O tal vez como el cheque en blanco que recibieron los que idearon, crearon, patrocinaron y protegieron a las GAL.
Quizás se esté refiriendo al cheque en blanco que recibieron sus secuaces José María Aznar, Ángel Acebes, Ana Palacio y él mismo por la manera criminal en que se comportaron después de los ataques del 11-M.
El caso es que Rajoy, con su típica arrogancia le fue a decir a Rodríguez Zapatero que el PP obstaculizará el proceso de paz lo más que pueda, siguiendo una estrategia muy simple: equiparar las demandas de autodeterminación de la sociedad vasca en general con los objetivos que a través de su lucha armada tenía ETA, para que así cada vez que por vía políticas se pida algo, el PP pueda decir que de asentir estaría dándole un cheque en blanco a ETA.
Esta es la nota que apareció hoy en La Jornada con respecto a la reunión entre Rodríguez Zapatero y Rajoy:
Rodríguez Zapatero califica de "buen primer paso" la reunión con el líder del PP
Diálogo con ETA sí, pero no "un cheque en blanco": Mariano Rajoy
Batasuna aboga por su legalización antes de las elecciones del próximo año en España
Madrid, 28 de marzo. El líder derechista Mariano Rajoy ofreció hoy el apoyo de su Partido Popular (PP) al gobierno español en las negociaciones con ETA, bajo la condición de que el diálogo no sea un "cheque en blanco", durante una reunión con el presidente del Ejecutivo, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien calificó el encuentro como "un buen primer paso".
Rajoy aclaró que el apoyo del PP "no tiene apellidos ideológicos ni partidistas", en la búsqueda de la pacificación del histórico conflicto mediante un acuerdo político con la organización separatista vasca, que decretó un cese el fuego permanente a partir del viernes pasado.
Sin embargo, pidió a Rodríguez Zapatero que "no se precipite y que no dé pasos que comprometan al Estado. La única prioridad es que el gobierno constate que existe una decisión irreversible de ETA de poner fin a su actividad criminal", dijo.
Destacó que su formación será la garante de que el Estado español no pague ningún "precio político" a ETA, al sostener que "la democracia, los ciudadanos y las víctimas exigen no tomar ninguna medida que suponga una contrapartida a la organización, no hacer concesiones directas o indirectas a los terroristas, que ninguna mesa plantee un cambio en la legalidad vigente y que no se establezca ningún contacto con organizaciones terroristas ni ilegales".
El líder del PP, la principal formación opositora, rechazó tajantemente una mesa de partidos para analizar el futuro de Euskadi (País Vasco). "Ninguna mesa puede proponer o plantear cambios en la legalidad vigente, ni en el País Vasco ni en la de Navarra o en la del Conjunto de España", subrayó.
El presidente del gobierno español, que inició hoy sus contactos con los diferentes líderes políticos para analizar la situación creada a raíz del alto el fuego permanente decretado por ETA, y las medidas a adoptar de cara al proceso de paz en el País Vasco, ofreció información clave a Rajoy sobre el proceso y reiteró que hasta la fecha no ha suscrito ninguna clase de acuerdo político con ETA.
Declaró que el alto el fuego decretado por la organización separatista vasca "abre una expectativa positiva para el deseo tan ampliamente generalizado del fin de la violencia".
Primero, verificar el alto el fuego
No obstante, insistió en que en estos momentos lo que el gobierno tiene que hacer es "verificar" que el alto el fuego de ETA sea efectivo, como antesala a los próximos pasos del proceso, entre ellos la puesta en marcha de sendas mesas de paz: la formada entre el gobierno y ETA, y la integrada por los diferentes partidos políticos.
Al salir del encuentro, Rodríguez Zapatero destacó el "tono positivo" de la conversación, que calificó de "buen primer paso", con lo que confirmó que con esta reunión se recupera la confianza entre ambos.
"Ese proceso será mucho más eficaz y obtendremos los resultados que todos deseamos de manera más evidente, e incluso en tiempo más rápida, si se produce un buen clima de un mínimo común denominador, de un consenso político entre las fuerzas con representación parlamentaria", aseguró.
Pero señaló que después de casi dos años de diferencias notables con el PP, "los españoles entenderán que, cuando digo que (el encuentro Rajoy) es un primer paso, quiero decir que hay mucho trabajo, mucha tarea por delante".
El próximo martes Rodríguez Zapatero mantendrá su próximo encuentro con el presidente del gobierno vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, otra pieza clave en el asentamiento definitivo del proceso.
Después, el presidente del gobierno español se reunirá con el resto de los líderes políticos, varios de ellos aliados del PSOE en el Parlamento, que ya anunciaron su apoyo al gobierno.
Pero mientras los partidos políticos y el gobierno analizan la forma de abordar la nueva situación política, ha surgido una nueva situación relacionada con Arnaldo Otegi, el líder de la proscrita coalición de la izquierda abertzale, Batasuna, y quien deberá comparecer el miércoles ante la Audiencia Nacional de España, en el proceso abierto en su contra por el delito de integración a organización terrorista.
El magistrado Fernando Grande-Marlaska deberá decidir si deja en libertad bajo fianza a Otegi o si, por el contrario, decide decretar prisión incondicional, como hizo con los otros dos dirigentes vascos implicados en este proceso: Juan José Petrikorena y Juan María Olano.
El juez también podría optar por dejarle en libertad o fijar una situación legal similar a la que gozan en estos momentos Rafa Diez Usubiaga, líder del sindicato LAB, y Pernando Barrena, también procesados por esta misma causa.
Frente a esto, el responsable internacional de Batasuna, Joseba Alvarez, señaló que el encarcelamiento de Otegi "sería totalmente inaceptable e incomprensible desde la lógica de la puesta en marcha de un proceso de diálogo y de soluciones".
Alvarez consideró que Otegi "va a ser un interlocutor necesariamente" en el proceso abierto el pasado 22 de marzo después que ETA anunciara un alto el fuego permanente, opinión que fue compartida por la vocera del gobierno regional vasco, Miren Azkarate, para quien el encarcelamiento del líder de la coalición, considerada por Madrid brazo político de ETA, sería "una irresponsabilidad y una insensatez".
Alvarez manifestó también su deseo de que Batasuna vuelva a la legalidad antes de las próximas elecciones en España, en 2007, por lo cual sugirió una modificación a la ley de partidos, que abrió la vía para la ilegalización de la coalición.
De otro lado, Batasuna pidió que la libertad de presos de ETA se dé en "un plazo razonable" en el contexto del proceso de paz lanzado en el País Vasco con el anuncio del alto el fuego permanente.
De no ser así, será "una mala señal" para el desarrollo del proceso de paz, pues querría decir "que no hemos trabajado bien y que este proceso no progresa", dijo Pernando Barrena, un dirigente de Batasuna, en entrevista con la radio vasca Euskadi Irratia.
Precisamente, el francés Henri Parot, ex jefe de uno de los comandos más mortíferos de ETA, presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la decisión del Tribunal Supremo que en febrero endureció el régimen de reducción de penas.
Por lo pronto, el ministro español del Interior, José Antonio Alonso, dejó hoy en claro que las fuerzas de seguridad mantendrán en vigilancia a ETA, pese al alto el fuego permanente que entró en vigor el viernes pasado.
El ministro se refirió a la detención de dos presuntos etarras de ETA el lunes en Bilbao, y dijo que estos arrestos deben ser interpretados "en clave de normalidad democrática y aplicación normal de la ley".
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