Un blog desde la diáspora y para la diáspora

martes, 8 de enero de 2008

A Dos Manos

Desde Uruguay y gracias a la página de Radio Centenario CX36 nos llega un recuento de los casos más recientes de tortura por parte de la Monarquía Parlamentaria del Reino de España en contra de jóvenes vascos.

Aquí lo tienen:

Mensaje de la 36

“España Tortura Con La Mano Derecha y Con La Izquierda”

“Y Estados Unidos vuelve a amenazar a Irán”

La otra información que conmovió al mundo este lunes 7 de enero fue el conocimiento de las terribles torturas recibidas por un presunto integrante de la organización independentista vasca ETA por parte de sus captores de la Guardia Civil española.

Igor Portu Juanena, que fue detenido el domingo pasado en Arrasate junto al también lesakarra Mattin Sarasola, está ingresado en la UCI del Hospital Donostia desde esta madrugada, según ha podido saber el periódico vasco GARA y ha confirmado Askatasuna.

Según el parte médico del hospital al que ha tenido acceso GARA, el joven, que ingresó en el centro a las 3.56, tiene una “fractura del arco costal posterior de la novena costilla izquierda”, además de “una importante entrada de aire en la parte inferior de debajo de los pulmones y entrada de aire en el pulmón izquierdo”, “derrame pleural izquierdo” y un “pequeño foco de contusión pulmonar”.

Junto a ello, el parte médico indica que Igor Portu tiene “hematomas en todo tórax anterior y posterior” y en la columna vertebral y que su ojo izquierdo presenta hematomas y hemorragia interna. Además, padece disnea, dificultad para respirar y un “importante enfisema, hinchazón producida por aire en el tejido pulmonar subcutáneo que se extiende desde nivel cervical hasta nivel pélvico”.

El informe del hospital también refleja que “el paciente refiere golpes con puños y patadas en cara, tórax y abdomen y extremidades inferiores” y que sus rodillas y tobillos están “estables con múltiples hematomas, erosiones y abrasiones”.

Según la versión oficial, difundida por la agencia española EFE, Igor Portu se produjo las citadas lesiones durante su arresto, en el que “opuso gran resistencia”.

Igor Portu habría sido conducido esta noche al registro de su domicilio de Lesaka, al igual que Mattin Sarasola, según ha difundido Efe.

En el caso de Sarasola, su presencia fue confirmada por algunos vecinos de la localidad, que pudieron verle, no así la de Igor Portu.

En Lesaka se llevó a cabo ayer una asamblea informativa, en la que vecinos de ambos detenidos mostraron su preocupación por lo que les pudiera estar ocurriendo en manos de la Guardia Civil.

El caso del joven durangarra Gorka Lupiañez, detenido el pasado 6 de diciembre y que denunció salvajes torturas y que a manos del instituto armado, estaba presente en mente de todos.

Hacia las diez de la noche del domingo, el pueblo de Lesaka fue ocupado por varias dotaciones de la Guardia Civil, que se dirigieron hacia los domicilios en los que residen Igor Portu y Mattin Sarasola.

Un testigo informó a este diario de que en primer lugar entraron en la casa familiar de Sarasola, a quien pudieron ver las personas que fueron congregándose para expresarle su apoyo.

En ese momento, los guardias civiles ordenaron a los reunidos que se alejaran del lugar, advirtiendo que serían sancionados si gritaban cualquier tipo de proclamas de solidaridad con los arrestados.

La noticia de que los dos jóvenes lesakarras habían sido detenidos en Arrasate se hizo pública a primera hora de la tarde. Según la versión comunicada por fuentes del Ministerio de Interior en Madrid y de la Delegación del Gobierno español en Nafarroa, el arresto se produjo hacia el mediodía, cuando el vehículo en el que viajaban fue interceptado en un control establecido en Arrasate por los Grupos de Acción Rural de la Guardia Civil.

Desde ese momento, Mattin Sarasola e Igor Portu permanecían incomunicados. Cuando el alcalde de Lesaka, Koldo Erkizia, se puso en contacto con la Delegación del Gobierno español en Iruñea para interesarse sobre la situación en la que se encontraban los dos vecinos de esta localidad navarra, se le confirmó la detención.

Citando fuentes de las Fuerzas de Seguridad Españolas, varias agencias y medios digitales informaron de que, en el momento de la detención, los dos presuntos militantes de ETA llevaban dos revólveres, envueltos en papel plástico tipo celofán.

El diario “El País” indicó que el operativo de las Guardias de Acción Rural no era casual, sino que respondía a “las medidas de reforzamiento” de los controles que la Guardia Civil ha venido realizando en la zona a lo largo del mes de diciembre.

Precisamente, la agencia Efe, que añadía que “al parecer los revólveres les habían sido suministrados recientemente”, señaló que estos arrestos podrían estar relacionados con el de Gorka Lupiañez.

