Este texto con respecto a la conquista del Gorbeia por parte de la socialista Carme Chacón como parte de las celebraciones españolistas por su resonante triunfo en la urnas lo cual ha abierto las puertas al cambio en la Comunidad Autónoma Vasca donde los vascos "valientes" rodeados de guardaespaldas y mercenarios acallan a los vascos "cobardes" con actos tan heroicos como borrar la historia de Euskal Herria de los libros de primaria y quitar fotos de presos políticos ha sido publicado en Gara:
Martin Garitano | Periodista
Una pica en Gorbeia
Entre 1556 y 1648, desde el levantamiento de los flamencos frente a la monarquía española hasta la paz de Westfalia, las tropas mercenarias españolas se enfrentaron a quienes reclamaban su emancipación. Las circunstancias políticas de la época convirtieron en un infierno el tránsito de la soldadesca desde la península hasta el campo de batalla y de ahí el refrán popular que reza «Más difícil que poner una pica en Flandes».
En 1556 lo consiguió el maldito -mil veces maldito- Duque de Alba, aunque a la postre, con la firma del tratado de Westfalia, el imperio español no tuvo otra que reconocer la independencia de los Países Bajos alzados en armas. De nada les sirvió, pues, poner sus ensangrentadas picas en Flandes.
Luego, de derrota en derrota, vino la descomposición del imperio español hasta llegar a la caricatura de la isla de Perejil. En aquel peñasco poblado por una docena de cabras y media docena de reclutas marroquíes en traje de baño, con fuerte viento de levante, los legionarios de Federico Trillo consiguieron clavar la bandera española frente a las costas de África. Los imagino en posición de firmes, altivos, orgullosos de su proeza, saludando a la bandera y entonando himnos guerreros.
Ahora, con ánimo renovado tras el discutido y discutible triunfo de las fuerzas españolistas en la CAV, las tropas de Carme Chacón han alcanzado otro de sus codiciados objetivos militares. La bandera rojigualda ya ondea en la cruz de Gorbeia, cerca de las cuevas de Mairulegorreta, allí donde miles de vascos renovaron una y mil veces su abertzalismo durante la noche franquista.
Tras asustar a mendigoizales, pastores y ovejas, los guerreros de elite del Ejército español consiguieron envolver la cruz en una enorme y alargada banderola, y para festejarlo -a la luz de las fotografías publicadas- se tumbaron a la bartola a merendar bocadillos de caballa. Allí no hubo gestos bizarros ni himnos patrióticos. Cada vez más frikis.
Posdata.- El PNV ha protestado, airado, contra este hecho de guerra. El diputado José Ramón Beloki, herido en su sentimiento, pide cuentas a Rodríguez Zapatero y el EBB convoca una romería de desagravio. Pregunta: ¿Asistirá Izaskun Bilbao? Ella plantó la rojigualda en el Parlamento de Gasteiz. Otra victoria.
.... ... .
No hay comentarios.:
Publicar un comentario