Patxi El Bruto

Esta reflexión nos llega gracias a ADV y su boletín Berriak:

¡QUÉ BRUTO!

Las limitaciones intelectuales de Patxi López, el secretario general del PSE son bien conocidas, por eso no hay que pedir peras al olmo. Sí podía reclamársele a López que no abunde, que diga lo que piensa (?) y no se extienda en explicaciones porque la caga.

Ayer adelantábamos sus declaraciones destacando su alto pensamiento: la autodeterminación «no es un derecho, sino una reivindicación de los nacionalistas». La animalada no terminó allí. Como buen político, da rienda suelta a su incontinencia verbal, merced a la impunidad que tiene la estupidez en el estado español.

López agregó: «Aluden constantemente al derecho de autodeterminación reconocido incluso en declaraciones de las Naciones Unidas, pero no dicen lo que viene después, que es un derecho reconocido para las colonias, para los pueblos oprimidos y sin representación institucional», prosiguió el líder del PSE. En su opinión, «ninguna condición cumple de esas tres, afortunadamente, el País Vasco».

El ignorante López no sabe ni lo que firmó en 1966 el estado al cual sirve como mercenario en lugar de tratar de derrocarlo como socialista. El tratado internacional en cuestión no hace ninguna referencia a la condición de colonia, ni a la opresión, ni a la representación institucional. Tampoco es cierto que el derecho de autodeterminación tenga condiciones limitantes. Pero si así fuera, con diarios clausurados, radios cerradas, partidos ilegalizados, ciudadanos proscritos, idioma y símbolos perseguidos, cientos de presos políticos, torturados, exiliados, amenazados por la criminalización de ideas, asesinados por la dispersión y por la campaña mediática, territorio militarizado, tribunales de justicia de excepción, derechos cívicos restringidos, ilegal dispersión de los presos políticos ¿no puede hablarse de un pueblo oprimido? ¿Qué es un pueblo oprimido, entonces?

No hay que tener una actitud discriminatoria contra los ignorantes o los tontos, pero en casos como éstos, en los que hasta la vida de personas está en juego, algo habría que hacer.

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