Este escrito nos llega cortesía de Iñigo Saldise del blog "Soberanía de Navarra", es para reflexionar:
Iñigo Saldise Alda
Sabino y su paradigma en el siglo XXI
Nabarralde
La figura de Sabino Arana es, con mucho, la más controvertida del último siglo en nuestra tierra. Muchas veces ha sido analizada sin una perspectiva histórica adecuada, lo que ha llevado a no comprender su verdadera personalidad. En la actualidad, a comienzos del siglo XXI, es muy fácil criticar a este personaje, sin apreciar las circunstancias que le rodearon en la época cuando desarrolló su obra, que conocemos como "Paradigma aranista".
A mediados del siglo XIX, Bizkaia era un territorio con una mayoría abrumadora de euskaldun parlantes. En escasas dos o tres décadas, a causa de la explotación minera y la posterior industrialización que se derivó de ella, dicho territorio recibió una masiva llegada de inmigrantes, cuya lengua de expresión era la castellana.
En aquellos años la población de Bizkaia era muy inferior a la actual y alcanzó a la de la C. F. Navarra a raíz de la 1ª Guerra Mundial. En la actualidad la dobla en habitantes. Este incremento poblacional, debido a la afluencia ingente de emigrantes, unido a la industrializació n de la zona, provocó una auténtica revolución social en Bizkaia.
Los movimientos de trabajadores, tanto euskaldunes como no, revindicaron mejoras en las duras condiciones laborales que sufrían a diario. Pero para los castellano parlantes la cuestión nacional vasca era un tema sin sentido alguno. Eran españoles y actuaban como tales, aunque no se libraban de las pésimas condiciones de trabajo que
soportaban, al igual que los oriundos bizkainos.
Así, Sabino vio cómo en un abrir y cerrar de ojos el país que conocía desaparecía por momentos. Esto le llevó a reclamar la vuelta a un utópico origen, según él, y que no correspondía en absoluto a la realidad de su época, ni a la histórica del Estado vasco.
El territorio originario vizcaíno, independiente, mítico, que pactó de tú a tú con el reino de España, es algo rotundamente falso. Este erróneo planteamiento deriva del desconocimiento histórico de Sabino debido en parte a la inexistencia, en su época, de una historiografía recogida y publicada, como hoy existe. Entonces apenas se sabía que Bizkaia sólo fue independiente, junto a los demás territorios vascos, mientras estuvo dentro del reino navarro.
Hace cien años no habían publicado sus obras autores como Pello Esarte, Tomás Urzainqui, Mikel Sorauren, Bixente Serrano Izko, Aitor Pescador... De haber encontrado este apoyo intelectual es fácil intuir que Sabino Arana habría desarrollado un paradigma bien diferente al que nos legó. No obstante, debemos recordar que ya hubo mentes preclaras en su época e incluso anteriores, que tenían otra visión, diferente de la que desarrolló.
Son contemporáneos suyos, por ejemplo, los del grupo de Iruñea, "los Euskaros", entre los que podemos encontrar a Campion, Altadill, Aranzadi, Iturralde, u otros, con posiciones, en cuanto a la concepción histórica de nuestra tierra, muy diferentes a las que defendió Sabino.
Curiosamente aparece un personaje interesantísimo, casi olvidado en la actualidad, también bizkaino, llamado Anacleto Ortueta, que casó con una sobrina de Sabino Arana. Este hombre abandonó el P.N.V. para fundar ANV. Las diferencias ideológicas le llevaron a abandonar este partido y se transformo en un auténtico napartarra, dejando para la posteridad una obra imprescindible sobre el Estado político de Vasconia, Nabarra. En la citada obra ya plantea el "Paradigma navarro" como base fundamental para el correcto entendimiento de la historia de nuestra tierra.
Está claro que a Sabino le ocurrió lo que a otros muchos. Al perder Navarra territorios a causa de las continúas invasiones militares, desde 1054, la "Nación política" dio paso a la "Nación cultural" en los territorios sometidos a Castilla. Así desde el siglo XVI encontramos escritos que nos hablan de Euskal Herria, a la que él llamó Euzkadi, intentándole dar así un erróneo matiz político del que carecía, ya que el poder político propio había sido sustituido por el de una potencia extranjera. Ambos términos realmente son apropiados para hablar de folklore, gastronomía, deportes, paisaje, poesía, música, literatura etc.
Para hablar de "Nación política" ya hay que hablar de Navarra y por tanto de Política con mayúsculas: soberanía, Constitución, Fueros, Tratados internacionales, reyes, guerras, conquistas, presencia en foros internacionales… Todo ello nos da una base política e histórica de la existencia real del Estado vasco, que engloba a los siete territorios históricos que Sabino nos decía, más otros que él (y otros) ignoraba que hubieran formado parte del Estado de Navarra.
Hay que añadir que las invasiones se sucedieron, no sólo durante años, sino durante siglos. Así, al quedar la Navarra reducida a su mínima expresión, actual C.F.N., como último territorio ocupado por los españoles, al sur del Pirineo, indujo a que sus habitantes se consideraran navarros, término político, mientras que en la actual Comunidad Autónoma de Euskadi, se creyeran exclusivamente vascos, término cultural.
Hoy día los tiempos están cambiando y cada son vez más los vascos occidentales que comienzan a llamarse a sí mismos navarros.
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