Gorka Lupiañez, detenido el 6 de diciembre y actualmente preso en Soto del Real, ha dejado constancia de los cinco días que permaneció incomunicado a manos de la Guardia Civil en un relato realizado a su abogado y remitido ayer a GARA por Askatasuna.

El joven mantuvo la entrevista con su letrado el 17 de diciembre.

“Le obligaron a entrar en unos determinados locutorios, por lo que es posible que el encuentro fuera grabado”, indicó el organismo pro amnistía.

El testimonio del durangarra, que tiene previsto presentar denuncia judicial, comienza en el momento en que fue interceptado por la Guardia Civil en una carretera cercana a Berriz, el 6 de diciembre sobre las 18.00 o 18.30.

Iba caminando y me pararon dos Patrols.

Me pidieron la documentación y, después de hacer comprobaciones durante cerca de una hora y de revisar la riñonera que llevaba, me detuvieron. Me tiraron al suelo y me ataron las manos a la espalda.

Me dieron muchas patadas. Uno decía a los otros que me soltasen, para que huyera y poder hacer dos a uno, con referencia a Capbreton.

Una vez trasladado al cuartel de La Salve en Bilbo, “me metieron en un cuarto.
Me dieron una paliza. Sobre todo golpes en los testículos.

Me empezaron a hacer preguntas sobre muchos temas, queriendo nombres. Entre continuos gritos y golpes, uno de ellos montó la pistola y me la puso en la cabeza.

Tres horas más tarde, prosigue, le introdujeron en un coche rumbo a Madrid: El de mi izquierda me chillaba y golpeaba con la mano abierta. El de la derecha me puso una bolsa de plástico en la cabeza. Cada rato, la cerraba con las manos y me provocaba asfixia.

Uno de ellos, que había estado celebrando el día de la Constitución y estaba borracho, me dijo que nadie sabía que estaba detenido y que me podía pegar un tiro.

Nada más llegar a la Dirección General de la Guardia Civil, “me llevaron a un cuarto, me desnudaron y me pusieron un antifaz, con el que estuve hasta ser trasladado al Juzgado. En día y medio me habían obligado a realizar miles de flexiones. A la vez me golpeaban en la cabeza con algo que podría ser un listín o con una porra de algún material como goma. Con los golpes, veía como luces. Me ponían una bolsa en la cabeza y me metían dentro de ella humo de tabaco. Me la cerraban hasta provocarme asfixia. Los interrogatorios eran continuos. Casi no pisé el calabozo el tiempo que estuve allí. Salvo unas horas el último día. Había momentos en los que contestaba a las preguntas con cosas incoherentes. Pienso que era por la falta de aire”.

Tras esas primeras 36 horas, en las que también le colocaban “una manta doblada sobre el cuerpo y me daban puñetazos a través de ella”, comenzaron a aplicarle, “la bañera, además de las cosas que ya me venían haciendo. Me ataron en un colchón de espuma, y me metieron la cabeza en agua helada. Luego empezaron a hacerme lo que ellos llamaban “aguapark”. Decían que se lo habían enseñado los israelitas. Consistía en que me tumbaban en un colchón, me sujetaban los pies, los brazos y la cabeza, y me echaban agua con una manguera, en la boca y en la nariz. Cuando ya no podía aguantar, me tiraban un balde de agua a la cara, y me ahogaba. Estando desnudo me obligaban a ponerme con los brazos abiertos. Me tiraban baldes de agua muy fría por encima. Como temblaba, decían que era el ‘ángel nervioso’”.

“En algún momento me pusieron atado en un colchón, me sujetaban un cable en el dedo gordo del pie izquierdo y otro en la mano derecha atado con celo. Oía el ruido de descargas eléctricas, pero no sentía nada”.

Afirma que la médico forense le visitó todos los días, pero que no le contó nada sobre el trato por miedo.

“Cuando salía de la habitación, de nuevo me ponían el antifaz y me desnudaban. Me preguntaban qué había dicho a la médico mientas me daban porrazos. Como no quería comer, en una ocasión me metieron un sobado en la boca a la fuerza.

Echaron Cola Cao al suelo y me obligaron a chuparlo.

Me tiraron numerosas veces del pelo. Tanto de la cabeza como del pubis. Me arrancaron mucho pelo del lado izquierdo de la cabeza”.

Explica que hizo tres declaraciones policiales que “estaban preparadas Cuando terminé la tercera, me llevaron al calabozo y me dijeron que me iban a dejar descansar”.

Fueron unos pocos minutos: “Me llevaron de nuevo a un cuarto donde estaba alguien que no había intervenido en los interrogatorios de los días anteriores. Lo noté por su voz. Me dijo que él tenía una función, que era sacarme algo que no hubiera dicho con anterioridad. Me empezó a dar bofetadas en la cara, y me provocó muchas llagas en el interior de la boca. Me ató los testículos y el pene con una cuerda, y se puso a estirar. También me estiraba con la mano. En un momento empecé a sangrar del pene”.

