Hechos como este solo se pueden presentar en lugares donde los que supuestamente están allí para servir y proteger el pueblo en realidad son los que recurren a prácticas criminales e ilegales para reprimir a todo un pueblo.
En Euskal Herria ha sido por mucho tiempo el pan de cada día la práctica del secuestro y la incomunicación, pues bien, observen otro de los efectos negativos de la impune violencia con la que se conducen las fuerzas invasoras:
En Euskal Herria ha sido por mucho tiempo el pan de cada día la práctica del secuestro y la incomunicación, pues bien, observen otro de los efectos negativos de la impune violencia con la que se conducen las fuerzas invasoras:
Un ciudadano vasco fue secuestrado durante varias horas por personas que dijeron ser policías
El ataundarra Juan Mari Mujika fue secuestrado y retenido durante varias horas por personas que se identificaron como policías. Fue conducido a un bosque de Pagola, donde fue interrogado y amenazado. Su abogada ha interpuesto una denuncia en el juzgado de Baiona.
El propio Juan Mari Mujika, su abogada, Maritxu Paulus-Basurko, y representantes de asociaciones que trabajan en la defensa de los derechos humanos han comparecido en Baiona para dar cuenta de lo ocurrido el pasado 11 de diciembre al ataundarra, cuando acudió, sobre las 9.00 de la mañana, a la localidad bajonavarra de Donapaleu a realizar unas compras.
Según ha relatado su abogada, cuando regresaba a su casa en su coche, fue abordado por tres personas que dijeron ser policías y que le ordenaron que fuera a comisaría con ellas.
Estas personas no mostraron ningún documento que acreditara su condición de policías ni armas, pero como se expresaban en francés, Mujika no dudó de lo que le dijeron. Sin embargo, cuando se montó en el vehículo se dio cuenta de su "error", ya que allí había otras dos personas más, aunque éstas se dirigieron a él en castellano.
"Desde el primer momento se mofaron de él por su metedura de pata", ha señalado la abogada, quien también ha explicado que tenían abundante información sobre el ciudadano vasco.
Desde Donapaleu fue conducido a un bosque en las inmediaciones de Pagola. Pararon en un lago, donde había más coches y más personas, supuestamente policías.
Allí fue introducido en una chabola, donde fue interrogado y recibió "graves" amenazas con su familia, al tiempo que le presionaban para que "colaborara" con ellos.
Sus secuestradores llegaron a decirle que "has tenido suerte, si esto pasa hace 20 años, un par de tiros en la cabeza y listo", ha relatado Maritxu Paulus-Basurko.
La abogada ha interpuesto una denuncia en el juzgado de Baiona, por los delitos de secuestro, amenazas y violencia.
Encender la alarma
Por su parte, Juan Mari Mujika vive "atemorizado" desde que se produjeron los hechos.
Desde la asociación Oroit eta Sala, Jakes Bortairu ha dicho que no dudan de la participación de la Policía francesa en la operación y ha subrayado que "es momento de encender la alarma social" ante este hecho tan grave. "Lo ocurrido es muy grave y todos los ciudadanos, toda la sociedad, están en peligro en un Estado en el que ocurren cosas como ésas".
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