantador de jotas y el cantador de jotas más navarro". Y para demostrarlo, muestra la fotografía más famosa de Raimundo, tocado con ese atuendo de blancos y rojos chillones.

Sin embargo, si uno se pone a pensar, se dará cuenta que en la Navarra de aquellos años de la República nadie llevaba boina roja, y que éstas sólo aparecieron en las cabezas de los requetés a partir del alzamiento militar. Mucho más difícil es creer que en el Madrid republicano, en plena guerra civil, saliera Lanas a los escenarios con ese tocado, como insistentemente afirma Valeriano Ordóñez. ¡Un navarro con boina de requeté, cantando en los escenarios del Madrid republicano sitiado por los requetés! ¡Eso sería todavía más prodigioso que la extraordinaria voz del jotero! Y por último, resulta un tanto raro una foto a colores en aquellos años…

Yo todavía no me había hecho ninguna de estas preguntas, pero me enteré de la historia por casualidad. Seguía conversando con la encantadora Carmen Bravo en su casa de Madrid y, repasando viejos papeles, salió la famosa fotografía de la boina roja. Sin preguntarle nada, la viuda me soltó de pronto:

-¿Ves? Esto se empeñó Valeriano Ordóñez y yo nunca estuve de acuerdo: La foto original era con una boina azul oscuro, que es como Raimundo salía siempre a los escenarios. Pero Ordóñez la pintó de rojo y así se ha quedado…

Es curioso que, el retrato que en 1935 le hizo el artista Darro, coincide con lo que dijo Carmen: los rasgos del pañuelo son rojos, y los de la txapela son azul oscuro. Todavía vivía el padre Ordóñez cuando publiqué en varios lugares lo que me había contado Carmen Bravo, algo por otra parte irrebatible, ya que vivía la viuda y cualquiera se lo podía preguntar. Sin embargo, Ordóñez no se corrigió y el bueno de Raimundo Lanas se quedó para siempre con su boina roja (tampoco pasa nada, pues es tan navarra como la otra) y, lo que es peor, con una biografía manipulada, jotas inventadas y mentiras manifiestas. El milagro de la boina es sólo lo más ilustrativo.

Ignoro si, alguna vez, Raimundo Lanas llegó a cantar esta jota con la que termino.

Este mundo es una bola

que no cesa de rodar

nadie tiene mejor fama

que la que le quieren dar

Agradezco a la viuda Carmen Bravo y familia, a Elena Leache y a Santiago Lanas por sus datos y fotografías.


Una cosa nos extraña, no aparece el nombre del autor del texto por ningún lado.

.... ... .

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