“Todo esto fue poco antes de ir a la Audiencia. El instructor de las diligencias policiales me dijo que tenía que decir al juez lo mismo que había dicho allí. Que de lo contrario me iba a enterar. Me limpiaron, sobre todo la cabeza, y me vistieron. Cuando llegué a la Audiencia me hicieron declarar con abogado de oficio. Me negué a declarar ante el juez, y le conté los malos tratos recibidos”.

“En los días que estuve detenido pudieron hacerme más de 50 sesiones con la bolsa por día. Hice más de 10.000 flexiones. Dos veces me hicieron lo de la bañera. Muchas veces lo de la manguera. Lo de la simulación de electrodos lo hicieron dos veces. Porrazos y golpes, sin límite”.

«Me dijeron que iban a actuar contra mi padre, que mi madre había muerto de un infarto, que estaban detenidos mi hermano y su mujer.

Askatasuna ha informado de que aún incomunicado, lo estuvo hasta el 14 de diciembre, con fecha del día 12, se remitió un escrito al Juzgado para que, en el plazo de 24 horas, se le hicieran análisis de sangre y orina a Lupiañez.

“Gorka ha manifestado que no se le ha realizado ninguna prueba”.

Ahora es Igor Portu Juanena, uno de los presuntos miembros de ETA detenido el domingo en Arraste, Guipúzcoa, quien se encuentra ingresado en el Hospital Donostia de San Sebastián, según confirmaron fuentes del Servicio Vasco de Salud, Osakidetza.

Según el parte médico al que ha tenido acceso el diario “Gara”, el detenido ingresó en la unidad de Cuidados Médicos Intensivos con “policontusiones, fractura del noveno arco costal izquierdo, contusión pulmonar, hemoneumotórax izquierdo e importante enfisema subcutáneo desde la región cervical hasta pelvis”.

El parte médico también hace constar que “el paciente fue trasladado por la policía para la valoración de lesiones tras su detención" y que "el paciente refiere haber sido golpeado con puños y patadas en cara, tórax, abdomen y extremidades inferiores”.
Tras la exploración general del paciente, la colegiada que lo examinó anotó que presentaba una “crepitación subcutánea en todo tórax anterior y posterior y hematomas incipientes en región costal bilateral”, además de “múltiples hematomas, erosiones y abrasiones” en las piernas.

El juzgado de guardia de San Sebastián abrió diligencias previas por las lesiones, según fuentes judiciales citadas por Efe.

Portu, de 29 años y presunto miembro “legal” de ETA, no fichado por la policía, fue arrestado el domingo en Arrasate junto a Martín Sarasola durante un dispositivo de control establecido por los GAR, los Grupos de Acción Rural de la Guardia Civil.

El dirigente de la ilegalizada Batasuna, Karmelo Landa calificó de “gravísima noticia” el ingreso hospitalario Igor Portu Juanena “después de pasar por las manos de la Guardia Civil”.

En una rueda de prensa celebrada en Bilbao, Landa subrayó que este hecho ocurre después de un “gravísimo antecedente de Gorka Lupiañez”, presunto miembro de ETA detenido el pasado 6 de diciembre en Vizcaya que denunció haber sido torturado por la Guardia Civil.

Landa realizó una “gravísima y horrorosa denuncia” de los supuestos malos tratos a estos dos presuntos “etarras”.

Mariné Pueyo, representante de ANV, también se refirió al ingreso hospitalario de Portu.

“Es verdad que vivimos momentos duros y difíciles y prueba de ello es la noticia que hemos tenido esta mañana de que una de las personas detenidas se encuentra ingresada en la UCI cuando se encontraba en manos de la policía. Esto nos hace dudar del trato que se está recibiendo, confirma la última denuncia de tortura realizadas por Gorka Lupiañez y lo que reiteradamente año tras año está denunciado Amnistía Internacional”, dijo.

La organización ilegalizada de apoyo al colectivo de presos “etarras” Askatasuna anunció una comparecencia pública en Lesaka, Navarra para referirse al asunto.

Cualquiera pensaría que la tortura es solo parte de la historia de las dictaduras latinoamericanas, del franquismo, de los nazis, en la Colombia de Uribe, o del imperialismo en Guantánamo y en Irak.

Nos cuesta comprender como se tortura durante un gobierno socialista en la España moderna, en el primer mundo, y en la culta y refinada Europa.

¡Cuánta hipocresía esconde hoy la humanidad!
¡Tanto hablar de los derechos humanos!
¡De la conservación del planeta!
¡De los derechos de los niños!
¡Del día contra la violencia!
¡De la defensa del medio ambiente!
¡De la defensa de las especies en extinción!
¡De la capa de ozono!

MIENTRAS EN VISTAS A UNAS ELECCIONES Y PARA GANAR UNOS VOTOS MÁS.

LOS POLÍTICOS Y LOS PARTIDOS, YA NO SE DIFERENCIAN EN NADA.

ESPAÑA TORTURA TANTO CON LA MANO DERECHA.

COMO TAMBIÉN CON LA MANO IZQUIERDA.


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