Aberri Eguna en La Habana

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Aberri Eguna en La Habana

Miguel Iturria Savón

LA HABANA, Cuba - Abril (www.cubanet.org) - Una amplia representación de la colonia euskera de Cuba y numerosos paisanos que visitan la Isla celebraron en el Centro Vasco de La Habana, el domingo 8 de abril, la Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca). Esta festividad evoca desde mediados del siglo XX las ancestrales costumbres de ese pueblo milenario, fragmentado entre España y Francia cuando se constituyeron los estados nacionales de Europa.

La Aberri Eguna fue organizada por tercera vez consecutiva por la centenaria Asociación Vasco-Navarra de La Habana, con el apoyo financiero de la Asociación de Empresarios Vascos en Cuba, la cual agrupa a decenas de comerciantes e inversionistas que apuestan por la renovación de la obsoleta infraestructura insular y por el intercambio de productos, tecnologías y servicios entre ambos países.

La celebración no sustituye a las tradicionales fiestas de primavera organizadas por ese grupo étnico desde fines del siglo XIX en honor de la Virgen de Begoña, patrona de los vascos, quienes tuvieron una presencia significativa en esta porción de América, donde fundaron ciudades, construyeron barcos, fomentaron el comercio, la industria azucarera e incidieron en la administración colonial, la Iglesia Católica y en nuestros avatares históricos.

Las luces y sombras de tan largas huellas etnográficas y culturales son palpables aún en algunos vocablos, en decenas de topónimos, cuantiosos apellidos, y en los restos de ingenios azucareros de vascos expropiados a partir de 1959. Se aprecia también en la obra de escritores de ese origen, como Gertrudis Gómez de Avellaneda, autora de Al árbol de Guernica, y José Lezama Lima, quien recrea a su familia vasca en Paradiso.

La Aberri Eguna que renace ahora en La Habana al compás de la chalaparta, el chistu, las espatadanzaris y los versolaris, fue traída por los exiliados vascos que enfrentaron al franquismo durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Entre esos personajes asentados en la Isla encontramos al donostiarra Juan Zaizarvitoria, quien se impuso en el comercio habanero y edificó, en 1954, la actual sede del Centro Vasco, la cual evoca a un caserío vizcaíno y representa una verdadera euskal echea (casa vasca).

En La Habana, como en Buenos Aires, Caracas, México, Estados Unidos y otros lugares del continente con fuerte presencia vasca, se festeja la Aberri Eguna desde la década del cuarenta del pasado siglo. En Cuba se interrumpió por el éxodo de los vascos expropiados por la revolución, proceso que redujo a ese grupo étnico a los rituales del poder hasta mediados del noventa, cuando renace de sus ruinas la citada Asociación Vasco Navarra de Beneficencia, la cual ostenta la representación oficial en la Isla, posee un valioso archivo histórico, un panteón en el Cementerio Colón y realiza un programa de actividades culturales que prevé el estudio de la lengua euskera y la recuperación de su local social.

La Aberri Eguna del domingo pasado en el Centro Vasco de la Habana evocó el criminal bombardeo de Guernica, realizado en la primavera de 1937 por la Legión Cóndor de Alemania, a solicitud del General Francisco Franco. Guernica y su roble milenario simbolizan las libertades de los vascos, cuyo pueblo es amante de la paz, la democracia y anhela integrarse al concierto de las naciones. ¡Gora Euskadi!

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